Qué hacer y qué no ante un incendio en casa

Los bomberos municipales de Alicante apuntan al riesgo eléctrico como el foco que más fuegos provoca en las viviendas junto los descuidos en la cocina

Evitar la acumulación de dispositivos en las regletas, realizar la carga los aparatos electrónicos durante el día, comprar electrométricos con certificado europeo e instalar detectores de humo en la vivienda, entre las recomendaciones de los expertos

Incendio de una vivienda en el barrio de San Gabriel.

Incendio de una vivienda en el barrio de San Gabriel. / ALEX DOMÍNGUEZ

Lydia Ferrándiz

Lydia Ferrándiz

La prevención es la mejor arma contra los incendios en vivienda. Este es el mensaje que los bomberos municipales de Alicante intentan transmitir a las personas que durante estas últimas semanas han visto incrementado su miedo a que un fuego consuma su hogar sin saber reaccionar. Los sucesos ocurridos en el edificio de Campanar en València, consumido por las llamas en el que fallecieron diez personas, o el trágico incendio que esta semana se ha cobrado la vida de tres personas de una misma familia en un piso de La Vila, ponen sobre la mesa la importancia de saber cómo actuar en caso de que un fuego se desate en nuestra vivienda pero, si cabe, hace más importante que nunca conocer cómo evitar que se produzca el fuego.

Para ello, los bomberos de Alicante tienen en marcha tres campañas de prevención específica con las que buscan ofrecer a los alicantinos los conocimientos para que sepan actuar ante una emergencia en sus hogares. La más desconocida hasta la fecha es la que más se reclama desde hace dos semanas en la ciudad: la de prevención de incendios en el hogar que coordina el bombero José Juan Ramírez. "Buscamos explicarle a la gente cómo hacer que sus hogares sean espacios más seguros, que identifiquen los riesgos, que se protejan y, si todo falla, que sepan qué hacer ante un incendio en casa", explica Ramírez, quien admite: "El riesgo cero no existe, no podemos acabar con todos los incendios de la ciudad, pero estamos convencidos de que gracias a la prevención podemos acercarnos a la cifra cero de fallecidos en incendios en viviendas, que al final es lo más triste cuando ocurren desgracias de este tipo".

El principal foco de incendios en viviendas, y el más difícil de eliminar para los bomberos, es el riesgo eléctrico, tal y como sucedió, según la investigación, en el incendio de La Vila. La rápida incorporación de aparatos electrónicos en los hogares ha ocasionado que aparezcan nuevos elementos que pueden provocar fuegos que antes no existían. Conectar muchos dispositivos de forma simultánea en una única regleta, cargar el móvil mientras dormimos o comprar pequeños electrodomésticos que no cuentan con el certificado europeo CE, como luces de navidad o un calefactor de baño, se encuentran entre las principales causas de que se produzca un cortocircuito fortuito en una vivienda. Y ahí insisten los bomberos. "En nuestra mano está mejorar las condiciones en las que tenemos los aparatos eléctricos en casa, conectar una regleta a otra para disponer de más enchufes nunca es una buena idea porque se sobrecalienta y puede provocar un incendio. Lo mejor es apagar todo aquello que tenga interruptor, pero con cabeza, no vamos a desconectar lavadoras o neveras, solo evitar aquello que veamos que puede ser un problema", apunta Ramírez.

La siguiente causa de incendio más común en vivienda son los fuegos ocurridos por descuido o accidente, algo "inevitable", según los bomberos. Entre estos casos, el más frecuente es el que ocurre en la cocina por dejar una sartén con aceite al fuego más tiempo del conveniente o utilizar los calefactores para secar ropa en invierno. "Nadie es infalible y todos podemos distraernos por ejemplo si nos llaman al móvil mientras cocinamos y esa llamada dura más de la cuenta. Con el aceite lo que tenemos que tener en cuenta es que no podemos apagar ese fuego con agua porque se produciría una llama muy grande que podría quemarnos, ahí lo mejor es cubrir el fuego con un trapo para que se extinga solo", asegura el bombero Ramírez.

Actuar ante el fuego

¿Y qué hacer si ya se ha producido el fuego? Una vez que se declara un incendio en la vivienda los bomberos municipales de Alicante explican que existen dos posibilidades: que el fuego se haya detectado de forma precoz o que ya se encuentre bastante extendido. Ambos casos, a la hora de actuar, son diferentes y requieren formas de enfrentarse distintas por parte de las personas que se encuentran en la vivienda.

"Lo primero que hay que hacer si detecto un incendio en el hogar es ver si puedo extinguirlo por mí mismo o si no me veo capaz", explica Ramírez, para añadir a continuación: "Si me veo capaz de actuar puedo intentar sofocarlo con ayuda de un extintor o de un vaso de agua, pero si no me atrevo —prosigue el bombero— debo confinar el incendio cerrando la puerta donde se esté produciendo e ir poco a poco cerrando el resto de puertas de la vivienda hasta abandonar el hogar". Una vez fuera, según explica, es cuando se debe alertar al 112 de que hay un incendio y serán los bomberos los que acudirán a la vivienda en "apenas diez minutos".

