El TRAM de Alicante se blinda contra las agresiones

Los tranvías renovarán su sistema de vigilancia en todas las líneas incluyendo nuevas funciones para controlar la seguridad en tiempo real y poder contar viajeros

Personal de seguridad en la estación de Luceros, en imagen de archivo.

Personal de seguridad en la estación de Luceros, en imagen de archivo. / Héctor Fuentes

Alejandro J. Fuentes

Alejandro J. Fuentes

Agresiones, hurtos o accidentes son solo algunos de los motivos por los que, en 2022, se solicitó acceso a las grabaciones de seguridad del TRAM de Alicante en cerca de un millar de ocasiones.

En concreto, un total de 853 incidentes requirieron hacer uso del circuito de vigilancia de los tranvías alicantinos, aunque el sistema actual requiere de una renovación urgente ya que presenta grandes dificultades para encontrar repuestos. Además, con los dispositivos actuales el procedimiento para resolver una incidencia puede demorarse ya que precisa de una solicitud de las fuerzas de seguridad o una denuncia para poder acceder al contenido de las imágenes obtenidas en las estaciones o vagones del servicio.

A pesar de que varias de las solicitudes de acceso a las grabaciones se llevaron a cabo por problemas ajenos al servicio (únicamente se visionaron por la cercanía a otros incidentes) la Generalitat busca reducir los datos y aumentar la sensación de protección en el transporte público de competencia autonómica y en las estaciones y espacios adyacentes.

Por todo ello, se ha optado por realizar un cambio en el sistema actual, renovando por completo las cámaras tanto de los trenes como de las estaciones y sustituyéndolas por otros dispositivos que incorporen nuevas funciones con el objetivo de mejorar la seguridad en el TRAM de Alicante.

Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) ya ha puesto en marcha el proceso de licitación del suministro e instalación de los nuevos equipos de videovigilancia, que se llevará a cabo de manera conjunta en los tranvías alicantinos, en Metrovalencia y en los talleres de ambos servicios. Un contrato que nace de la necesidad de «avanzar en prevención» porque «somos conscientes de que colectivos como las mujeres pueden sentirse inseguros a determinadas horas en estaciones o trenes», según ha asegurado la consellera de Movilidad, Rebeca Torró.

2.000 cámaras

Un futuro contrato al que se destinarán un total de 14,4 millones de euros, financiados con fondos de la Unión Europea, para sustituir cerca de 2.000 dispositivos entre ambos servicios de transporte.

Las nuevas cámaras incorporarán funciones con las que no cuentan los dispositivos actuales, como la descarga automatizada y segura de las imágenes o un sistema de contaje de viajeros. Además, permitirán una revisión más ágil del contenido grabado por los distintos aparatos, facilitando la labor de los cuerpos de seguridad en casos especialmente delicados, como peleas, robos, agresiones o abusos sexuales.

Para la consellera, la renovación del sistema de seguridad (que se espera que esté completada en dos años) «generará mayor sensación de seguridad a los viajeros y viajeras del TRAM de Alicante» puesto que se trata de una medida «disuasoria y preventiva ante posibles actos vandálicos o delitos» que además, también proporcionará a FGV «más capacidad de reacción y mejor» para tratar de reducir los incidentes.