Elche busca una imagen uniforme para el cementerio con lápidas iguales para los nuevos nichos

El Ayuntamiento de Elche ha iniciado el camino para tratar de dar una imagen lo más homogénea posible a su Cementerio Nuevo y a medida de que contrata la construcción de nichos también lo hace con las lápidas. Con ello, el equipo de gobierno también pretende ofrecer a los ciudadanos un servicio añadido con el que se deja a los familiares de los difuntos la libertad de elegir la losa con la inscripción del fallecido.

Con esta medida de largo recorrido, el equipo de gobierno está buscando conseguir la uniformidad de un camposanto que crece año a año en nichos y que tiene pendiente una importante ampliación de alrededor de 32.000 metros cuadrados. 

Mientras en Elche tener una lápida escogida por el Ayuntamiento e igual a la del resto de nichos es una opción, en otros municipios se ha empezado a convertir ya en una obligación con tal de evitar las lápidas de colores y de multitud de materiales y ornamentos. Un ejemplo de ello es la localidad valenciana de Sueca.

El Ayuntamiento ilicitano comenzó a ofrecer esta posibilidad tras la construcción hace dos años de 1.320 nichos en la manzana J del Cementerio Nuevo. Entonces, según explicó el concejal del área, Héctor Díez, se pensó en que las unidades de enterramiento que se ofrecieran a las aseguradoras a aquellos que pagaran por una nueva concesión incluyeran por primera vez la lápida, lo que se traduciría en abaratarles los costes. 

Almacenadas

Sin embargo, tras aquel primer intento, el concejal socialista admite que hubo «un porcentaje de la ciudadanía que decidió no utilizarla y optó por escoger otra». Aquello desembocó en que el Ayuntamiento acabara almacenando un «buen número de lápidas». El pasado otoño el Cementerio Nuevo acogió la construcción de otras 337 unidades de enterramiento. Sin embargo, el proyecto que aprobó el equipo de gobierno y que después sacó a licitación ya no contempló esa posibilidad de incluir la lápida. 

Cuando se adjudicó la obra, la dirección facultativa vio entonces conveniente aprovechar las lápidas que el Ayuntamiento tenía almacenadas para darles salida, tal y como reconoce el concejal de Cementerios, quien asegura que se realizó un estudio previo para valorar la viabilidad de incorporar las losas inutilizadas del millar de nichos que se construyeron con anterioridad.

Más caro

También fueron necesarios otros informes porque esas lápidas en desuso había que transportarlas para adaptarlas a las nuevas medidas, ya que no coincidían, había que adaptarlas al forjado, a los soportes y reparar las que estaban mal conservadas.

Todo ello, acabó encareciendo el precio de esos 337 nichos y el Ayuntamiento ha accedido a pagar un 14% más (42.000 euros que se suman a los 280.000 euros por los que se adjudicaron las obras).

Un coste que el equipo de gobierno ha decidido asumir para seguir ofreciendo a los ilicitanos las lápidas que otros rechazaron con el fin de «dar un mejor servicio a los ciudadanos», destaca Díez, quien también es consciente de en estos difíciles momentos son muchos los que siguen manteniendo unas costumbres determinadas para escoger unas lápidas concretas y no otras. 

Aún así, el equipo de gobierno ha pensado que dar la posibilidad de escoger es la mejor opción dentro de ese difícil desafío que supondrá conseguir con el tiempo una imagen lo más uniforme posible de un camposanto que mide unas 11,648 hectáreas con vistas a crecer.