Santa Pola enfrenta otro verano con tres de ocho chiringuitos sin abrir

El Ayuntamiento lleva dos años sin licitar los nuevos quioscos porque sigue sin resolverse el contrato con el concesionario

La oposición carga contra la falta de servicios y pide demoler Peña Grande

El antiguo Peña Grande Abandonado junto a un chiringuito cerrado

El antiguo Peña Grande Abandonado junto a un chiringuito cerrado / Matías Segarra

J. R. Esquinas

J. R. Esquinas

Tres de ocho son los chiringuitos junto a las playas de Santa Pola que están sin abrir desde hace dos veranos por estar enquistados administrativamente. El Ayuntamiento inició en febrero de 2021 la resolución del contrato de tres quioscos por impagos del concesionario y hasta la fecha, casi dos años y medio después, sigue sin resolverse el expediente.

El gobierno local en aquella época dijo que se estaban incumpliendo los pliegos, ya que no se estaba prestando servicio y tampoco se estaban pagando los cánones oportunos. Entonces estimaron que la falta de ingresos repercutiría en las arcas municipales en 200.000 euros, sin contar lo que se sigue sin pagar hasta la fecha, según el ejecutivo.

Santa Pola enfrenta otro verano con tres de ocho chiringuitos sin abrir

Una gaviota pasa por uno de los quioscos que lleva más de dos años cerrado en el paseo y junto a Peña Grande / Matías Segarra

Esta situación ha desembocado en que vecinos y visitantes se topen a diario con el caso más extremo. En la plaza de Castilla permanece desde la primavera del 2018 el esqueleto de lo que fue Peña Grande tras expirar la concesión. Aunque Costas requirió la demolición la administración local no dio el paso. El tiempo pasó y ese mismo año se colocó a apenas tres metros un chiringuito con la estética aprobada por el cuatripartito aunque con la pandemia dejó de estar en funcionamiento hasta ahora.

Desde entonces la zona ha ido aumentando su nivel de degradación ya que resulta chocante ver dos instalaciones turísticas de este tipo cerradas y tan cerca, que al menos por este verano seguirán donde están. En aquella época el ejecutivo local hablaba de preparar ya una nueva licitación para darles salida a esos chiringuitos que habían bajado la persiana.

Plan

En este punto, desde la concejalía de Contratación reseñan que están negociando con Costas un ambicioso proyecto que contemplaría una mejora del paseo desde el Ayuntamiento hasta Santiago Bernabéu por el que se eliminaría la plaza en altura sobre la que se asienta Peña Grande. El plan, del que ya se hablaba en el anterior mandato, constaría de tres fases y comprendería también la esperada demolición de este inmueble que lleva años sin uso y que se ha convertido en foco de insalubridad.

Santa Pola enfrenta otro verano con tres de ocho chiringuitos sin abrir

Uno de los chiringuitos que sí que ha abierto este verano / Matías Segarra

Si bien, desde el ejecutivo local no ponen plazos para desarrollar sus planes porque tampoco tienen la aprobación definitiva de la Dirección General de Costas. De igual forma, también esperan a un estudio de regulación del Cabo para poder plantear si debe instalarse un quiosco donde se encontraba el de La Ermita que cerró.

Reiteran que el modelo de chiringuitos que se ejecutó en el mandato del 2015 al 2019 bajo el gobierno de PSOE, Compromís, Podemos e Izquierda Unida no les gusta, por lo que las próximas licitaciones que se saquen de quioscos esperan que cuenten con otros servicios que serían más atractivos para empresarios, como que se pueda poner música de forma regulada o se permita instalar sistemas para cocinar como una freidora, algo que en los últimos pliegos estaba prohibido, según Ángel Piedecausa, edil de Playas.

En estos momentos los que sí que funcionan están repartidos entre el Cabo, Santa Pola del Este, en el paseo Vicealmirante Blanco, Varadero y Santiago Bernabéu.

Críticas

La oposición también ha reaccionado a la situación en el frente litoral. Desde el PSOE valoran como «incomprensible» que sigan sin licitarse los chiringuitos y sin derribarse el Peña Grande ya que aseguran que cuando gobernaron dejaron presupuestada la demolición.

Desde Vox reiteran que la situación tampoco es sostenible porque al haber tres quioscos sin utilizar «son pérdidas para el Ayuntamiento». Més Santa Pola también espera que se devuelva al estado natural el paseo y duda que sea en el corto plazo.