Penas mínimas de 2 años de cárcel en Elche por la lentitud de la Justicia para dos detenidos con 389 kilos de cocaína

Un padre y un hijo, contratados en 2015 para trasladar droga por valor de 14,5 millones de euros, pactan la conformidad con la Fiscalía

Los procesados recogieron con su barco la droga frente a Santa Pola y fueron arrestados por cómo navegaba el barco en Torre de la Horadada

Imágenes facilitadas en enero de 2015 por la Guardia Civil sobre la operación. | INFORMACIÓN

Imágenes facilitadas en enero de 2015 por la Guardia Civil sobre la operación. | INFORMACIÓN / m.alarcón

M. Alarcón

M. Alarcón

«Nada se parece tanto a la injusticia como la justicia tardía». La frase, atribuida hace 21 siglos al cordobés Séneca, filósofo, político y pensador, nunca ha perdido su vigencia, pero quizá habría que matizar que los delincuentes que se benefician de ello, seguro, no piensan lo mismo. Un padre y su hijo, por ejemplo, que el 28 de enero de 2015 fueron detenidos en aguas de Torre de la Horadada, en el municipio de Pilar de la Horadada, cuando navegaban en una embarcación familiar, un velero de diez metros de eslora, que iba a motor y hacía maniobras algo extrañas. No fue difícil de avistar porque pasó muy cerca de las instalaciones de la Guardia Civil.

Una imagen de 2015, cuando se informó de la operación contra el tráfico de drogas. | PILAR CORTÉS

Una imagen de 2015, cuando se informó de la operación contra el tráfico de drogas. | PILAR CORTÉS / m.alarcón

Se organizó un dispositivo de seguimiento y control. Se les dio el alto desde otra embarcación y ¡bingo!. En el interior se encontraron 13 fardos que contenían a su vez paquetes perfectamente envueltos para evitar la humedad que dieron positivo en los test de drogas. En total, 465 kilos de cocaína valorada en 16 millones de euros. Fue tan importante la operación que a la presentación a los medios en la Comandancia acudió hasta el delegado del Gobierno en la Comunidad, entonces Serafín Castellano, el general y el coronel de la Guardia Civil.

Tribunal Superior de Justicia

Fue un golpe tan importante que no se dieron muchos datos de la operación porque, aseguraron, esta seguía abierta, pero nunca más se volvió a saber de ella. ¿Y qué fue de aquel padre y su hijo tripulantes del barco? La sección XI, puesta en marcha en diciembre de 2021 en Elche para desatascar asuntos de la sección VII, que tuvo el triste título de ser la más colapsada de España con hasta nueve magistrados (lo habitual son tres), ha dado a conocer qué pasó con ellos porque los ha condenado a penas de 2 años de prisión, según ha dado a conocer el Tribunal Superior de Justicia.

¿Sólo dos años?, Sí, sólo dos años porque se han beneficiado de lo que para Séneca era «injusticia»: la dilación de un proceso que esperaba fecha de señalamiento desde el 22 de junio de 2015, cuando tuvieron entrada ya los autos en la Audiencia, dice la propia sentencia.

«Mulas»

En casi nueve años han pasado tantas cosas, como que la droga realmente pesaba 389 kilos (era un 79% de pureza) y su valor había que reducirlo a 14,5 millones de euros. También se ha sabido que padre e hijo, ambos sin antecedentes penales, eran unas simples «mulas» y que por el trabajo iban a cobrar 130.000 euros, porque así lo reconocen. La droga, y este es otro dato curioso, la recogieron un día antes en alta mar, a unas 31 millas náuticas frente a la costa de Santa Pola. De hecho, la cocaína les estaba esperando, adherida a un bidón de plástico con el que flotaba junto a unos globos, para que pudieran localizarla en mitad de la noche, junto a una baliza de luz.

Quizá fuera porque la pusieron en el camarote de proa o por el nerviosismo, pero padre e hijo al acercarse a la costa frente a Torre de la Horadada debían de navegar tan mal que llamaron la atención de la Guardia Civil que tuvo un evidente gran golpe de fortuna.

Grave daño a la salud

El delito de tráfico de drogas, para sustancias que causan grave daño a la salud, está sancionado con penas de 3 a 6 años de cárcel y el triple de valor de la sustancia como multa, pero se estaba ante un caso agravado, tal y como estableció el Supremo en 2001, cuando fijó que eran todos aquellos en los que el peso de la droga superara los 750 gramos. Así que la pena tipo debía oscilar entre 6 años y un día a 9 años y añadir una multa del cuádruplo del valor de la droga.

Ahora bien, para dictar la conformidad se tuvo en cuenta que desde aquellos hechos habían transcurrido casi 9 años, prácticamente el mismo tiempo que llevaban los autos en la Audiencia -se instruyó la causa en solo cinco meses-. «Siendo muy excesivo -dice la sentencia- el tiempo transcurrido tan solo para el enjuiciamiento sin causa imputable a los acusados y careciendo la causa de complejidad alguna por lo que debe rebajarse la pena a imponer en dos grados». Y ¿qué supone? Pues que la Fiscalía tenía que negociar una conformidad entre 18 meses y tres años. El hecho de que los dos acusados carecieran de antecedentes, «y de toda conducta desfavorable» hace que se fije la pena en dos años de prisión y la multa en la misma cantidad en que se valoró la droga: 14,5 millones de euros.

La sentencia se resuelve en cinco folios. El reconocimiento de los hechos y el que la Fiscalía aminore en dos grados la sentencia, hace buenas una vez más las palabras de Séneca. Al final y al cabo, solo estábamos hablando de 380 kilos de cocaína.