Si, por el contrario, ya es demasiado tarde y la casa se encuentra llena de humo, los bomberos recomiendan permanecer en una habitación bien ventilada, con una ventana que dé al exterior, y taponar la rendija de la puerta con una toalla. En La Vila, sin embargo, los vecinos salieron del edificio, ante el pánico por el incendio días antes en València, lo que aumentó la nómina de heridos por inhalación de humo. "Es importante actuar así cuando vemos que la vivienda ya está llena de humo y vemos que es imposible acceder a la puerta de casa. Lo mejor es quedarse confinado en la habitación más alejada de las llamas y llamar al 112. En estos casos, mantener la calma y quedarnos en casa es fundamental porque aumenta tu capacidad de supervivencia más que suficiente, lo otro es muy arriesgado y puede causar la muerte", indica Ramírez.

"La determinación de bajar hacia abajo y abandonar el edificio es dudosa por sus reducidas probabilidades de éxito, pero ir hacia arriba es mucho peor"

José Juan Ramírez

— Coordinador de la campaña de prevención de incendio en viviendas

En el caso de que el fuego se produzca en otra vivienda, el consejo de los efectivos de bomberos municipales es claro: hay que quedarse en casa. "La propagación del fuego de una vivienda a otra es muy complicado y hacer una evacuación de todo el bloque es muy peligroso. Por ejemplo, si hay un incendio en el primer o en el segundo piso y nosotros vivimos en el séptimo lo más probable es que el humo del incendio ya haya llenado el hueco de la escalera cuando quiera salir de casa. Si en ese momento quieres salir y se te olvidan las llaves de casa para volver a entrar puede que te veas atrapado en una chimenea de humo y que nunca puedas llegar hasta abajo", prosigue Ramírez.

El mismo caso, pero a la inversa, es el que puede ocurrir al tratar de alcanzar la azotea de los edificios para huir de las llamas. Esta medida es la que menos recomiendan los profesionales que se dedican a extinguir incendios por ser "la peor decisión" que se puede tomar. "La determinación de bajar hacia abajo y abandonar el edificio es dudosa por sus reducidas probabilidades de éxito, pero ir hacia arriba es mucho peor porque el humo tiende a subir de forma muy rápida, y siempre va a correr más que tú. Si consigues llegar a la azotea y ves que está cerrada puedes quedarte atrapado por el humo en el hueco de la escalera y estarías prácticamente ante una muerte segura por inhalación de humo", afirma el bombero.

Un pitido que salva vidas

Si hay un elemento que destaca en las campañas de prevención que realizan los bomberos de Alicante es el detector de humos. Un aparato de pequeño tamaño, fácil de instalar, con un mecanismo de funcionamiento sencillo y de larga duración que es considerado por los efectivos como una "pieza clave" en la detección precoz de incendios en viviendas. "El detector de humos es un aparato que funciona cuando el humo entra en contacto con el dispositivo. En ese momento emite un sonido muy alto para alertar de que existe un pequeño fuego en la vivienda", destaca Ramírez, quien añade que "el aparato no extingue el incendio ni alerta a los bomberos". "Simplemente te alerta y lo cambia todo, puede suponer la diferencia entre poder abandonar tu vivienda cuando el fuego aún no es importante y que te despiertes cuando ya es demasiado tarde", agrega.

Estos aparatos pueden encontrarse en cualquier establecimiento comercial como ferreterías o tiendas de bricolaje y también online, y tienen un coste reducido. Los bomberos recomiendan comprar aquellos que funcionan con una batería externa, ya que, en caso de incendio eléctrico en el que se produzca un cortocircuito, nunca dejaría de funcionar. "En casa tienes que colocar tantos como a ti te hagan sentir seguro, es el mínimo es uno, pero el máximo lo pones tú, todo depende del tamaño de tu casa. Es preferible colocarlos en el centro de las habitaciones o en las cocinas alejadas de los fuegos", prosigue el bombero responsable de las campañas informativas.

El detector antiincendios que recomiendan los bomberos de Alicante.

El detector antiincendios que recomiendan los bomberos de Alicante. / ALEX DOMÍNGUEZ

Un "mapa" antiincendios

Hace tres años, los bomberos municipales de Alicante pusieron en marcha el primer Código QR del Plan de Seguridad, Intervención y Revisión en Edificios de Gran Altura, EGA, que de forma pionera elaboraron los efectivos del Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento (SPEIS). Este sistema vanguardista en España facilita digitalmente a los bomberos toda la información técnica necesaria para intervenir en la extinción de un incendio en los 135 edificios de gran altura de más de doce plantas de la ciudad.

