La avenida de la Constitución de Alicante tampoco tiene papeleras

Los peatones arrojan basura y colillas a los maceteros instalados en el eje peatonal ante la total ausencia de contenedores. La zona lleva casi una semana abierta al público a pesar de que las obras no han terminado

Basura en uno de los maceteros del eje Constitución-Bailén, sin papeleras.

Basura en uno de los maceteros del eje Constitución-Bailén, sin papeleras. / Pilar Cortés

Alejandro J. Fuentes

Alejandro J. Fuentes

Ni árboles maduros, ni toldos, ni sombra, ni imbornales para el desagüe de la lluvia... Ni tampoco papeleras. La peatonalización del eje conformado por la avenida de la Constitución y la calle Bailén -abierta al público el pasado sábado pese a no estar concluidas las obras- sigue acumulando problemas.

Los 22.000 metros cuadrados que se extienden entre la avenida de Alfonso el Sabio y la calle Bilbao -a la altura del portal de Elche- no cuentan con ni una sola papelera para que los peatones puedan arrojar sus desperdicios, pese a que aparecen contempladas en la adjudicación de la obra.

Como consecuencia, los viandantes están utilizando los maceteros instalados en la calle Bailén como "contenedores" improvisados, dando lugar a imágenes en las que las colillas, los desperdicios y las bolsas de plástico se entremezclan con las plantas y las flores.

Colillas en uno de los maceteros de la calle.

Colillas en uno de los maceteros de la calle. / PILAR CORTÉS

Las papeleras, al igual que otros elementos del mobiliario urbano como bancos -que tampoco han sido instalados por el momento- sí están previstas dentro del pliego de condiciones. Sin embargo, el hecho de que la obra no haya concluido oficialmente -como remarca de manera constante el bipartito- ha dado lugar a que los cientos de alicantinos que pasan día a día por el vial, no dispongan de los servicios necesarios en una calle de este tipo.

Suma y sigue

Un problema que se suma a las numerosas deficiencias de las que han alertado los residentes de la zona a lo largo de toda la semana, la primera en la que los peatones han podido hacer uso de la nueva configuración del vial.

En primer lugar, insisten en el más que cuestionado traslado de las melias existentes en la calle desde hace 30 años, que han sido sustituidas -pese a las protestas sociales- por árboles jóvenes, sobre los que el Ayuntamiento no ha podido concretar cuándo darán sombra. Ante la molestia generada por la falta de zonas sin sol -que el edil de Limpieza y portavoz adjunto del bipartito, Manuel Villar, reconoció que "nos preocupa a todos"- el bipartito se plantea ahora la colocación de toldos o algún sistema provisional.

También han denunciado los vecinos los numerosos daños existentes en el pavimento, que han necesitado ser reparados antes incluso de la inauguración oficial del tramo, y que el gobierno municipal de PP y Cs no aclara si exigirá a la empresa que reponga las losetas partidas o se conformará con el "apaño" realizado con masilla. El Ayuntamiento asegura, no obstante, que las obras se recepcionarán "cuando estén en perfectas condiciones".

Además, los residentes han alertado de que la maquinaria empleada en las obras ha generado desperfectos en el entorno del Teatro Principal, tras chocar uno de los vehículos con las escaleras del edificio. Unas acusaciones que el edil de Cultura, Antonio Manresa, rechaza de pleno: "La maquinaria ha hecho un trabajo excepcional", asegura.

Por todo ello, el colectivo vecinal de la zona critica la "premura" del bipartito a la hora de abrir al público la peatonalización del área antes de las elecciones municipales, que se ha traducido en un sinfín de conflictos todavía sin resolver.

En este sentido, exigen al Ayuntamiento que no recepcione la obra hasta que todas las deficiencias denunciadas -daños en el pavimento, falta de desagües, escasez de sombra y ausencia de mobiliario urbano- estén subsanadas. Una inauguración oficial que el Consistorio todavía no ha sabido concretar cuándo tendrá lugar.

Este diario ha solicitado al Gabinete de Prensa del bipartito información sobre cuándo se prevé que finalicen las obras y se instale el mobiliario, sin que el Ayuntamiento haya ofrecido respuesta alguna.