Los residentes en las provincias de Alicante, Valencia y Castellón pueden prepararse para una Navidad 2020 que se parecerán al día de hoy. Esto es, con toque de queda (en la medianoche) y con la movilidad limitada al interior de la autonomía con el cierre perimetral de la Comunidad Valenciana salvo excepciones regladas. Si no hay una alteración importante en la evolución de la pandemia, este es el escenario que contempla el Gobierno autonómico.

La decisión final se adoptará, no obstante, a partir del 9 de diciembre. Esta es la fecha que se han marcado los responsables sanitarios del Ejecutivo de Ximo Puig para evaluar la situación del coronavirus en la autonomía. Hasta ese día, posterior al puente festivo de la Inmaculada, regirá la prórroga del cierre perimetral del territorio de la Comunidad y el resto de restricciones contra el coronavirus que hay impuestas, incluida la reducción de aforos y la prohibición de reuniones de no más de 6 personas. Ese será el momento, aseguran fuentes del Consell, para analizar los datos y decidir alguna variación, al alza o a la baja, de las restricciones para la Navidad 2020 en la Comunidad Valenciana.

Navidad 2020: restricciones para que no llegue una tercera ola

En todo caso, los criterios de la estrategia son los de serenidad y evitar movimientos disruptivos. Esto es, movimientos abruptos de las medidas adoptadas para frenar los contagios de coronavirus. En este sentido, lo que puede suceder en Navidad preocupa, señalan las fuentes citadas, por si pudiera provocar después una tercera ola.

Así, en el entorno del president de la Generalitat, Ximo Puig, consideran que el escenario más real a día de hoy para las fiestas de Navidad es una continuidad de la situación actual: un toque de queda en la misma franja horaria que ahora, limitaciones de las reuniones a 6 personas, limitación de horario y de aforos en la hostelería y cierre perimetral de la Comunidad Valenciana.

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El árbol de Navidad de Alicante, por primera vez en la Explanada Rafa Arjones

Nochebuena y Nochevieja

Esto último significa que no se podrían realizar viajes a otras autonomías para celebrar Nochebuena o Nochevieja ni se podrán celebrar cenas multitudinarias -ni siquiera en residencias privadas- ni tomar las uvas en una casa donde no se vaya a pernoctar, por ejemplo. No obstante, las fuentes consultadas apostillan a continuación que habrá que esperar para una decisión final a partir del 9 de diciembre. Una vez se analice la evolución epidemiológica, que parece que ha invertido su tendencia, se tomará la decisión final.

Las autoridades sanitarias valencianas quieren trabajar asimismo en los consejos interterritoriales para buscar que las restricciones de la Navidad 2020 en los distintos territorios sean homogéneas. Cataluña ya ha anunciado que quiere imponer en las citadas fiestas un toque de queda a partir de las 10 de la noche con el fin de prevenir repuntes de contagios.

En esta línea de medidas preventivas, el Ejecutivo valenciano pretende impulsar un adelanto de las compras navideñas para evitar grandes concentraciones durante los días punta de las fiestas. El objetivo es que las grandes plataformas de venta digital no sean las únicas beneficiarias de la pandemia, sino propiciar también compras adelantadas en el comercio local desde principios de diciembre.

Objetivo de las medidas para esta Navidad

Desde el Consell han sido reacios, hasta ahora, a adelantar qué pasara a finales de diciembre, aduciendo los cambios que pueden suceder en la evolución de la pandemia del coronavirus en cuestión de días. Precisamente ayer, la consellera de Sanidad, Ana Barceló, preguntada a respecto de cómo se aborda el «problema» de las fiestas navideñas aseguró que se tendrían que estudiar las medidas a implementar porque preocupa lo que pueda pasar en las fiestas navideñas, con la multiplicación de interacciones sociales, más después del giro en la evolución de la epidemia que supuso el puente del 9 d’Octubre. «Tenemos que ver todo lo que conlleve un aumento de las relaciones y encuentros sociales. Las Navidades, evidentemente, son propicias para esos encuentros y reuniones tanto familiares como sociales», manifestó ayer.

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«Por tanto, lo que tenemos que ver es qué medidas podemos implementar o qué recomendaciones hay que dar o imponer para evitar que las Navidades» se conviertan en «una situación descontrolada cuando terminen» porque no se han podido guardar y mantener las medidas de seguridad contra el coronavirus. Porque, aunque la Comunidad Valenciana se ha mantenido durante los últimos días como la región peninsular con la mejor incidencia acumulada de casos por 100.000 habitantes -ayer Galicia adelantó a la C. Valenciana- lo cierto es que la actual presión hospitalaria y el aumento de contagios registrado en la última semana tiene un claro punto de arranque: el aumento de reuniones sociales durante el puente de octubre. Es ahí, en los encuentros con amigos y familiares no convivientes donde se están dando seis de cada diez nuevos brotes porque, en familia, desaparece la sensación de peligro.

Así, el mismo 9 d’Octubre, la C. Valenciana podía presumir de ser la segunda, solo por detrás de Canarias, con mejor situación, con «solo» 100 casos de coronavirus por 100.000 habitantes en 14 días. Dos semanas después, a 23 de octubre, la IA había subido a 153 casos. Dos semanas más tarde, a 7 de noviembre, había 252 y el pasado viernes la tasa había escalado hasta los 311 casos por 100.000 habitantes. La tendencia parece ahora haberse invertido y ayer, la IA estaba en 299 cuando la media nacional es de 452.