Azorín pisa de nuevo la RAE

No lo tuvo fácil Azorín para entrar en la Real Academia Española. En 1913, apadrinado porAntonio Maura, no fueron suficientes sus libros ni el reconocimiento de la crítica y de los escritores. Le arrebató la plaza Juan Navarro Reverter, una figura más política que literaria.

A la segunda, en este caso, fue la vencida y el 20 de mayo de 1924 fue elegido miembro en esta institución para ocupar la silla P. Cinco meses después leyó el discurso de ingreso en el que expresaba la continuidad de una España plural que no se basa en la religión o en la política, sino en la idea de que la vida es solo literatura con sus propios tiempos. El título fue Una hora de España y más que un discurso se ha considerado como uno de los ensayos que firmó el escritor de Monóvar.

De su silla P no se separó hasta su muerte en 1967. Pero ahora, 56 años después, José Martínez Ruiz vuelve a la RAE, coincidiendo con el 150 aniversario de su nacimiento, en forma de unas jornadas que pretenden analizar la aportación del escritor en diferentes facetas relacionadas con su trayectoria y su pertenencia a esta entidad cultural.

Académicos como ponentes

Carme Riera es la coordinadora de este encuentro, titulado Azorín de nuevo en la RAE, que se ha concebido en forma de tres mesas redondas en las que los protagonistas son académicos de número actuales que disertarán con la perspectiva del tiempo sobre la figura del autor de Castilla. 

La primera se celebra el miércoles, tras la inauguración a cargo del director de la RAE, Santiago Muñoz Machado, a las 18.30 horas. Félix de Azúa hablará de Azorín par lui -même; Pedro García Barreno, de La evolución de un anarquista; Luis Mateo Díez, de Azorín en los paisajes nihilistas, y Paloma Díaz-Mas, de La primera novela de Azorín, Diario de un enfermo.

La siguiente cita será el 14 de noviembre, con Carlos García Gual, que titula su ponencia Tres libros de Azorín; Juan Luis Cebrián, se centrará en Azorín, periodista; Pedro Álvarez de Miranda, en El léxico de Azorín, y Carme Riera, en Azorín y los clásicos.

La última sesión se ha programado para el 15 de noviembre, con las intervenciones de Soledad Puértolas, con la intervención Azorín, Baroja y el espíritu cervantino; Darío Villanueva, con Azorín y la novela lírica; Manuel Gutiérrez Aragón, con Azorín, espectador de cine; Miguel Sáenz, con Azorín, el cine y el momento.

Exposición

Paralelamente a estas jornadas, la Biblioteca y el Archivo de la RAE han organizado la exposición Azorín en el dintel, que se podrá ver durante la celebración de las jornadas en la sala de directores de la Academia.

La biblioteca ha seleccionado las obras más representativas sobre el autor, mientras que el archivo recorre la vida de Azorín como académico de número.

La selección abarca un recorrido por las diferentes facetas que tocó el escritor, de las que se exponen primeras ediciones o, en su defecto, las ediciones más antiguas de las que se dispone de algunas novelas, cuentos, obras de teatro, ensayos y recopilaciones de artículos.

Desde el punto de vista de su relación con la Academia, se incluye su discurso de ingreso, Una hora de España (1924), junto a su contestación al de Joaquín Álvarez Quintero (1925) y el que le dedicó Vargas Llosa, Las discretas ficciones de Azorín (1996).

Figura en la muestra, además, la primera edición de Fiesta en Aranjuez, homenaje organizado por Ortega y Gasset y Juan Ramón Jiménez en 1913, con motivo de no haber sido admitida su primera candidatura a la RAE.

Se han incluido también estudios sobre el autor a cargo de los académicos Ramón Pérez de Ayala, Julio Casares, Guillermo Díaz-Plaja, Dámaso Alonso, José Luis Castillo Puche, Mario Vargas Llosa y Carme Riera. Igualmente pueden verse noticias de periódicos de la época con motivo de su fallecimiento.

Académico de número

 Por lo que respecta a la selección documental del Archivo de la RAE recorre la vida de Azorín como académico de número desde su ingreso, hasta el pésame de la RAE a su viuda, Julia Guinda Urzanqui, en marzo de 1967.

También se exhiben una carta de Azorín referente a la impresión de su discurso de ingreso (1924); una carta del escritor sobre su voluntad de formalizar su situación respecto a la Academia con el juramento preceptivo ante el Instituto de España (1939); el acuerdo de la Academia de proponerle a la Accademia Nazionale dei Lincei como candidato español al Premio Antonio Feltrinelli de 1967 (1966); una carta de Azorín interesándose por el estado de salud del entonces director, Ramón Menéndez Pidal (1966), y un documento relativo a la asistencia de los académicos a la conducción del cadáver de Azorín desde la casa mortuoria a la Sacramental de San Isidro (1967). 

También se han seleccionado diferentes cartas de pésame de las academias americanas y algunos recortes de prensa.

Por último, se mostrará una medalla de bronce de Azorín anciano, hecha en 1990.