Da a luz sobre el césped de una rotonda en Benidorm tras esperar más de 20 minutos la llegada del SAMU

El césped de una rotonda de Benidorm ha sido esta mañana el lecho en el que ha llegado a la vida una pequeña bebé que tenía mucha prisa por llegar. Y a cuyo nacimiento prematuro se ha unido también la tardanza de la llegada de los servicios sanitarios de emergencia, que se han demorado más de 20 minutos en acudir al lugar, pese a la llamada de urgencia realizada por una familiar de la parturienta al 112 y la insistencia de dos policías locales en solicitar sus servicios.

Los hechos han tenido lugar pasadas las 8.40 de este martes, cuando una llamada al teléfono de emergencias alertaba de que una mujer se había puesto de parto en mitad de la vía pública, junto a una rotonda ubicada en la intersección entre las calles París y Pekín, en la parte alta del Rincón de Loix.

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Inmediatamente, dos agentes de la Policía Local de Benidorm que patrullaban por la zona han acudido a apoyar esta emergencia. Pero lo que ninguno de ellos se podía jamás imaginar es que fueran a ser estos agentes quienes acabaran ayudando a la madre a traer al mundo a su hija ante la demora de los servicios sanitarios.

Fuentes policiales han explicado que, cuando han llegado al lugar de los hechos, se han econtrado a la mujer, de unos 30 años de edad, tendida sobre el césped de la rotonda y acompañada por otra mujer que les dice ser su hermana. Les explican que la parturienta está de 36 semanas de gestación y que las contracciones le han empezado de repente, que son muy fuertes y que le impiden mantenerse en pie, motivo por el que han llamado al 112.

Los agentes examinan a la mujer y descubren que ha roto aguas, que está ya sin ropa interior, que presenta una dilatación de unos 4 centímetros y que sigue teniendo contracciones continuas y fuertes, lo que sumado a que ha tenido más partos previamente y que, por tanto, no es primeriza, anuncia que el parto puede producirse de manera inminente.

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Al no contar con medios precisos ni suficientes para llevar a cabo esta intervención y, ante el inminente alumbramiento, ambos agentes deciden que uno de ellos se dirija rápidamente el al centro de salud de Rincón de Loix, que se encuentra muy próximo a este lugar, para trasladar con carácter urgente hasta esta rotonda a un médico y enfermero, ya que la ambulancia continúa sin llegar.

Mientras tanto, el otro policía permanece en el lugar con la mujer, asistiéndola en todas sus necesidades. Acude a un hotel cercano para pedir unas toallas limpias, le presta apoyo cuando le viene una fuerte contracción, se quita la parte superior del uniforme para tapar a la mujer y, mientras que esperan la llegada de su compañero, el bebé acaba viniendo al mundo, siendo el propio agente quien se encarga de ayudar a la madre a extraerlo y a posarlo sobre su pecho, tras comprobar que se encuentra bien y que ha roto en un fuerte llanto.

Cuando ya ha nacido la niña, llega hasta el lugar el segundo policía quien, junto al equipo médico que se ha desplazado con él desde el centro de salud, prosigue con la intervención para asistir a la madre y la hija, así como para finalizar el alumbramiento de la placenta y el pinzamiento y corte del cordón umbilical.

Fuentes policiales han explicado que, en el parte de su intervención, los agentes dejan constancia de que han requerido "insistentemente" la presencia de una ambulancia y de servicios sanitarios y que "transcurridos 20 minutos la unidad SAMU(...) se persona en el lugar, trasladando a la madre e hija al Hospital Comarcal en buen estado".