El alcalde de Elche busca otra solución para evitar que la fachada de El Progreso invada la calle

Pablo Ruz anuncia el "inminente" desbloqueo de licencias urbanísticas para obras y sectores que están en zona de afección del Palmeral encallados más de un año

El edificio de El Progreso, apuntalado

El edificio de El Progreso, apuntalado / Matías Segarra

A. Fajardo

A. Fajardo

Nuevo giro en el conflicto de la fachada de Nuevos Riegos El Progreso, el edificio centenario que arrastra casi seis años apuntalado en pleno centro de la ciudad. El alcalde Pablo Ruz ha anunciado que va a buscar una solución distinta a la que acordaron la Conselleria de Cultura, el Ayuntamiento y los dueños para resolver el culebrón de este inmueble. Rechaza que el frontal de la antigua sala de aguas que la Generalitat ordenó proteger el pasado mandato se convierta en una "Puerta de Alcalá" a la ilicitana y que se quede en medio de una calle, fuera de la alineación, y con un inmueble de nueva construcción encima.

El regidor popular ya ha trasladado su propuesta a la dirección de Patrimonio, aunque no ha desvelado todavía los detalles de la misma porque antes quiere hablarla con la propiedad del inmueble y consensuarla.

Además de este espinoso asunto, el equipo de gobierno ha abordado esta semana con el departamento autonómico otras asignaturas pendientes que acumula la ciudad, entre ellas la rehabilitación del antiguo convento de Las Clarisas, el desbloqueo de licencias en proyectos quee están en el entorno del Palmeral, la convocatoria del Patronato, la reforma del Mercado Central o la restauración de las murallas almorávides.

Sobre El Progreso, el primer edil ha avanzado que buscará una solución intermedia "en consonancia con los dueños del edificio que quieren construir y conservando el Patrimonio porque la Dirección Territorial ha sido inflexible en cuanto a la conservación de la fachada". Acto seguido, Pablo Ruz ha rechazado que se convierta "un bien patrimonial en un obstáculo para el avance de la ciudad". El alcalde ha admitido que no le gusta el acuerdo que se alcanzó con el gobierno de Carlos González. "Colocar una fachada en medio de una calle no me gusta, se lo hemos hecho saber" a Patrimonio, ha añadido, además de considerar que hasta ahora "no ha habido voluntad para buscar términos intermedios".

El regidor popular ha descartado que está sea una "Puerta de Alcalá, es una fachada del siglo XX que tiene un interés, pero no podemos supeditar la alineación de una calle como Filet de Fora, Almórida, Puerta de Alicante y demás con una fachada". El planteamiento de Ruz es que "se pueda proteger y conservar pero desde luego no en medio del tránsito". Y es que la propuesta que se acordó el pasado mandato pasaba por preservar la fachada neoclásica en su actual posición dejando un pasillo de cuatro metros abierto al público para que los propietarios de El Progreso pudieran construir detrás un inmueble nuevo de cuatro alturas que se destinarían a viviendas y dos bajos comerciales que irían justo detrás del antiguo frontal. Para los dueños, aquella solución no era la más satisfactoria por lo mucho que condicionaría su nuevo edificio mantener en pie la fachada centenaria, tanto desde el punto de vista estético, como económico.

Desbloqueo de licencias

El alcalde y máximo responsable de Patrimonio en el Ayuntamiento también anunció ayer el «inminente» desbloqueo de las licencias urbanísticas para reformas y nuevas construcciones en el centro de la ciudad y en El Raval que están en el entorno de protección del Palmeral, así como del proyecto de rehabilitación del restaurante del Parque Municipal, cerrado hace cinco años. Las trabas para obtener los permisos desde hace casi dos años ha generado, de hecho, una lluvia de quejas de los promotores, tal y como publicó este diario. 

Y todo porque la nueva Ley del Palmeral (aprobada ya hace casi dos años) exige que las autorizaciones pasen por una comisión técnica, formada por funcionarios de la Administración local y autonómica, cuyos miembros, en la parte que corresponde al Ayuntamiento, no estaban nombrados, tal y como aclaró el primer edil.

 Su reunión será en «las próximas semanas», dijo el regidor popular, quien destacó que se trata de «un asunto prioritario para desatascar proyectos encallados» entre los que también se encuentran los sectores E-16, el de El Arsenal, junto a Puertas Coloradas, por estar en zona de amortiguación de El Palmeral, donde la construcción de cerca de mil viviendas está paralizada.

Pablo Ruz explicó de que la comisión técnica es un organismo distinto al de la junta gestora del Palmeral y el Patronato, cuyos integrantes fueron escogidos por los anteriores gobiernos de la Generalitat y el Ayuntamiento. «Estos no se van a tocar para agilizar al máximo la convocatoria de ambos organismos», aseguró.

Construir en El Raval y el centro de Elche se está convirtiendo en una odisea por el retraso de la comisión técnica. Este órgano tiene el cometido de aprobar todos los proyectos de rehabilitación, reconstrucción y nueva implantación de construcciones e instalaciones en los huertos de palmeras y su entorno de protección. La consecuencia de todo es que hay solares donde han empezado las obligadas excavaciones arqueológicas que están a la espera de ese último trámite para obtener el permiso de construcción y otros tantos que están en una situación similar pero con viviendas pendientes de derribar para levantar edificios nuevos.

El restaurante del Parque Municipal

El restaurante del Parque Municipal / ANTONIO AMORÓS

Mercado Central y muralla almorávide

Por otra parte, el equipo de gobierno abordó con Patrimonio otros asuntos como la rehabilitación del Mercado Central que deberá de contar una vez se redacte el proyecto con el visto bueno de la Conselleria. La pretensión municipal es que la administración autonómica vaya supervisándolo para agilizar al máximo las obras anunciadas para el primer trimestre de 2024. Al respecto, Ruz admitió que no es partidario de que se retranquee la fachada, como estaba previsto por el anterior ejecutivo local. Ruz también anunció «noticias positivas muy pronto» para la restauración de la muralla almorávide, una actuación pendiente aprobada el pasado mandato en los presupuestos participativos del Consell.