Ruz aplaza al verano la reforma del Mercado con 7 millones y el parking lo ejecutará en una fase posterior

Los vendedores reciben con buenos ojos el anteproyecto del edificio de abastos pero insisten en que no se moverán de las instalaciones provisionales hasta que no tengan el parking construido

El alcalde presenta a los placeros el anteproyecto del Mercado

El alcalde presenta a los placeros el anteproyecto del Mercado / INFORMACIÓN

A. Fajardo

A. Fajardo

Nueva imagen y nueva fecha para rehabilitar el Mercado Central. El alcalde de Elche Pablo Ruz ha hecho público el anteproyecto del futuro edificio de abastos tras adjudicar definitivamente el diseño a una empresa valenciana y ha fijado un nuevo plazo para iniciar las obras valoradas en 7,1 millones de euros: verano de 2024. La idea de arrancar en el primer trimestre del próximo año, como quiso el primer edil, será materialmente imposible porque los arquitectos tienen tres meses para presentar el proyecto definitivo y después se tendrá que sacar a concurso la obra. 

Los placeros han sido los primeros en conocer los pormenores de una actuación que, de momento, afectará exclusivamente al edificio de abastos. El parking subterráneo de la plaza de las Flores que el equipo de gobierno prometió a los vendedores para que éstos regresen a su lugar original vendrá en una fase posterior de la que todavía no hay fechas en el horizonte.

 «De momento vamos a empezar la obra y después avanzaremos en todo lo demás. No podemos hacer anticipos porque sería irresponsable, pero ya saben cuál es nuestro proyecto», dijo el regidor a preguntas de los periodistas. En esta línea, su socia de gobierno y tercera teniente de alcalde, Aurora Rodil, descartó «hacer anuncios grandilocuentes, sino obras reales como la rehabilitación del edificio y después vendrá otro paso cuando ya lo tengamos concretado».

Para los trabajadores del Mercado, que han recibido con buenos ojos los nuevos bocetos presentados «porque es señal de que se está avanzando», sigue siendo una condición innegociable que haya un aparcamiento para trasladarse. De hecho, según la presidenta del colectivo, Maricel Trotta, los placeros ni siquiera dejarán las instalaciones provisionales de la avenida de la Comunitat Valenciana, aunque esté rehabilitado el mercado, hasta que no haya un lugar donde aparcar. 

La reunión mantenida con los placeros en el Ayuntamiento, el miércoles

La reunión mantenida con los placeros en el Ayuntamiento, el miércoles / INFORMACIÓN

32 puestos

Actualmente, son 32 los negocios que están operativos en el edificio de abastos y van a tener a su elección trasladarse manteniendo la esencia tradicional de venta al público o si también ofrecen servicio de hostelería.

De cualquier manera, con la adjudicación del diseño de la reforma, el alcalde indicó ayer estar ante «un día histórico para la ciudad, después de quince años. Se acabaron las excusas, se acabaron los problemas y las medias tintas. Aquí tenemos un proyecto serio que va a poner punto final y punto inicial a una etapa diferente para la ciudad. Porque el Mercado es un proyecto de ciudad, para todo».

También destacó que la actuación «supone la reforma integral del edificio y de las plazas colindantes para dar cabida a un nuevo mercado que compagine la actividad gastronómica como tradicional, con los puestos de venta incluidos».

Rodil puso énfasis en que «son los placeros los que van a elegir y determinar las ubicaciones como preferentes del proyecto, y muchos de ellos ya han manifestado su intención de crear puestos gastronómicos donde se combine la venta tradicional con la degustación».

Diseño heredado

El alcalde ha decidido aprovechar el modelo de rehabilitación del Mercado Central que PSOE y Compromís diseñaron el pasado mandato pero haciendo partícipes a los placeros para su planificación interior. El primer edil popular anunció la primera semana de tomar las riendas el Ayuntamiento que renunciaba al plan que propuso durante la campaña electoral de un edificio dos plantas, que incluía que creciera en altura tres metros.

Con ello, siguió adelante con la licitación de la redacción del proyecto iniciada por sus antecesores para un mercado gastronómico, pero advirtiendo que trasladaría allí a los placeros para ofrecer tanto el servicio de venta tradicional como de hostelería. 

Por ello, en el periodo de diseño que ahora comienza, los vendedores van a participar para distribuir los espacios y definir cuántos puestos van a tener mesas y sillas para poder consumir in situ sus productos. Ellos tendrán prioridad para elegir el espacio que necesitan y el que quede se ofrecerá a bares, cafeterías o restaurantes.