El Hospital Vinalopó de Elche cuenta con la primera "cuna de abrazos" de la Comunidad para el adiós sin prisas al bebé fallecido

Las familias podrán pasar el duelo perinatal gracias al "cuddle cot", un capazo con dispositivo térmico que permite mantener refrigerado el cuerpo sin vida del neonato y, lo más importante, que sus familiares pasen el duelo con él 24 horas en la intimidad de una habitación

Las matronas, Carmen Rodríguez y Paula Moltó, muestran el funcionamiento de la cuna de abrazos.

Las matronas, Carmen Rodríguez y Paula Moltó, muestran el funcionamiento de la cuna de abrazos. / Antonio Amorós

Rubén Míguez

Rubén Míguez

Afrontar la muerte de un bebé durante la gestación o en el parto, cuando lo que se espera es todo lo contrario, una vida, un nacimiento, es tremendamente difícil. Miles de madres sufren la pérdida prematura de su hijo durante la gestación o el parto, un dolor irreparable tantas veces invisibilizado. Las madres, muchas veces intubadas tras una cesárea y en Cuidados Intensivos, y los padres y otros familiares, a los que sorprende la muerte repentina del bebé, apenas tienen tiempo para despedirse y lo tienen que hacer en un lugar tan frío como una morgue. Por ello, la asociación Duelo Perinatal Elche puso en marcha una recaudación de fondos para conseguir los 6.600 euros que hacían falta para la compra de dos «cuddle cots» o «cunas de abrazos» para donarlos a los hospitales públicos de Elche, el General y el Vinalopó.

El Hospital del Vinalopó ha recogido el guante y ha adquirido, con sus fondos, la primera «cuna de abrazos» que tiene un hospital en la Comunidad Valenciana.

Las matronas, Carmen Rodríguez y Paula Moltó, muestran el funcionamiento de la cuna de abrazos. | ANTON IO AMORÓS

Eva y Esther, que pasaron por el trance de perder a sus bebés en el paritorio, se emocionan. / Antonio Amorós

Es una cuna, tipo capazo, con un dispositivo térmico que mantiene el cuerpo del bebé refrigerado para ralentizar los cambios producidos tras la muerte, y que así las familias puedan pasar el duelo neonatal o perinatal sin prisas.

La familia en duelo, si así lo decide, podrá despedirse del bebé en un entorno digno, tranquilo y con tiempo. «Siempre decimos a las familias lo positivo que es que vean y sientan cerca a su bebé y ahora, al despedirlo, tendrán todo el tiempo que necesiten en un ambiente íntimo», señala la supervisora de paritorio del Hospital del Vinalopó, Carmen Rodríguez.

Estas cunas, más comunes en otros países como Inglaterra o EEUU, permitirá a las madres y a sus familiares despedirse del bebé que fallezca antes o durante el parto sin la presión del tiempo.

«Tuve que despedir a mi hijo en la morgue, no es el mejor lugar para hacerlo»

Esther Seva

Podrán estar 24 horas con él en lugar de las dos horas que ahora marca el protocolo antes de llevarse el cuerpo a la morgue. «Ayudará a que el duelo no sea patológico, porque en el apoyo mental de la gestante hay un vacío enorme», indica la especialista.

«Es la manera más amable y digna de despedirse, necesitas tiempo para asimilarlo»

Eva Maciá

Elche se sitúa así a la cabeza de la Comunidad en disponer de estos recursos para las familias ya que, además del Vinalopó, el Hospital General dispondrá de otra «cuna de abrazos» en los próximos días, en este caso donada por la asociación Duelo Perinatal Elche, que cuenta ya con más de un centenar de asociados.

Habitación íntima

La «cuna de abrazos» se ubicará en una habitación en planta cuando una familia lo requiera. Allí, los familiares podrán coger al bebé en brazos, hacerle fotos, vestirle o llorar en la intimidad, lo que necesiten para despedirse dignamente de él y junto a él.

«Ayudará a que el duelo no sea patológico, es positivo que sientan al bebé»

Carmen Rodríguez

— Supervisora de Paritorio del Hospital del Vinalopó

El año pasado, de los 1.387 partos que asistió el Hospital del Vinalopó, hubo tres muertes. «Son pocos casos al año, pero es muy grande lo que a nivel emocional supone para una familia el poder alargar ese momento de despedida», explica la matrona.

También disponen de unos arrullos para pérdidas de bebés pequeños que donó la asociación de Duelo Perinatal y de mantas que han tejido familiares de las matronas del Hospital del Vinalopó para arrullar al bebé.  

Duros testimonios

Eva perdió a su bebé hace un año, el 1 de mayo de 2022. El corazón de Valeria se paró el día que daba a luz. «El día anterior estuve en monitores, que cumplía 40 semanas, y nada me hacía pensar que podía tener un desenlace como ese, yo me vine al hospital con mi maleta pensando en llevarme a mi hija en brazos a mi casa, y me tocó dejármela aquí, sin vida», recuerda con tristeza.

Explica que en esos momentos el shock hace que no tengas conciencia de lo que está pasando, no se asimila. «Estás recién parida, no puedes ni levantarte de la cama, es la peor tragedia que le puede pasar a una madre, y con esta cuna de abrazos al menos se puede despedir al bebé de la manera más amable y digna».

Eva y Esther miran la cuna de abrazos.

Eva y Esther miran la cuna de abrazos. / Antonio Amorós

Su madre y hermana asistieron al parto, pero su padre y su hermano no pudieran verla. «Me queda la pena de que no la conocieran ni pudieran despedirla», señala esta ilicitana, que fue madre soltera. Sí lo hubieran podido hacer con la «cuddle cot».

Esther perdió a su hijo Marcos hace diez años al nacer. Le tuvieron que hacer una cesárea de urgencia y se quedó en la UCI, por lo que no pudo tener en brazos a su bebé fallecido. «Tuve que despedir a mi hijo en la morgue, no es el mejor sitio para despedir a tu hijo», indica con pena.

Su marido no fue capaz de bajar. «Estoy segura de que si hubiéramos estado en una habitación con una cuna, en otro ambiente, probablemente mi marido hubiera despedido a su hijo», expresa esta ilicitana.

Eva y Esther en un paritorio del Hospital Vinalopó.

Eva y Esther en un paritorio del Hospital Vinalopó. / Antonio Amorós

Los padres podrán así despedirse sin prisas ni presiones hospitalarias de sus hijos, dando a estas familias en duelo el «regalo» del tiempo.

Humanización

El área materno-infantil del Hospital del Vinalopó está muy sensibilizada con el apoyo emocional a las madres que sufren la pérdida de su hijo. Por eso lleva a cabo un proyecto de humanización de los cuidados obstétricos.

Hay varias vertientes, por un lado ayudar a las mamás que tienen que interrumpir el embarazo porque el bebé tiene alguna enfermedad que no es compatible con la vida. "Estas mamás no tienen ahora ningún apoyo psicológico", advierte Rodríguez.

Las matronas con los arrullos y las mantas.

Las matronas con los arrullos y las mantas. / Antonio Amorós

Así, los profesionales de este área dan todo el apoyo. Una de las iniciativas es que cuando acude una madre con un diagnóstico de aborto pasan a una sala de espera donde no están con las madres gestantes. "Nadie nunca jamás se espera que su bebé muera", indica la matrona.  

Precisamente, del 1 al 7 de mayo se celebró la Semana de la Salud Mental Materna. Hay mucho por hacer en esta materia y el Hospital del Vinalopó da buen ejemplo del trabajo que en algunos centros hacen.