El envejecimiento ha alcanzado cotas históricas en la provincia de Alicante, después de que por primera vez se hayan producido en un año 5.020 muertes más que nacimientos. Lo ponen de manifiesto los datos definitivos de movimiento natural de la población en 2021, que acaba de hacer públicos el Instituto Nacional de Estadística (INE) y que corroboran lo que ya se había dejado entrever a través de las cifras provisionales que habían venido conociéndose en los últimos meses. En líneas generales, se certifica hasta qué punto la crisis sanitaria del coronavirus ha generado también una crisis demográfica.

El INE ha confirmado el dato avanzado de 13.371 nacimientos a lo largo de 2021 en la provincia. Hubo una recuperación testimonial en relación al año anterior, con 37 alumbramientos más. Ahora bien, hay que recordar que, a causa de la pandemia, en 2020 se aceleró la caída de la natalidad que, de manera estructural, venía produciéndose desde 2009 de manera casi ininterrumpida. Esa tendencia se agravó en los primeros meses de 2021, justo nueve meses después de las semanas más estrictas de confinamiento, cuando se batieron récords de escasez de nacimientos. La recuperación registrada durante el segundo semestre del año no ha sido suficiente.

Instalaciones de la maternidad del Hospital de Alcoy. JUANI RUZ

La cifra de 13.371 nacimientos anuales sigue siendo la séptima más baja del último medio siglo en la demarcación alicantina, y sigue muy cerca del mínimo de época reciente de 12.811, registrado en 1997. A partir de entonces comenzó a remontar, y en 1999 ya vinieron al mundo más niños y niñas en la provincia que durante el año pasado. Por ello, aunque en 2021 hubiera algunos alumbramientos más que el año anterior, no se puede hablar en ningún caso de una recuperación de la natalidad; el incremento es casi irrelevante y, además, en 2020 el descenso se había acelerado debido a la irrupción de la pandemia, cuyos efectos sobre los nacimientos comenzaron a verse ya a finales del ejercicio.

De hecho, la tasa de natalidad sigue a la baja, dado que aun a pesar de la crisis del coronavirus la población ha seguido creciendo gracias a la inmigración. Con los datos del año pasado se sitúa en tan solo 7,05 nacimientos por cada mil habitantes. Sí se ha incrementado ligeramente, cabe matizar, la tasa de fecundidad, que mide la ratio de alumbramientos por cada mil mujeres entre 15 y 49 años; se sitúa en 32,93, muy por debajo del dato de 2019, antes de que la pandemia hiciera cambiar radicalmente el contexto demográfico.

Mortalidad sin parangón

La crisis del coronavirus ha acelerado también el incremento de la mortalidad, mucho más aún que la disminución de la natalidad. Los 18.391 decesos contabilizados en 2021 en la provincia de Alicante son un registro sin precedentes, superando en 836 a los registrados en 2020, que ya supusieron a su vez un triste máximo histórico debido a la pandemia. Se ha alcanzado una tasa de 9,69 fallecimientos por cada mil habitantes, un registro insólito a lo largo del último medio siglo. Hay que remontarse hasta 1960 para encontrar un dato similar: 9,49 muertes por cada mil residentes. Aquel año se produjeron 6.817 óbitos, pero con una población de 718.293 habitantes en toda la provincia, apenas un 38% de la actual.

Dos personas mayores entrando en un centro de día en Alicante. PILAR CORTÉS

La tasa de mortalidad se había mantenido relativamente estable, entre 7,5 y 8,5 decesos por cada mil habitantes, subiendo o bajando en función de la tendencia que tuviera la natalidad, hasta que a partir de 2009 comenzó a ascender con más fuerza, de forma paralela a la caída de los alumbramientos. Con la pandemia se ha disparado, debido a los fallecimientos provocados por el coronavirus. En este sentido, conviene recordar que la provincia de Alicante sufrió con especial dureza la tercera ola de la crisis sanitaria, durante las primeras semanas de 2021, hasta el punto de convertirse por culpa de ello en la demarcación con un mayor incremento de los óbitos en toda España.

Esto ha llevado a que la mortalidad anual se haya incrementado un 15,6% en tan solo dos años, y que ese ascenso sea del 50% si se compara la cifra actual con la de hace dos décadas. Pero no solo eso: la pandemia ha hecho que la esperanza de vida haya sufrido la mayor caída desde 1975, y que por primera vez desde esa fecha este indicador haya bajado durante dos años seguidos tanto para hombres como para mujeres. Ni siquiera durante los momentos más duros de la crisis económica posterior a 2008, ni en la que tuvo lugar a mediados de la década de 1980, se había producido esto.

Un calor letal

Los datos que acaban de conocerse hablan de una esperanza de vida al nacer de un año menos que antes de la pandemia: 79,68 para los hombres, por primera vez por debajo de los 80 en la última década, y 84,95 para las mujeres. Las cifras provisionales de mortalidad en lo que va de 2022 no hablan de un descenso del volumen de fallecimientos, sino todo lo contrario. Hasta el 24 de octubre han muerto en la provincia de Alicante 15.134 personas, 142 más que a las mismas alturas de 2021. Este año no se han producido picos tan exagerados de decesos como los producidos por el covid; ahora bien, el histórico calor estival ha provocado un significativo número de muertes, tal y como publicó este periódico hace algunas semanas.

Un termómetro marcando 40 grados a la sombra el pasado mes de agosto en Elda. ÁXEL ÁLVAREZ

La semana del año en la que se registraron más fallecimientos fue la del 19 al 25 de julio, con 421 decesos. Además, la cifra de muertes en siete días se mantuvo por encima de las 350 durante gran parte del verano, superando de manera significativa las que se produjeron en el mismo periodo de 2020 y 2021, cuando el coronavirus dio una cierta tregua. En lo que va de otoño, no obstante, el volumen de óbitos por semana se ha estabilizado en torno a los 300; en los dos años anteriores, por estas fechas comenzaban a subir diferentes olas de la pandemia, algo que por ahora no está ocurriendo.

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Maternidad cada vez más tardía

Las cifras provisionales de nacimientos en lo que va de 2022 también confirman que la cuestión del envejecimiento va cada vez a más y que ni el final de lo peor de la pandemia va a hacer cambiar la tendencia. Hasta septiembre de este año han nacido en la provincia de Alicante 9.953 niños y niñas, 155 más que en 2021, pero también 123 menos que en 2020. Además, hay que tener muy en cuenta que, al margen de todo, la maternidad se sigue retrasando cada vez más: el año pasado, la edad media de las madres primerizas se situó por primera vez por encima de los 31 años.