El 7% de los jóvenes reconoce haber tenido acceso a pornografía antes de los ocho años

Una de cada tres personas de entre 16 y 29 años aseguran haber presionado a sus parejas para realizar prácticas sexuales inspiradas en el porno y el 52% de los encuestados considera que les da ideas para aplicarlas en sus relaciones íntimas

Estos datos se recogen en el estudio "Juventud y pornografía en la era digital en la Comunidad Valenciana" desarrollado por la Fundación FAD que ha presentado un avance de resultados en el encuentro InFòrum de Elda y en el que han participado 160 profesionales

Recreación realizada con inteligencia artificial de un menor consumiendo pornografía.

Recreación realizada con inteligencia artificial de un menor consumiendo pornografía. / INFORMACIÓN

Lydia Ferrándiz

Lydia Ferrándiz

Datos que despiertan la alarma social. El 7% de los jóvenes de entre 16 y 29 años en la Comunidad Valenciana reconoce haber tenido acceso a la pornografía por primera vez cuando tenían menos de ocho años. Estos datos se recogen en el estudio "Juventud y pornografía en la era digital en la Comunidad Valenciana" desarrollado por la Fundación FAD cuya subdirectora y experta en juventud y adolescencia, Anna Sanmartín, compartía un avance de resultados en el encuentro InFòrum de Elda, en el que han participado 160 profesionales esta semana.

A través de un cuestionario online lanzado este verano a una gran muestra de población de la Comunidad Valenciana menor de 30 años, la investigación busca entender cómo percibe la población joven el porno estableciendo cuestiones como a qué edad se accede a este contenido por primera vez, con quién y con qué frecuencia lo hacen.

“En esta sociedad hiperdigitalizada sabemos que el porno es algo transversal.La población joven y adolescente está engullida por las pantallas y el porno es uno de los elementos más presentes que rellena un vacío informativo en ellos. Estos jóvenes ya son un nicho más de mercado y el algoritmo les ubica según sus intereses dentro de una oferta infinita y gratuita”, explica la subdirectora de FAD Juventud, Anna Sanmartín.

Por ello, en este estudio, cuyos resultados definitivos se publicarán a final de año, se busca dibujar qué implica el porno actualmente en la vida de los adolescentes y los jóvenes y conocer qué significado tiene para ellos. Según se desprende de este informe el consumo de porno está muy extendido entre la sociedad y entre ambos géneros.

El 62% de los encuestados declara que es consumidor de porno, aunque entre las mujeres solo confirman serlo el 55% de las participantes mientras que entre los hombres se dispara este consumo hasta el 70% de los encuestados. Por edades la franja en la que más porno se consume es la de los 25 a los 29 con un 70% de personas de ambos sexos que afirman realizar esta práctica. Los que menos los jóvenes de entre 16 y 19 años, aunque casi el 60% asegura consumir este tipo de material.

“El consumo está muy extendido, antes era muy masculino y ahora está de igual manera presente entre ambos géneros, lo que pasa es que de forma diferente”, asegura Sanmartí. En general, las mujeres acceden más tarde que los hombres aunque sorprende que una de cada cuatro personas que vieron porno por primera vez lo encontraron sin buscarlo en internet. “El porno está sin que lo busques, el porno se encuentra”.

A la pregunta de a qué edad se ha accedido al porno por primera vez el 50% de los encuestados asegura haberlo hecho entre los 12 y los 15 años, cuando todavía eran menores de edad. A pesar de ello, hay un 23% de los encuestados que lo han hecho antes. Algo más del 15% accedió al porno por primera vez entre los 9 y los 11 años y algo más del 7% lo hicieron cuando aún eran menores de ocho años.

Una vez cumplidos los 18 años apenas el 5% de los encuestados reconocía haber accedido al porno por primera vez. “Cuando son mayores de edad la gran mayoría de los jóvenes ya ha accedido al porno en mayor o menor medida o con mayor o menor frecuencia”, indica la subdirectora de la Fundación FAD.

Respecto a la frecuencia, 1 de cada 10 encuestados consume pornografía de forma diaria, una cifra que en mujeres baja hasta el 2,1% frente al 22,4% de los hombres que sí lo hacen. En ambos sexos el 23,6% de los participantes asegura consumir pornografía al menos una vez a la semana y solo el 11,1% lo haría una vez al mes.

Por edades la franja en la que más porno se consume es la de los 25 a los 29 con un 70% de personas de ambos sexos que afirman realizar esta práctica.

