Los colegios de Elche tendrán 532 vacantes el próximo curso en Infantil y 5 aulas menos por la caída de la natalidad

El 96,4% de las familias logra plaza en el primer centro y habrá una ratio media de 23 alumnos

El Consejo Escolar aborda el Distrito Único rechazado por AMPAS, sindicatos y la oposición

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asdasdasdasdasdkjsaldas lkajd lkajda lkadas lkasd alskdas | ANTONIO AMORÓS / a.fajardo

A. Fajardo

A. Fajardo

Los colegios de Elche tendrán el próximo curso escolar 532 vacantes en Educación Infantil, lo que se traducirá en cinco aulas menos para niños de tres años. La bajada de la natalidad en el municipio ha vuelto a tener sus claros efectos en la caída de las solicitudes de escolarización.

El Ayuntamiento ha registrado 1.498 peticiones de matriculación de niños nacidos en el año 2020, de las cuales, el 96,4% ha obtenido plaza en la primera opción escogida. Sin embargo, al no cubrirse la oferta educativa existente en el municipio se van a inhabilitar aulas en el Baix Vinalopó, Sanchís Guarnier, LaBaia, Jaume I y el San Antonio de La Hoya, según los datos aportados por la Concejalía de Educación dirigida por María Bonmatí (PP).

No obstante, lo cierto es que todavía se están gestionando solicitudes fuera de plazo, que entre Infantil y Primaria, suman 220. Por otro lado, los colegios que han registrado una mayor demanda han sido El Pla, Lope de Vega, Jorge Guillén, Salesianos, Princesa de Asturias y San José de Calasanz.

El alto número de plazas sin cubrir hará que la ratio se reduzca en torno a los 23 alumnos por aula, con el cierre de la cinco unidades de Infantil. Una realidad de la que también se informó durante el Consejo Escolar celebrado este miércoles en Elche.

Sobre ello, colectivos como la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de la Provincia de Alicante (FAPA) Enric Valor reivindicaron en la reunión que se mantengan las cinco unidades para poder bajar todavía más las ratios, a 17 o 18 alumnos, con el fin de mejorar la calidad de la enseñanza y para no quitar tampoco recursos a los colegios ni reducir profesores.

Si bien, la caída de la escolarización es una tendencia que viene repitiéndose en los últimos años como consecuencia de la bajada de la natalidad. Sin ir más lejos, el pasado año el Ayuntamiento informó de la existencia de 600 vacantes en el curso 2022-2023. En este contexto, Partido Popular y Vox han acordado en su pacto de gobierno recuperar el modelo del distrito único para que las familias puedan elegir al colegio independientemente de la zona en la que vivan, sin que puntúe la cercanía del domicilio al centro educativo. Y este asunto fue también abordado en el Consejo Escolar del miércoles, pese a que no iba en el punto del día, ya que el próximo curso escolar todavía no se va a implantar.

Representantes de madres y padres de alumnos, sindicatos, así como PSOE y Compromís mostraron su rechazo a esta fórmula de matriculación y se ampararon en que el actual sistema de zonificación funciona bien porque permite a las familias elegir hasta diez colegios y que más del 96% de los escolares tengan plaza en el centro que quieren.

La FAPA Enric Valor presentó, de hecho, un escrito oponiéndose a esta medida porque considera que «genera desigualdad entre los centros, viéndose favorecida la escuela privada y concertada, en detrimento de la pública».

El colectivo defiende que con la distribución de la ciudad en varios distritos escolares «se aseguraba una plaza escolar a los alumnos en su propia zona de influencia, el Distrito Único va a crear centros con peticiones masivas, lo cual dará pie por una parte, a que los centros elijan a los alumnos que quieren tener consigo, mientras que en otros, con plazas vacantes numerosas, pueden sufrir o, bien una eliminación de líneas/aulas o que estas plazas sean ocupadas por alumnos cuyo domicilio esté muy alejado de dicho centro, es decir, creará ciudadanos de primera y de segunda categoría». Entre otras cosas, la FAPA asegura en su escrito que «existen precedentes de esta forma de distribuir y formalizar las matriculaciones en los centros educativos de Elche, y que la repercusión de esta decisión, tomada sin el consenso de todas las partes de la comunidad educativa, fue notoriamente negativa».

Visión política

Frente a ello, la edil de Educación mostró su disposición a escuchar las aportaciones y sugerencias de los miembros del Consejo Escolar, pero advirtió que la medida forma parte de un compromiso electoral de Pablo Ruz y de un acuerdo firmado en el pacto de gobierno local. Con todo, María Bonmatí dejó claro que para recuperar el Distrito Único en Elche primero debe de autorizarse por parte de la Generalitat Valenciana cuyo gobierno ni siquiera se ha conformado todavía.

Por su parte, desde el PSOE, la edil María José Martínez, reiteró que el cambio de modelo generará mayores «desigualdades» y defendió que se mantenga el proceso de admisión que hay en la actualidad «porque es equilibrado y justo y recoge en un baremo consensuado todas las situaciones familiares y económicas».

La portavoz de Compromís, Esther Díez, advirtió de que «frente a la falacia del PP que habla de libertad a la hora de escoger el centro educativo se esconde un modelo que genera centros de primera y de segunda, que haya niños que no puedan acceder a los colegios de sus barrios y que haya problemas de movilidad».