La última actualización de estos documentos se ha llevado a cabo estas dos últimas semanas, tras el trágico incendio ocurrido en València, para actualizar los informes por si existiera en Alicante alguna fachada con características similares a la del edificio de Campanar. "La prevención de estos estudios consisten en tener información básica del edificio que nos interesan en caso de intervención como acceso o escaleras y, desde el día 22 de febrero, hemos hecho una mayor incidencia en las fachadas. Por suerte, hemos averiguado que los 135 inspeccionados ninguno tiene las características, ni siquiera similares, al incendiado en València", confirma Francisco Javier Domínguez, cabo del SPEIS.

Toda esta información recopilada queda almacenada en un documento al que los efectivos de bomberos tienen acceso y que les permite conocer las singularidades de los inmuebles antes de llegar al incendio, facilitando la actuación. "Tener este conocimiento reduce muchísimo el tiempo de intervención y el esfuerzo físico, y nos permite dedicar ese tiempo y ese esfuerzo en otros recursos y objetivos como el rescate o la extinción, que pueden ser simultáneos, de esta forma podemos meter más músculo donde más falta hace", indica Domínguez.

Este proyecto no solo consiste en elaborar este tipo de informe, sino que también ha permitido inspeccionar las columnas secas de todos los edificios y saber si cuentan con ellas o no. "Algunos edificios no tienen porque cuando se construyeron no eran obligatorias y otros que sí que tienen detectamos si se encuentran en buen estado. Cuando vemos una incidencia lo comunicamos a la comunidad y ellos son los primeros interesados en solucionar la situación. Ahora nuestra intención es llegar a revisar las columnas secas de edificios de menor altura en la ciudad para ampliar nuestro conocimiento. No podemos cambiar el terreno de juego, pero podemos adelantarnos para ganar el partido", apunta el cabo del SPEIS.

"Desde bomberos seguimos trabajando en estas campañas e intentando llegar a más gente, para ello necesitamos que el departamento de prevención crezca en personal"

Daniel González

— Jefe de Bomberos de Alicante

Este "mapeo" de edificio es único en el país y forma parte del impulso que desde el cuerpo se hace en materia de prevención. El jefe de Bomberos de Alicante, Daniel González, asegura que estos trabajos son "vitales para las intervenciones". "Estamos invirtiendo muchísimo esfuerzo en prevención y, si seguimos así, de aquí a diez años la perspectiva es que nuestro sistema de prevención se encuentre entre los mejores. La prevención salva vidas y por eso estamos intentando tocar todas las patas", añade el responsable del cuerpo, quien reivindica personal: "Desde bomberos seguimos trabajando en estas campañas e intentando llegar a más gente, para ello necesitamos que el departamento de prevención crezca en personal, ya que tenemos que tener una plantilla capaz de llegar a todo y seguir dedicando esfuerzos a la prevención sin que reste en el día a día porque hace falta mucha gente y mucho músculo para trabajar la prevención".

Aprender desde la infancia

De todas las ramificaciones con las que cuenta el programa de prevención que llevan a cabo los bomberos municipales de Alicante, la campaña "Educa Stop al Fuego" es con la que los efectivos pretenden educar desde la infancia para que pequeños y mayores de todas las etapas sepan comportarse ante el fuego y que no corran riesgos innecesarios.

"Un chaval de 13 años ya puede coger un extintor y apagar un incendio sin problemas"

Javier Ramos

— Sargento del SPEIS y coordinador de la campaña educativa

La campaña está dividida en dos franjas de edad, una en la que se incide en los estudiantes de infantil y primaria para que tengan una primera iniciación en la cultura de la prevención y otra con los más mayores para que aprendan a actuar contra el fuego. "El mensaje lo damos jugando, hacemos talleres de humo en los que llenamos una habitación de humo inocuo y les enseñamos a escapar o en la que ven lo que es el fuego sin dramatizar. Si son más pequeños tenemos un teatro con marionetas y les explicamos las cosas de forma muy sencilla", explica Javier Ramos, sargento del SPEIS y coordinador de la campaña educativa.

Los más pequeños visitan el parque de bomberos en excursiones escolares durante todo el año.

Los más pequeños visitan el parque de bomberos en excursiones escolares durante todo el año. / ALEX DOMÍNGUEZ

Cuando son adolescentes, el tipo de curso se adapta a edades más avanzadas. "Un chaval de 13 años ya puede coger un extintor y apagar un incendio sin problemas. Les explicamos que si tienen un extintor cerca y saben usarlo pueden apagar una llama pequeña que se haya producido en la cocina, pero sin jugar a ser bomberos. Les damos consejos como a los adultos: que si ven riesgo cierren las puertas, salgan de casa y nos avisen. Además, aprender a utilizar una boca de incendios equipada, la manguera que pueden ver en cines o garajes y que muchas veces no saben como se utiliza o que piensan que es solo para bomberos", apunta Ramos.