El Gobierno construirá un tercer carril en Castellón pero descarta mejoras en la A-31 pese a su elevado tráfico de camiones

El Ministerio de Transportes ciñe a corto plazo la reforma de la autovía que une la provincia con Madrid al tramo entre Villena y el límite con Albacete. En el aire para la AP-7 un tercer carril para facilitar el adelantamiento de vehículos pesados

Imagen de la A-31 a la altura de Monforte del Cid, donde se observan su denso tráfico y su trazado sinuoso.

Imagen de la A-31 a la altura de Monforte del Cid, donde se observan su denso tráfico y su trazado sinuoso. / Áxel Álvarez

El Gobierno vuelve a descartar que vaya a realizar a corto plazo grandes mejoras en la mayor parte del trazado de la A-31 a su paso por la provincia de Alicante, pese a las carencias que presenta ya de por sí la infraestructura y al elevado tráfico que soporta, en el que además los camiones tienen un peso específico. Según explican a este periódico fuentes del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, sí está prevista la adecuación y mejora de la seguridad vial en el tramo de esta autovía entre Villena y el límite provincial con Albacete. Sin embargo, no se dice nada del resto del recorrido entre Villena y la capital alicantina, a pesar de que presenta una conflictividad mucho mayor.

En estos momentos se encuentra en fase de redacción el proyecto para mejorar la A-31 entre la boca norte del túnel de Villena y la linde con la provincia de Albacete, aproximadamente unos 17 kilómetros. Este tramo de la autovía que une la demarcación alicantina con Madrid soporta un tráfico de 25.351 vehículos diarios, de los cuales 6.946 son camiones, según datos de 2021, en la parte comprendida entre Villena y el enlace con la A-33, la autovía hacia la Font de la Figuera y València. Después, la circulación baja a 13.700 vehículos diarios, 1.600 de ellos pesados. Además, el trazado es general bueno, sobre todo tras la eliminación de las peligrosas curvas que había junto al centro penitenciario villenense.

Sin menoscabo alguno de la conveniencia de adecuar este tramo norte de la A-31 y de las mejoras que comportará, llama un tanto la atención que se priorice este tramo frente al resto del recorrido de la autovía hasta Alicante, y particularmente en el paso por el valle del Vinalopó hasta el enlace con la A-7 en Monforte del Cid. Porque es esta la zona más conflictiva de esta vía en la provincia, con un tráfico mucho más intenso, tanto en términos generales como en lo que respecta a los camiones, y donde además el trazado presenta muchas más deficiencias. Unos factores que se traducen también en una siniestralidad muy elevada, que con frecuencia provoca víctimas, aparte de atascos kilométricos.

Retenciones en la A-31 en Petrer tras un siniestro mortal hace algunos meses.

Retenciones en la A-31 en Petrer tras un siniestro mortal hace algunos meses. / ÁXEL ÁLVAREZ

En 2021, la A-31 soportó una intensidad media de 50.403 vehículos diarios, de los cuales 8.041 fueron camiones. A estas cifras hay que sumar las características del trazado, con varias curvas cerradas a lo largo del recorrido y cambios de rasante que se mantienen prácticamente igual que cuando se abrió al tráfico esta autovía en 1989. Cabe recordar, en este sentido, que el tramo entre Alicante y Almansa de la A-31 forma parte de las llamadas "autovías de primera generación", en las que se mantuvo en gran medida el trazado de la carretera convencional preexistente, en este caso la N-330, e incluso en algunos casos se aprovechó su calzada.

Carriles adicionales en la AP-7

Donde sí podrían realizarse en un futuro no lejano obras de algún tipo es en la AP-7, para adecuarla al incremento del tráfico que se ha producido tras su liberalización. Una de esas actuaciones podría ser similar a la que se va a poner en marcha en breve en la provincia de Castellón, donde van a construir carriles adicionales y apartaderos en dos tramos distintos al sur de la demarcación, entre la capital castellonense y el límite con Valencia. El objetivo de ello es facilitar el adelantamiento de camiones, ante el gran aumento del paso de estos vehículos que se ha producido en este tramo de la autopista.

Circulación en la AP-7 a su paso por el término municipal de La Vila Joiosa.

