El Plan de Movilidad de Elche implicará ganar 32.000 metros cuadrados para el peatón o "17 Plazas de Baix"

Esther Díez defiende la hoja de ruta para reducir a la mitad las emisiones del vehículo privado en la próxima década con un presupuesto de 40 millones

La calle Virgen de la Cabeza, una de las arterias donde se han ensanchado aceras.

La calle Virgen de la Cabeza, una de las arterias donde se han ensanchado aceras. / ANTONIO AMOROS

A. Fajardo

A. Fajardo

Ganar espacio peatonal equivalente a 17 Plazas de Baix. Es una de las bondades que traerá el Plan de Movilidad Urbana Sostenible a Elche, según la edil del área, Esther Díez. El documento que aprobarán definitivamente PSOE y Compromís en el último pleno del mandato (el martes, 2 de mayo) plantea transformar 32.000 metros cuadrados de superficie en el municipio, donde ahora los coches son los protagonistas, en zonas donde los peatones tengan prioridad. Una de las medidas más controvertidas para conseguir esta meta será la supresión de 1.600 plazas de aparcamiento actuales, lo que supondría un 4% de las que hay gratis en Elche, según Díez. También se recoge que los precios por aparcar en zona azul sean más altos que los de los aparcamientos públicos para que sea menos atractivo estacionar en la calle.

La concejala de Movilidad defendió la hoja de ruta del ejecutivo local pensada para transformar la forma de desplazarse en Elche en la próxima década, con medidas a cuatro años vista, que supondrán un coste de 40 millones de euros. Un plan que llega a su tramitación final casi tres años después de su primer borrador y que PSOE y Compromís aspiran a desarrollar durante el próximo mandato, en caso de continuar al frente del Ayuntamiento, tocando la puerta de Europa para lograr ayudas

Este programa, es obligatorio para los municipios de más de 20.000 habitantes, tal y como defendió Esther Díez, frente a las intenciones del Partido Popular, que ya ha dicho que lo incumplirá si llega al gobierno para crear otro.

Y es que uno de los grandes pilares del plan municipal para reducir la contaminación a la mitad en el año 2030 será la protección de las zonas residenciales con la reducción del uso del vehículo privado propiciando que circule por las zonas periféricas de manera que no tenga afección en el corazón de los barrios. 

En una ciudad donde el 80% de las emisiones proceden de los coches particulares, la principal intención del ejecutivo local es reducir la cuota de desplazamientos en vehículos privados (a nivel urbano e interurbano), reducir el consumo de combustible asociado al transporte, reducir las emisiones de dióxido de carbono y de los contaminante PM10.

Díez recordó que los contaminantes PM10 son los que se utilizan para medir la calidad del aire y son partículas especialmente pequeñas que penetran en el organismo de manera más directa generando enfermedades y patologías asociadas a la contaminación urbana.

También se pretende con este plan reducir la contaminación acústica, optimizar la ocupación del espacio público en lo que se refiere al vehículo privado de motor y reducir la accidentalidad.

Para conseguir este objetivo, el Ayuntamiento quiere potenciar la movilidad a pie, el uso de la bicicleta, mejorar la red de transporte público, redistribuir la zona azul en todo el municipio, fomentar la intermodalidad, racionalizar el uso del vehículo privado, garantizar de forma ordenada la carga y descarga, educar y sensibilizar hacia valores de movilidad sostenible, fomentar los combustibles y tecnologías menos contaminantes y fomentar la «movilidad inteligente».

Medidas concretas

La creación de «corredores verdes» para acabar las calles «duras» por el asfalto es una de las prioridades que recoge el plan para Carrús, El Pla o Altabix. Y esto pasa por aceras más anchas, vegetación, mobiliario urbano y crear espacios para la movilidad alternativa.

También está prevista la reducción del tráfico en torno al Palmeral histórico, con la reconfiguración de calzadas, la ampliación de espacios peatonales y la segregación de carriles bici para aumentar su seguridad. Se llevará a cabo en calles donde haya dos carriles de circulación, como podría ser la calle Curtidores, frente al colegio Hispanidad, donde se mantendrá un vial para la circulación. La pretensión es pacificar al máximo el tráfico en las inmediaciones del Patrimonio de la Humanidad.