Aumenta el riesgo de DANA en la provincia de Alicante al subir la temperatura del mar a 27 grados

El calentamiento del Mediterráneo también favorece el aumento de las noches tropicales que afectan a la salud y el bienestar de las personas - Las previsiones apuntan a que a principios de agosto las aguas alcanzarán los 29 grados

El dispositivo que mide la temperatura del agua en la playa del Postiguet de Alicante marcando más de 27 grados al mediodía.

El dispositivo que mide la temperatura del agua en la playa del Postiguet de Alicante marcando más de 27 grados al mediodía. / Jose Navarro

Pérez Gil

Pérez Gil

El Mediterráneo se asemeja cada vez más a un mar tropical como el Caribe por las altas temperaturas que registran sus aguas. Las actuales mediciones en la zona más próxima a la costa alicantina ya están marcando máximas de 27 grados centígrados. Un valor más propio de agosto que de julio, aunque se reduce en un grado en una posición más alejada de la playa según los datos del satélite meteorológico Meteosat.

Las aguas cálidas son potencialmente inestables y favorecen la formación de nubes convectivas a finales del verano y durante el otoño que descargan lluvias de gran intensidad. Fenómenos como la gota fría o DANA, que en esta latitudes son cada vez son más localizados e intensos, con cargas pluviométricas de récord en acumulados de una o dos horas, lo que genera inundaciones con el consiguiente riesgo para las personas y pérdidas económicas. Es precisamente el fenómeno que está ocurriendo últimamente con las precipitaciones en el Mediterráneo.

Los estudios científicos llevan constatando que este mar se calienta mucho más y lo hace durante más tiempo a lo largo de todo el año. Las temperaturas altas también se adelantan mucho. De hecho, desde la primera quincena de junio se alcanzan los 24 grados y a principios de agosto los 29 grados.

El año pasado hubo una punta de 30 grados frente a las costas de Valencia. Es cierto que 2022 fue muy excepcional en cuanto al calor pero los expertos no descartan llegar a valores de ese calibre este verano en las aguas de la Comunidad Valenciana.

El agua de la costa alicantina muestra en la primera quincena de julio temperaturas propias de un mar tropical como el Caribe.

El agua de la costa alicantina muestra en la primera quincena de julio temperaturas propias de un mar tropical como el Caribe. / Áxel Álvarez

Lo más preocupante del proceso del cambio climático es, en opinión de Jorge Olcina Cantos, el calor que se está acumulando en el agua de un Mediterráneo que ya es una de las cuencas oceánicas con mayor grado de calentamiento en los últimos 20 años.

"Un problema muy serio"

Según explica el catedrático de Análisis Geográfico Regional y director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, el calentamiento climático en la provincia de Alicante adquiere una singularidad debido al calor acumulado en el agua del Mediterráneo. Es lo que él denomina la "mediterranización"  del cambio climático.

El catedrático Jorge Olcina durante una conferencia.

El catedrático Jorge Olcina durante una conferencia sobre cambio climático. / Tony Sevilla

"Aquí tenemos unas condiciones singulares porque el mar se calienta mucho y provoca cambios en temperaturas y precipitaciones diferentes a lo que ocurre en otras partes del planeta. La cuenca del Mediterráneo es uno de los puntos paradigmáticos del cambio climático y el proceso más serio porque, además, unas aguas cálidas alargan el proceso del calentamiento", advierte Olcina destacando que en el litoral alicantino las temporadas de verano son cada vez prolongadas. Algo que es debido a que el agua del mar ya alcanza desde mayo los 23 grados, llega a los 29 grados a principios de agosto y luego permanece por encima de los 25 grados hasta bien entrado octubre.

Sobre las nefastas consecuencias que este fenómeno puede producir, el catedrático de la UA lanza un planteamiento y sus consecuencias. "Si mañana se produjera una reducción drástica de las emisiones de gases de efecto invernadero la temperatura terrestre podría ir descendiendo gradualmente. Pero en nuestra área geográfica al encontrarse el mar con una temperatura tan elevada los efectos del calentamiento se prolongarían, al menos, durante una década más a diferencia de otros lugares". Por eso el director del Laboratorio de Climatología de la UA insiste en señalar que "es un problema muy serio que ya estamos sufriendo". 

La sucesión de noches tropicales de las últimas semanas impiden conciliar el sueño.

La sucesión de noches tropicales de las últimas semanas impiden conciliar el sueño. / Áxel Álvarez

Noches tropicales

El otro impacto del calentamiento marítimo afecta directamente al bienestar y la salud de las personas. Unas temperaturas tan cálidas del mar favorecen las llamadas noches tropicales en las que las temperaturas no bajan de 20 grados y se produce un alto grado de humedad. En 2022 se contabilizaron hasta 150 noches tropicales en la provincia de Alicante. La zona litoral y prelitoral concentraron temperaturas muy altas de manera continuada de junio a septiembre, con más de 90 días de calor intenso, tras una primavera de lluvias excepcionales.

Septiembre de 2022

En septiembre de 2022 este diario ya publicó que la temperatura del agua del mar frente a las costas de Alicante seguía situándose entre los 27 y 28 grados centígrados. Son valores que están entre 1 y 2 grados centígrados por encima de lo que sería normal para principios del mes de septiembre. 

Ya entonces el catedrático de Análisis Geográfico Regional de la UA señalaba al respecto que "debemos estar muy vigilantes semanalmente a la evolución del tiempo atmosférico para prevenir la posibilidad de que se forme una DANA y tenerlo en cuenta. Es un año singular debido al calor acumulado durante todo el verano".

Un mar cálido tiene dos efectos climáticos directos. Por un lado prolongará las noches tropicales en la línea de costa y por otro resulta potencialmente inestable. "Eso no quiere decir que vaya a producirse una gota fría directamente. Pero sí que hay que estar muy vigilantes porque, en caso de darse todas las condiciones para que se forme una DANA, nos encontramos ante un Mediterráneo que puede transferir mucha energía formando nubes muy cargadas de agua y generando lluvias abundantes", explicó Olcina al analizar las consecuencias que tenía estar a principios de septiembre con un mar más cálido de lo habitual por esas fechas.

El TRAM surcando las aguas en San Juan durante la DANA del pasado mes de mayo.

El TRAM surcando las aguas en San Juan durante la DANA del pasado mes de mayo. / Pilar Cortés

No obstante, la causa primera que origina los fenómenos de lluvia siempre tiene un componente atmosférico. El mar es la causa segunda y aporta el contenido de humedad a esa posible gota fría. "Por lo tanto no hay que ser alarmistas porque incluso ha habido años muy cálidos -aunque no tanto como lo fue 2022- en los que el agua del mar también estuvo muy caliente pero luego no se desencadenó ninguna gota fría". Se refería concretamente a los años 2003 y 2017.