El Elche solo dispone de 15 jugadores de campo para final contra el Celta

Machín tiene la plantilla en cuadro en el momento de más necesidad y Bragarnik sigue sin activar el botón de los fichajes

Pablo Machín dialoga con sus jugadores antes de comenzar un entrenamiento

Pablo Machín dialoga con sus jugadores antes de comenzar un entrenamiento / ÁXEL ÁLVAREZ

J. A. Galvañ

J. A. Galvañ

 La expedición del Elche CF llegó ayer al mediodía de Ceuta, con las lógicas caras de resignación después de la eliminación en la Copa del Rey a manos de un rival que es colista de la Primera RFEF.

El conjunto ilicitano no tiene tiempo para las lamentaciones porque este viernes (18.30 horas), en el estadio Martínez Valero, disputa un partido crucial para mantener vivas sus aspiraciones de, al menos, luchar por mantener la categoría. Los franjiverdes reciben al Celta, equipo que marca la frontera de la permanencia y que suma nueve puntos más. Una victoria permitiría recortar la distancia a seis y ver las cosas de otra manera

A perro flaco todo son pulgas y Pablo Machín afronta el importante envite ante los gallegos en una situación desoladora y con la plantilla en cuadro

El técnico del Elche solo dispone de 15 jugadores de campo y algunos de ello, como se vio frente al Ceuta, no están al nivel que requiere la actual situación del cuadro franjiverde. 

Álex Collado, con una rotura en el músculo del aductor; Josan Ferrández, que sigue recuperándose también de una rotura en el mismo lugar, que se produjo en la anterior eliminatoria de Copa frente al Guadalajara; y John Chetauya, con una rotura en el peroné, que le impedirá jugar hasta febrero son bajas. 

A ellos hay que añadir a Gonzalo Verdú y Domingos Quina, que tienen que ayer fueron sancionados con un partido por sus respectivas expulsiones en el anterior encuentro de LaLiga, frente al Atlético de Madrid. El capitán por ver una tarjeta roja directa y el centrocampista por dos amarillas, en apenas cuatro minutos. 

A esta cinco ausencias es muy probable que se unan Pol Lirola y Nico Fernández Mercau, quienes ya fueron bajas el martes en la Copa contra el Ceuta. El lateral derecho lleva varias semanas lesionado y el lateral izquierdo argentino sufrió una rotura en su muñeca

Ambos están entrenando con el grupo. Lirola no viajó a Ceuta para intentar ponerse a punto. Podría entrar en la convocatoria, después de un tiempo considerable alejado de los terrenos de juego, tampoco está a su mejor nivel y con el ritmo necesario para afrontar la «final» contra el Celta.

Por su parte, Nico va a depender de si le pueden quitar la férula. Su regreso no es tan urgente porque para la posición de lateral izquierdo Machín cuenta con Carlos Clerc y Lautaro Blanco. 

Los dos lo tienen complicado para estar disponible, aunque, debido a la urgencia, podrían arriesgar y entrar en la lista de convocados. 

Los jugadores del Elche, durante un entrenamiento

Los jugadores del Elche, durante un entrenamiento / ÁXEL ÁLVAREZ

De momento, al margen de los porteros Edgar Badia y Axel Werner, el entrenador del Elche solo dispone de 15 efectivos de la primera plantilla: Helibelton Palacios, Pedro Bigas, Diego González, Enzo Roco, Carlos Clerc, Lautaro Blanco, Tete Morente, Omar Mascarell, Gerard Gumbau, Raúl Guti, Fidel y los cuatro delanteros: Pere Milla, Roger Martí, Lucas Boyé y Ezequiel Ponce

A ello hay que unir el cansancio del encuentro del martes y del viaje a tierras norteafricanas. La situación es preocupante y más sabiendo que en el mes de enero el conjunto ilicitano se va a jugar casi todas sus aspiraciones de poder seguir con vida en Primera División, con cuatro partidos frente a rivales directos: Celta, Cádiz, Osasuna y Sevilla

Machín, pensativo, en un entrenamiento

Machín, pensativo, en un entrenamiento / ÁXEL ÁLVAREZ

Los fichajes no llegan

A pesar de la urgencia y de la necesidad perentoria, el propietario del club sigue sin activar el botón verde de los fichajes para que puedan llegar los refuerzos que precisa el equipo, sobre todo en la parcela defensiva

Parece complicado que pueda llegar alguno antes del encuentro del viernes. Y si lo hace, apenas habrá podido entrenar, lo que complicaría más todavía su participación. 

Una derrota o un empate ante los gallegos agudizaría más si cabe la situación. Todo el mundo es consciente de ellos y está esperando que Bragarnik actúe.

Después del choque ante los celtiñas habrá un pequeño respiro y el Elche no volverá a jugar hasta el lunes 16 de enero en Cádiz. Pero para ese momento ya podría ser, incluso, tarde. La luz roja de emergencia está enchufada en el Martínez Valero