«No todos los días puede uno estrenar su corto en una sala de cine como Dios manda», dice Alex Rey, cortometrajsita alicantino que presenta hoy a las 12.30 horas en un pase para 150 personas su nuevo trabajo, La increíble vacuna del Doctor Dickinson, La increíble vacuna del Doctor Dickinsonen los cines Odeón de San Vicente del Raspeig, donde, además, trabaja de acomodador.
El también ilustrador y autor de títulos como Pop Corn, Best Seller, Tetas o La importancia de llamarse Amancio ha aprovechado el confinamiento para acometer su corto más largo -15 minutos de duración- y más trabajado -«es el que más me ha costado hacer», confiesa- dentro de su estilo de cine animado «casero», pero esta vez «mejorado» y en modo Juan Palomo, en el que Rey crea el guion, la animación, el diseño y hasta las voces de los personajes.
El tema no es otro que el único ahora, el coronavirus, pero «puede que esta sea la primera producción sobre la pandemia que se estrena en cines», apunta no sin razón Alex Rey, que ha trabajado a piñón estos cinco meses en su proyecto de animación más ambicioso y se ha dado prisa para que la historia que gestó en marzo se adelantara a la actualidad.
«Mientras el mundo se volvió loco de repente en marzo y todos hacían panes y pasteles, yo pensé: ''Verás como cuando se empiece a hablar de vacunas surgirá gente en contra y conspiranoicos''. Y con esa idea hice el corto», explica el director, que sitúa la historia de La increíble vacuna del Doctor Dickinson en 2024. En ese horizonte, «el mundo sigue patas arriba, hay un doctor que tiene la clave para resolver el problema... Pero todo tiene un precio». Y hasta ahí puede avanzar de la historia.
«En este trabajo he desarrollado una historia más compleja, con consecuencias sociales y políticas y un final muy rompedor», indica este seguidor de Cuarto Milenio, que se ha documentado mucho sobre cómo se procesa una vacuna para llevarla a la animación y ya auguraba el rechazo de una parte de la población «cuando en marzo aún estábamos en shock con el Resistiré del Dúo Dinámico. Lo que pensé hace cinco meses está pasando ahora: la carrera de las vacunas, las manifestaciones de personajes públicos... Incluso he podido meter a última hora un cameo de famosos», señala en referencia a un cantante por todos conocido.
Todo ello, impregnado de «humor adulto» y con una estética inspirada «en viejas películas de los 50», como Doce hombres sin piedad, El increíble hombre menguante o La ventana indiscreta para «darle un aspecto más cinematográfico».
«En realidad es una crítica a cómo reaccionamos como sociedad en estas situaciones, tanto los antivacunas como los que no ven nada oscuro. Es un tema universal, ahora muy actual y creo que tendrá mucho recorrido», concluye el cineasta.
