Análisis

La Dama de Elche entra en campaña

Puig vuelve a vender ilusión con uno de los temas más hirientes con la ciudad que niega su partido: el préstamo del busto, para plantear subsede del MAN

Ximo Puig, en 2016, en una visita a La Alcudia, contemplando una réplica de la Dama. | MORELL/EFE

Ximo Puig, en 2016, en una visita a La Alcudia, contemplando una réplica de la Dama. | MORELL/EFE / M.Alarcón

M.Alarcón

¿Qué sería de unas elecciones municipales en Elche sin ver a todos los partidos prometiendo el regreso de la Dama? Este jueves, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, oprimió el botón que coloca de nuevo al busto en mitad de una carrera electoral más que en el centro de un debate serio porque su partido, con tanto rechazo, lo ha convertido en estéril. Y él lo debe saber mejor que nadie porque se fue a Madrid a hablar del tema, en plena pandemia, con el ministro de Cultura, Miquel Iceta, y no logró nada.

La Dama de Elche

La Dama de Elche / MUSEO ARQUEOLÓGICO

Fue en una entrevista en TeleElx, a una pregunta del periodista Salvador Campello, cuando el primero de los valencianos, en una postura que parece tan firme como la que muestra ante un tema muchísimo más delicado como es el del recorte del trasvase Tajo-Segura, se pronunció no sólo a favor una vez más del préstamo sino que llegó a decir que Madrid no puede capitalizar todos los museos nacionales y que Elche debería ser una subsede del MAN (Museo Arqueológico Nacional), donde se encuentra el busto. Y añadió que aquí, en la ciudad, debería estar toda la exhibición museística de una época, la del mundo ibero, porque la Dama, y en eso no le falta razón, es la más preciada de todas las piezas de ese periodo que tiene España. Quizá Puig no sepa que desde 2017 está en Jaen -sí, en Jaen- la sede del Museo Nacional Ibero, inaugurado por los Reyes de España e igual, si de algo debería ser subsede Elche, es de éste, no del de Madrid, ¿no?

"Hemos defendido y vamos a seguir defendiendo"

Este viernes, la Generalitat encontró una oportunidad, que más parecía una promesa electoralista que otra cosa, en la respuesta de Puig sobre la Dama e hizo público un tuit reproduciendo el vídeo de la entrevista en la televisión local ilicitana acompañado de las siguientes frases: «La Dama tiene que volver a Elx, ¿por qué todos los Museos Nacionales tienen que estar en Madrid? Queremos que una sección del Museo Arqueológico nacional se ubique en Elx». Y en el vídeo, Puig dice: «Hemos defendido y vamos a seguir defendiendo que la Dama por supuesto debería estar en Elche. Los museos nacionales no tienen por qué estar en Madrid. No tiene que estar todo centralizado. ¿Por qué no una sección o una parte del Museo (Arqueológico) Nacional se ubica de manera definitiva en Elche?». «El centralismo no es inteligente. Yo he defendido el federalismo y la descentralización política de España. Cuando hablamos de que el centralismo no es inteligente, hablamos de esto. ¿Por qué todos los centros museísticos fundamentalmente tienen que estar en Madrid?, ¿por qué no pueden estar descentralizados?. El gran objetivo nuestro es que haya una sección del Museo Arqueológico en Elche, al menos en lo que tiene que ver con esa lectura de lo que fue una era determinada en España», refiriéndose al mundo ibero al que pertenece la Dama de Elche.

Horas más tarde, el Ayuntamiento de Elche se hacía eco de sus palabras que decía fundamentalmente: «Ximo Puig: “Nuestro gran objetivo es que haya una sección del Museo Arqueológico Nacional en Elche”. El presidente del Consell defiende el regreso de la Dama de Elche a la ciudad ilicitana y destaca que “los museos nacionales no tienen por qué estar en Madrid, no tiene que estar todo centralizado. El alcalde, Carlos González, respalda el planteamiento de Puig y reafirma el compromiso del Equipo de Gobierno de “seguir trabajando con determinación, fuerza y convicción para que, más pronto que tarde, la Dama de Elche esté entre nosotros».

En plena precampaña

Hace cuatro años el entonces ministro de Cultura, José Guirao, vino en plena precampaña a las generales a Elche garantizando que la Dama volvería a la ciudad si los socialistas obtenían el triunfo en las urnas, como así fue. Meses más tarde, el alcalde insistió en insuflar ese globo de la ilusión por el prometido regreso con el acondicionamiento de una sala para la «visita», pero no vino. Y mientras, Guirao fue sustituido.

A raíz de tanta promesa, este diario publicó un reportaje hace unos meses: «La maldición de la Dama» porque, aunque fuera una simple coincidencia, ministro que durante los últimos años se había pronunciado a favor del regreso del busto había sido cesado fulminantemente. Quizá en eso Iceta es más inteligente: no promete aquello que no está dispuesto a dar y, de paso, no sufre la maldición.

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