El expresidente de la CAM y de la desaparecida patronal provincial Coepa, Modesto Crespo, logró mejorar notablemente la facturación y la rentabilidad de sus concesionarios de coches en 2019, antes de que la aparición del covid hundiera el mercado automovilístico en todo el mundo. Así, según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil, Automóviles Crespo cerró ese ejercicio con una cifra de negocios de 21,2 millones de euros, lo que supuso un incremento del 14,5% sobre el ejercicio anterior, en que la compañía ya había logrado crecer en un porcentaje similar.

Una evolución que la propia firma atribuye al crecimiento que experimentó la economía nacional durante ese ejercicio. Por segmentos, la firma del expresidente de la CAM ingresó hasta 18,9 millones por la venta de vehículos nuevos y usados, un 14,2% más; mientras que la venta de recambios y los servicios -el taller mecánico- sumó alrededor 2,4 millones, con un incremento del 17%.

No obstante, a pesar del aumento de facturación por estos conceptos, la compañía cerró con un resultado de explotación antes de impuestos y amortizaciones (ebitda) negativo por importe de 304.484 euros, y fueron los ingresos financieros lo que propició el crecimiento del beneficio final de la firma, que se duplicó desde los 213.124 euros de 2018 a casi 427.000, según las mismas fuentes. El propio informe de gestión que acompaña a las cuentas destaca que el actual modelo de negocio de los concesionarios es el que propicia que saquen más rendimiento con la financiación que con la propia venta de los vehículos.

El informe también recoge la aparición del covid, pero señala que a la fecha de cierre de elaboración de los balances resulta imposible conocer cómo afectará a la compañía. En cualquier caso, sus gestores afirman que están llevando a cabo las gestiones oportunas con el objeto de hacer frente a la situación y minimizar su impacto. Crespo no quiso ayer realizar comentarios.

Mayoría accionarial

El informe de Automóviles Crespo señala que el expresidente de la CAM ostenta el 87,96% de las acciones de la compañía, unos títulos que en su día le sirvieron para avalar la fianza que se le exigió cuando fue juzgado por el falseamiento de las cuentas de la desaparecida caja, una causa en la que quedó absuelto. Crespo, sin embargo, aceptó su culpabilidad en la pieza que investigó el cobro de dietas a través de una filial, aunque la condena está pendiente del Supremo. En el año 2013, en plena polémica por las investigaciones sobre la caja de ahorros, Modesto Crespo decidió apartarse del negocio familiar, pero volvió a la presidencia de la firma en 2019, una vez finalizadas las causas judiciales.