Padres de un colegio de Elche advierten de la fuga de alumnos tras dos cursos en barracones

El centro de Carrús, que cerró por problemas en la cimentación, se fusiona con el «Casablanca» y pasa a llamarse número 38 con nuevo equipo directivo

El colegio Casablanca, donde están realojados los alumnos del Ausiàs March desde hace dos cursos, ha pasado a llamarse «Número 38» tras fusionarse.  | ANTONIO AMORÓS

El colegio Casablanca, donde están realojados los alumnos del Ausiàs March desde hace dos cursos, ha pasado a llamarse «Número 38» tras fusionarse. | ANTONIO AMORÓS / a.fajardo

A. Fajardo

A. Fajardo

Septiembre de 2021, un día antes del comienzo de las clases, 260 alumnos del colegio Ausiàs March recibían el aviso de que iban a ser trasladados al centro de al lado, al «Casablanca», por problemas en la cimentación que ponían en riesgo la seguridad del edificio. Dos cursos han pasado del cierre de estas instalaciones de Carrús, situadas al borde de la ladera del río, y de cara a septiembre ya hay familias que han decidido sacar a sus hijos y pedir el traslado a otras.

El colegio Ausiàs March, cerrado desde septiembre de 2021, y a la espera de demolición. | ANTONIO AMORÓS

El colegio Ausiàs March, cerrado desde septiembre de 2021, y a la espera de demolición. | ANTONIO AMORÓS / a.fajardo

La Asociación de Madres y Padres del centro educativo (AMPA) ha advertido de una fuga de alumnos (cifra en al menos 50 los casos) por la situación de incertidumbre que atraviesa un centro que el próximo curso estará oficial y administrativamente fusionado con el «Casablanca» y que pasará a llamarse «número 38» hasta que se le encuentre otro nombre. También estrenará equipo directivo.

Después de dos cursos con cuatro barracones, compartiendo patio y yendo al comedor por turnos (en el caso de Primaria, los de Infantil comen en las prefabricadas), hay familias que han tratado de conseguir plaza en centros cercanos y no esperar más tiempo a que la Conselleria de Educación solucione este problema. «Los padres y madres que tienen solo un niño lo están teniendo más fácil», aseguran desde la AMPA, mientras que los que tienen dos o tres se encuentran con más dificultades para escolarizarlos en otros colegios. «Hemos aguantado mucho y no tenemos ni idea de cuándo construirán un nuevo aulario», lamenta la presidenta de la AMPA, María Isabel Grande.

¿La solución?

La solución que la comunidad educativa espera, tras el cierre de unas instalaciones que van a ser irrecuperables, es la demolición del «Ausiàs March», la creación de un aulario de Infantil y la adecuación del «Casablanca».

Son peticiones que el Ayuntamiento ya trasladó a la Conselleria de Educación para incluirlas en el Plan Edificant, según la edil del área en funciones, María José Martínez, y que están a la espera de que se puedan hacer realidad.

Hace justo un año se llegó a concretar por parte de la Administración autonómica que la actuación en estos colegios de Elche se ejecutaría en dos fases. Durante la primera se construiría un nuevo aulario de Infantil, se ampliaría el comedor del centro y se reformarían el patio y las pistas deportivas, ya que los espacios al aire libre del nuevo colegio crecerán porque es posible que ocupen parte de los terrenos seguros del «Ausiàs March». La segunda fase comprenderá la rehabilitación integral del edificio principal del «Casablanca».

Mientras tanto, aquel colegio que se vació de muebles y bajó las persianas hace ya dos cursos sigue en pie sobre unos terrenos inestables y pese a los problemas estructurales detectados que llevaron al Ayuntamiento y a la Conselleria de Educación a comunicar de un día para otro la clausura para «evitar correr riesgos, evaluar daños y estudiar alternativas».

Ahora, lo que tarde en resolverse va a depender ya de los próximos dirigentes autonómicos y municipales.