El gobierno de Barcala evita el choque con el Consell por la intermodal del TRAM de Alicante: "Todos trabajamos en lo mejor para la ciudad"

El ejecutivo local resta relevancia a que el presidente de la Generalitat rechace modificar el proyecto impulsado por el Botànic tras defender Barcala que había que "repensar" el diseño

El Ayuntamiento reniega de la memoria de la Zona de Bajas Emisiones que se envió a Europa, negando de nuevo que vaya a hacer restricciones al tráfico en Alicante

Mazón y Barcala, en Alcaldía, en una imagen reciente

Mazón y Barcala, en Alcaldía, en una imagen reciente / Alex Domínguez

C. Pascual

C. Pascual

Las polémicas, mejor, de puertas adentro. El gobierno municipal de Alicante rechaza entrar en polémicas con la Generalitat Valenciana a raíz del diseño de la estación intermodal del TRAM, un proyecto con un presupuesto máximo de 132 millones de euros para dar continuidad a la red del tranvía y contactar Luceros con la estación de Renfe. No lo hace, ni siquiera, después de que el jefe del Consell, Carlos Mazón, apostara por mantener el proyecto impulsado por el Botànic, que está en fase de licitación, a pesar de que el propio alcalde de Alicante, Luis Barcala, dijera en público que había que "repensar" el diseño. "Desde Generalitat se había planteado una macroestación, pero teniendo una estación en Luceros, a 150 metros, puede no ser necesario, tanto por complejidad como por coste", dijo Barcala el 22 de septiembre, en su balance de los cien días de gobierno. Sin embargo, veinte días después, en una visita a Alicante, Mazón fue tajante: "El proyecto se va a mantener en su totalidad".

Ahora, tras una semana de silencio, el portavoz del gobierno local, Manuel Villar, intentó este martes echar balones fuera al ser preguntado por la disparidad de opiniones sobre un mismo asunto entre Barcala y Mazón. "No creo que haya contradicción. Seguimos hablando con conselleria para que sea lo mejor posible porque nosotros no solo pensamos en la intermodal, sino en todo el ámbito de la OI/2 [la operación integrada, que se extiende por los terrenos ubicados desde la avenida Salamanca hasta Vía Parque, sobre la que se proyecta el parque central y que debe dar cabida a la intermodalidad, con el ferrocarril, el TRAM y los autobuses en el entorno que ahora ocupa la estación de Renfe]. Todos trabajamos en lo mejor para la ciudad. Cuando el alcalde sacó el tema, sobre todo hablaba del encaje de toda la OI/2. Nosotros tenemos una visión general, pero las relaciones con conselleria son de colaboración", señaló Villar, quien pese a ser repreguntado por el tema no se salió del guion que le habían marcado: "No puedo salirme de eso: el Ayuntamiento y conselleria vamos a buscar la mejor solución para Alicante".

El asunto de la intermodal, con todo, no se cierra con las palabras de Villar. El asunto será protagonista del pleno de octubre, que se celebrará el próximo jueves 26. Y es que justo un día después de que Compromís anunciase su propuesta para el pleno, el PSOE aseguró que también llevará otra iniciativa a la sesión. "No podemos permitir que los vaivenes del alcalde pongan en riesgo esta infraestructura. No podemos perder ni un minuto más por las desavenencias entre Barcala y Mazón", ha señaló la portavoz socialista, Ana Barceló.

La memoria oficial, en el olvido

Por otro lado, Villar subrayó este martes que Alicante no prohibirá el acceso de vehículos contaminantes al centro de Alicante con la implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), que debe estar en marcha el 1 de enero de 2024 tras la ampliación de plazos concedida por el Gobierno central. "El Ayuntamiento está trabajando con la empresa adjudicataria, pero nuestro planteamiento no es posponer sanciones, sino que no va a haberlas. La ordenanza está pendiente de elaborarse, intentaremos ser lo más rápido posible. Alicante no tiene problemas de contaminación. Aquí hemos aprovechado fondos europeos para mejorar la movilidad, no como una visión restrictiva", ha defendido Villar, tras ser preguntado por la ordenanza aprobada en Elche, donde no se exigirá etiqueta ambiental a los vehículos hasta 2060, según el texto aprobado este martes por el pleno municipal.

Las palabras de Villar chocan de frente, pese a su negativa, con lo que recogía la memoria de la ZBE de Alicante, firmada por hasta tres concejales del PP durante el pasado mandato y que fue la base de la propuesta de Alicante a la convocatoria de ayudas europeas para la implantación de unas zonas que buscan mejorar la calidad del aire y luchar contra el cambio climático. "La implantación de nuevos sistemas inteligentes de reconocimiento de matrícula para controlar de manera automatizada el acceso de vehículos a la ZBE de Alicante, reduciendo los efectos contaminantes del tráfico urbano, tanto en el anillo de la Gran Vía como en el interior de la Zona Centro, tiene como objetivo principal la mejora de la calidad atmosférica, así como la salud de las personas. Este acceso restringido supondrá una disminución considerable de vehículos que funcionan por quema de combustibles fósiles", recoge el documento oficial del Ayuntamiento de Alicante, que añade: "La contaminación atmosférica en Alicante tiene su origen principalmente en el tráfico de vehículos". Además, añade que "Alicante no tiene un problema grave de contaminación, atendiendo a los límites marcados por la normativa estatal, pero no así los marcados por la OMS".

El documento, además, apuntaba que Alicante "propone la implantación de una zona de bajas emisiones, donde una reducción del tráfico de vehículos, especialmente de aquellos más contaminantes, mitigará la contaminación acústica y las emisiones de gases de efecto invernadero, permitiendo aproximarse a los límites marcados por la OMS". La memoria, como ya se explicó al anunciarse el proyecto, recoge que la zona de bajas emisiones "se gestionará por listas blancas (para todos los residentes registrados y personas autorizadas) y listas negras (que se definirán durante la implantación de la actuación, siendo más restrictiva para los vehículos sin distintivo ambiental de la DGT)".

Cuestionado sobre el proyecto de la pasarela ciclopeatonal del acceso sur, que estuvo a punto de construirse a mediados de 2020, pero que se quedó en el limbo por el aumento del precio de los materiales (principalmente, el hierro) por la crisis económica derivada de la pandemia, Villar aseguró que la Concejalía de Urbanismo le está "dando una vuelta para ver si tiene encaje o hay que hacer alguna modificación". Y eso que a principios de enero de 2022, tras año y medio de bloqueo del proyecto, la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Alicante aprobó el nuevo proyecto para la construcción de la plataforma ciclopeatonal, que pretende unir el carril bici que finaliza frente a la EUIPO con el que empieza junto a la desaladora de Urbanova.