Circulación en la AP-7 a su paso por el término municipal de La Vila Joiosa. / JOSE NAVARRO

Según los mismos datos definitivos de 2021, por esta zona transitan cada día 35.057 vehículos, de los cuales son camiones 10.496, prácticamente un 30%. Esta situación, que no se daba cuando la autopista era de peaje, hace que con frecuencia el tráfico se ralentice, sobre todo en los momentos en que un vehículo pesado adelanta a otro; hay que recordar que, mientras los turismos pueden alcanzar en esta vía los 120 kilómetros por hora, los camiones no pueden pasar de 90. El panorama es similar en el resto de la provincia de Castellón y en gran parte de la de Tarragona, aunque de momento el Ministerio solo ha anunciado esta actuación para el mencionado tramo.

En la provincia de Alicante, como ya ha publicado este periódico, la eliminación del peaje en la AP-7 ha traído también consigo un gran aumento del tráfico, pero no tanto del de camiones. El flujo del tráfico pesado entre València y Alicante sigue discurriendo de forma mayoritaria por la A-7 hasta Xàtiva, sigue luego por la A-35 hasta la Font de la Figuera y toma a continuación la A-33, para encaminarse después, cerca de Villena, por la A-31 hasta Monforte del Cid, donde toma de nuevo la A-7 hacia Murcia. De ahí que una actuación similar de construir carriles para favorecer los adelantamientos a vehículos pesados tendría más sentido en la A-31 que en la AP-7 en la demarcación alicantina.

Ampliación de la A-7 en el sur

Con todo, fuentes del Ministerio no descartan que más adelante pudiera llevarse cabo esta medida en la AP-7 a su paso por la provincia de Alicante, aunque en su caso sería más útil para hacer más fluido el tráfico en general. En 2021, la autopista registró una intensidad media diaria de 29.812 vehículos a la altura de Benidorm, pero de ellos solo 2.514 eran camiones. Desde el departamento gubernamental señalan que "se están evaluando todas las necesidades de la Red de Carreteras del Estado y las disponibilidades presupuestarias" para priorizar actuaciones en términos generales, "incluyendo la construcción de nuevos accesos y la mejora de la infraestructura existente en la AP-7 en particular".

Tráfico en la A-7 en los alrededores de Orihuela.

Tráfico en la A-7 en los alrededores de Orihuela. / TONY SEVILLA

No obstante, pese a que se deja abierta la puerta a ampliar en algún punto la AP-7 o construir algún acceso nuevo a la autopista en la provincia, en principio se materializará antes la construcción de un tercer carril en la A-7 en el sur de la demarcación, desde Crevillent hasta el enlace de Monteagudo, ya en la Región de Murcia. Según las mismas fuentes, se dispone ya de proyectos para la ampliación de capacidad en este tramo mediante el mencionado tercer carril y la remodelación de los accesos. En esta zona el tráfico también es muy intenso: 39.516 vehículos diarios, de ellos 8.186 camiones, a la altura de Orihuela.

La A-31, entre las pocas autovías antiguas aún sin remodelar

La actual A-31 entre Alicante y Almansa se abrió al tráfico el 15 de marzo de 1989, con la excepción del tramo correspondiente al túnel de Villena, que lo haría a principios de 1990, y del acceso a la capital de la provincia, abierto en 1995. Básicamente consistió en el desdoblamiento de la preexistente carretera N-330, que ya disponía de variantes para evitar el paso por el interior de Monforte del Cid, Elda y Villena; la única que fue necesario hacer completamente de cero fue la de El Rebolledo. Aquella infraestructura fue en ese momento toda una novedad y supuso una gran revolución. Sin embargo, a día de hoy se ha quedado totalmente obsoleta.

Cualquier usuario de la A-31 en la provincia de Alicante puede identificarla rápidamente como una "autovía de primera generación" por la continua sucesión de curvas cerradas y cambios de rasante. Incluso es fácil identificar cuál de las dos calzadas se corresponde con la antigua N-330. Así eran todas las autovías que se construían en aquel entonces. La diferencia, sin embargo, es que muchas de ellas se han ido remodelando con el tiempo, y en la A-31 a su paso por el valle del Vinalopó no ha sido así.

Ejemplos de autovías reformadas son las radiales que salen de Madrid hacia distintos puntos de la península, herederas de las antiguas carreteras nacionales, como la A-1 hacia Burgos, la A-2 hacia Zaragoza o la A-3 hacia València, en cuyos recorridos se han rectificado muchas curvas y construido trazados nuevos. En la A-31 en Alicante, en cambio, poco se ha hecho salvo el arreglo de una peligrosa curva a la altura de Elda y, más recientemente, la eliminación de las curvas junto a la cárcel de Villena. El trazado que presenta la autovía a la altura de Sax, exageradamente sinuoso, es un ejemplo de todo lo que queda por hacer en esta zona.