Las donaciones en efectivo para el Banco de Alimentos no funcionan en Alicante: cae un 25% la recaudación de la gran recogida

La mayoría de ciudadanos prefiere aportar el producto físico a la fórmula de dinero en caja por la que han optado muchos supermercados

Una donación de Amancio Ortega de 5 tráiler de leche y 2 de aceite de oliva permite disponer de unos alimentos que ya no envía Bruselas

La recogida de alimentos se prolongará aún varios días en caja

La recogida de alimentos se prolongará aún varios días en caja / Pilar Cortés

J. Hernández

J. Hernández

La baja donación en efectivo para alimentos realizada por los clientes en caja, fórmula que han elegido este año la mayoría de supermercados para la gran recogida de alimentos, no funciona en la provincia de Alicante. La recaudación de la acción solidaria celebrada este pasado fin de semana para completar el último envío de alimentos que realizó Europa ha caído entre un 20% y un 25% con respecto a la de noviembre de 2022, tal y como explica Juan Vicente Peral, director del Banco de Alimentos de Alicante.

Peral ha señalado que las cadenas de supermercados eligen la fórmula que les resulta más cómoda para esta campaña, que puede ser la donación económica en caja, la tradicional de producto físico, "mucho más favorable para la gran recogida" aunque "son los menos", o una mixta. "La donación monetaria en caja es mucho más fría para las personas maduras. Es más distante la entrega en dinero, no tiene el mismo sentimiento que la entrega de producto físico. Echan mucho de menos el tema de la donación física, más cálida y próxima, pueden dar con su mano lo que necesita la otra persona".

"La donación monetaria en caja es mucho más fría para las personas maduras. Es más distante la entrega en dinero, no tiene el mismo sentimiento que la entrega de producto físico"

Juan Vicente Peral

— Director del Banco de Alimentos

Esto ha causado una reducción respecto al pasado año en la recogida. "Si fuera de producto físico (es decir, recogida a granel) estamos seguros de que se mantendrían las cifras, salvando la inflación, la subida de precios y otras circunstancias. Las principales cadenas han elegido la donación en caja y eso resta posibilidades sin duda en los ciudadanos de mediana edad hacia arriba. Esperamos que los días en que se prolonga la donación económica pueda compensar esa reducción", pues desde este lunes y hasta el 6 de diciembre, la campaña continuará con donaciones monetarias en las líneas de caja.

La Gran Recogida 2023, lleva a cabo por los 54 Bancos de Alimentos asociados a la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL), tenía por objetivo de recaudar 23 millones de kilos en toda España para luchar contra la pobreza alimentaria, con el fin de contrarrestar el descenso de las donaciones del 40% del año pasado debido al encarecimiento de los precios de los alimentos y al aumento de la inflación. Es decir, que lo recogido en la provincia estos tres días pasados está por debajo de una cifra que en 2022 fue menor a la de ediciones anteriores.

Todas las donaciones monetarias se convertirán íntegramente en alimentos de primera necesidad que se irán suministrando a los bancos de alimentos. En el caso de la provincia, Peral calcula que serán unos 250.000 kilos de alimentos que ayudarán a miles de familias (unos 75.000 beneficiarios en la provincia) a subir "la cuesta de enero".

Leche y aceite

Este año, por otro lado, la UE no ha enviado ni leche ni aceite. Una carencia que se está cubriendo gracias a una donación de Amancio Ortega de 8 millones de euros para adquirir estos productos solo para la provincia de Alicante pues ha dado 50 millones a Cáritas, Cruz Roja y la Federación de Bancos de Alimentos para este fin en todo el país.

En el caso de la provincia, le han correspondido con ese dinero 5 tráiler de leche y dos de aceite de girasol, y la fundación realizará otras dos entregas de estos alimentos en febrero y abril.

Esta recogida complementará los  2,2 millones de kilos de comida (por un valor de 4 millones de euros) que mandó Europa a la provincia en octubre. Fue la última entrega de lotes físicos, que se distribuirán a los beneficiarios hasta el día 30 de noviembre a través de 238 organizaciones asociadas de reparto en las distintas localidades alicantinas.

La fórmula tradicional de entrega de alimentos se va a modificar. A partir del año próximo la comida no llegará en producto físico, como hasta ahora, sino que se repartirán vales de compra a los beneficiarios. Esta medida tendría que haber entrado en vigor en 2021: las autoridades comunitarias se han tomado tres años de transición para implementar cómo pero aún no han dado con el método.

Esto conlleva que la llegada de alimentos de Europa para las familias desfavorecidas de la provincia de Alicante (y del resto del país) está en el aire, algo que inquieta a las entidades que se encargan de la distribución de la comida para los más vulnerables: los Bancos de Alimentos y Cruz Roja como organizaciones asociadas de distribución designadas para esta tarea.

Preocupación por 2024

Peral ha reiterado este lunes la gran preocupación por lo que sucederá en el primer semestre de 2024. "Los servicios públicos de la Generalitat Valenciana han de poner en marcha la expedición de tarjetas de compra correspondientes a las personas que necesitan ayuda para comprar en cualquier comercio que aún no se han puesto en marcha. El sábado pasado, el equipo de gestión de la Generalitat no tenía noticias del cambio de gestión. Con los que tenemos podemos llegar a febrero o marzo, pero desde entonces hasta que se muevan las tarjetas no habrá nada pero las necesidades siguen".

Otro problema es que los vales solo se entregarán a familias con menores a su cargo. "Mi pregunta es si los que no tienen hijos a su cargo van a quedar en manos solo de la donación privada. Estamos muy preocupados, son muchos problemas por resolver tras tres años de interinidad". Peral incide en que los conflictos constantes, los últimos los de Ucrania y Gaza, impiden que la necesidad disminuya.