Por edades la franja en la que más porno se consume es la de los 25 a los 29 con un 70% de personas de ambos sexos que afirman realizar esta práctica. / INFORMACIÓN

“El consumo aumenta con la edad, hay una gran fidelización entre los consumidores de porno, por ello vemos como los que empiezan más jóvenes lo hacen con menos frecuencia hasta llegar a las cifras de entre 25 y 29 años donde el consumo es mucho más frecuente”, indica Anna Sanmartín. Entre los 16 y los 19 años el 12,1% consume porno todos los días una cifra que sigue aumentando entre los 20 y los 24 años en la que lo hacen 12,3%.

Asimismo, el estudio resalta que 3 de cada 10 personas entrevistadas afirman no consumir porno en ningún momento. “El porno ya está actuando como un agente socializador entre los más jóvenes y está ocupando un espacio en la educación afectivo-sexual de adolescentes y jóvenes. Es un gran reto para los educadores pero tenemos que estar presentes”.

Comprender las implicaciones

El estudio trata de comprender, en un sentido amplío, los riesgos que implica para las prácticas sexuales de los más jóvenes aquellas acciones que el porno proyecta en su imaginario. Romantización de la violencia, estereotipos de género, roles sexuales, el deseo femenino inexistente... El universo "mainstream" del porno está al alcance de los más jóvenes, lo que puede suponer un riesgo para su desarrollo sexual.

Para observar de forma más cercana las implicaciones y los riesgos del consumo dentro de este informe se incluye una serie de preguntas acerca del porno. De los encuestados el 35% reconocían que el porno les influye para presionar a otras personas para desarrollar determinadas prácticas sexuales y también a sentirse presionado para realizarlas.

De esta forma, el porno en los más jóvenes influye en cuestiones como el menor uso del preservativo, la utilización de la violencia en las relaciones sexuales o en generar fantasías sexuales en las que se ejerce la violencia. En este sentido, según los primeros datos, las mujeres son mucho más conscientes de esta situación que los hombres.

Otro de los posibles efectos analizados concluye que el 52% de los encuestados asegura que el porno les inspira en sus relaciones sexuales, que les ha llevado a experimentar más cosas, a aumentar su conocimiento sobre las relaciones sexuales o, incluso, a tener "más satisfacción" en sus relaciones sexuales.

"En esta parte lo que nos preocupa en especial es que el porno sea reconocido por la mitad de los encuestados como algo que les inspira en sus relaciones íntimas, nos da mucho que pensar porque en la mayoría de los casos el porno acaba creando una imagen falsa de cómo es el sexo realmente", asegura Sanmatín.

Parte del problema, según las primeras conclusiones del estudio de la Fundación FAD, pasan por la dificultad a la que se enfrentan los educadores para hacer llegara los más jóvenes una buena educación afectivo-sexual en las escuelas para que porno no llene este vacío en los adolescentes.

"La que tenemos ahora es muy mala, no llega a la gente y lo tiene difícil porque combatir a una industria tan potente como la del porno es muy complicado, pero tenemos que ir más allá de hablar del preservativo, hay que hablar de los cuerpos, de la afectividad, cuestiones a las que no se suele entrar que son muy necesarias", señala Sanmartín.

No todo está perdido

Si bien, el consumo de porno entre los más jóvenes va en aumento, su conciencia sobre el mismo también es mayor. De este informe se desprende que existe un alto acuerdo en que la educación sexual es fundamental para evitar los efectos negativos del porno y la mayoría coinciden en que el porno es perjudicial en edades tempranas y en que genera desinformación. Aunque de nuevo, ellas son las más concienciadas con los prejuicios del porno.

El 66% de los encuestados coincide en que la pornografía discrimina a las mujeres aunque casi un 30% opina que no está de acuerdo con esta afirmación. Las mujeres vuelve a ser mayoría en esta cuestión, ya que el 57% opina que la pornografía es discriminatoria mientras que tan solo el 30% de los hombres lo ve así.

Respecto al hecho de que la pornografía fomenta la violencia sexual y la cultura de la violación el 65% de los participantes aseguran que está de acuerdo mientras que el 27% no lo estaría. En esta ocasión con más diferencia entre lo que opinan las mujeres (54,7%) y lo que creen los hombres (22%).

"Parece que a medida que aumenta la edad la percepción de que el porno es perjudicial también cree", explica Sanmartín. "Las personas llegan al porno por casualidad y luego nosotros tenemos que encontrar las formas de reconducirlos para que sean conscientes de lo que están consumiendo, pero para ello queda aún una gran labor de pensar y de llegar hasta ellos", asegura Sanmartín.