Rovira da las riendas de Conselleria a los inspectores de Educación

Los inspectores de educación han desembarcado en los despachos de Campanar y se han hecho con los mandos. Sustituyen a docentes y directores de instituto y colegio, que eran quienes ocupaban antes los cargos políticos intermedios de Educación en la etapa del Botánic.

Esta idea estaba en la cabeza del conseller de Educación José Antonio Rovira (PP), mucho antes de recibir la cartera de su antecesora, Raquel Tamarit, pero ese día aprovechó su discurso para anunciarlo. Un objetivo de su mandato es dotar de mucho más músculo a la inspección educativa porque "se ha vaciado de competencias". Y lo está haciendo.

Esta conselleria se divide en tres partes: Educación, Universidades y Empleo. Cada rama la dirige un secretario autonómico, que tiene por debajo a varios directores generales que se encargan de aspectos concretos. En la rama de Educación el secretario autonómico es Daniel McEvoy, el hombre de confianza del conseller Rovira e inspector educativo de carrera.

McEvoy tiene al cargo cinco directores generales: de Personal Docente, de Centros Docentes, de Orientación Educativa y Política Lingüística, de Formación Profesional y de Innovación e Inclusión Educativa. De estos, solo la última directora general es maestra, el resto son inspectores educativos. Incluso varios puestos de subdirector y la directora territorial de valencia son inspectores.

Esta forma de gobernar contrasta mucho con la de la anterior Conselleria de Compromís y PSPV, donde la propia consellera Raquel Tamarit (y antes Vicent Marzà) eran profesores. El secretario autonómico Miguel Soler es profesor de Matemáticas, y la mayoría de directoras y directores generales eran maestras, o directores de colegio e instituto, como Ximo Carrión, Raquel Anrés o Lina Herranz (maestra y pedagoga).

En la rama de universidades y empleo se rodea igualmente de técnicos, cada uno de su ámbito. Y en concreto en la primera, el conseller fichó mucho talento de las cinco universidades públicas valencianas, espercialmente de la Politécnica, de donde viene la secretaria autonómica de universidades María Esther Gómez Martín.

Inspectores en las prácticas docentes

A estas bases hay que añadir que Rovira ya está tomando decisiones para que la Inspección Educativa tenga más importancia en la realidad de los centros. Este jueves, tras la Mesa Sectorial en la que todos los sindicatos se reúnen para hablar con Consellería, la directora general de Personal Docente, Sonia Sancho (también inspectora) les anunció que a partir de ahora los inspectores de Educación revisarán y decidirán sobre las práctias de los opositores en los centros.

Cuando un docente aprueba la oposición tiene que pasar antes por un periodo de 6 meses de prácticas en un centro. Hasta ahora, el docente tenía un tutor y el director del centro que supervisaban el trabajo. Al final se debían entregra tres informes; uno el docente, otro el tutor y otro el director.

La novedad es que el inspector de trabajo va a entrar en este proceso para tener la última palabra. Además de estos informes, un director comprobará in situ un día que se estén cumpliendo las prácticas. Cada año hay en torno a 1.600 funcionarios valencianos que tienen que realizar estas prácticas docentes.

Mesas sectoriales más técnicas

El sindicato mayoritario Stepv ha calificado de "innecesaria" esta incorporación del inspector educativo a la fase de prácticas ya que "hay profesionales en los centros que ya hacen este seguimiento diario". En su opinión "la inspección solo va a intervenir una vez, hecho que limita mucho una evaluación completa del profesorado".

De hecho, para el sindicato, ni siquiera sería necesario que estos funcionarios se sometieran a una fase de prácticas ya que "su experiencia docente ya la acredita" al superar las propias oposiciones. El decreto que regula las oposiciones obliga a todo el profesorado a hacer el año de prácticas excepto al que es ya funcinario de carrera y obtiene una nueva plaza por oposición, que tiene las prácticas convalidadas.

En la reunión de este jueves, los sindicatos también preguntaron sobre cuestiones como la mala gestión de las adjudicaciones docentes o los problemas del bus escolar, pero la directora general de personal no respondió a ninguna de ellas. Fuentes sindicales aseguran que con el anterior Consell era más habitual tratar "cuestiones políticas" o fuera del orden del día en estas mesas, pero que con el actual las reuniones se limitan a tocar los asuntos pactados.

Suscríbete para seguir leyendo