El Ayuntamiento apuntalará la fachada del Baix Vinalopó por las grietas tras un segundo requerimiento del Consell

La Conselleria de Educación envió la notificación a la Administración local a mediados de enero, después de que no se actuara tras el remitido en noviembre de 2022, y pide también un control de las fisuras existentes en otras zonas del centro

La fachada principal del colegio Baix Vinalopó, en una imagen tomada este jueves.

La fachada principal del colegio Baix Vinalopó, en una imagen tomada este jueves. / Áxel Álvarez

María Pomares

María Pomares

En el caso del colegio Baix Vinalopó a la segunda parece que irá la vencida. O eso por lo menos es lo que han transmitido este jueves los ediles de Educación y Mantenimiento, José Claudio Guilabert y María Bonmatí, respectivamente, al anunciar que el Ayuntamiento va a apuntalar la fachada principal del centro, después de la aparición de grietas, y tras un segundo requerimiento por parte de la Conselleria de Educación.

Fue el pasado 18 de enero cuando llegó una notificación del departamento autonómico que dirige José Antonio Rovira alertando de la situación e instando al equipo de gobierno a que se encargue del apuntalamiento para prevenir posibles riesgos. Sin embargo, será el Consell el que asuma el coste de la reparación, cifrada en 300.000 euros, más IVA.

Las obras que se llevaron a cabo para retirar el fibrocemento, en una imagen de julio de 2022

Las obras que se llevaron a cabo para retirar el fibrocemento, en una imagen de julio de 2022 / Antonio Amorós

"De manera sobrevenida"

Ahora bien, hay un requerimiento previo de noviembre de 2022 en el que ya se le solicitaba a la Administración local esta actuación, sin que hasta la fecha se haya hecho nada. «Esta situación le ha venido a este equipo de gobierno de manera sobrevenida, ya que el Ayuntamiento tenía constancia desde noviembre de 2022 de la aparición de estas grietas, e incluso se quería que estas obras entraran en el Plan Edificant, pero nunca se hizo nada», manifestó Guilabert. 

Primer aviso

En concreto, la primera notificación, la de 2022, no podía ser más elocuente, y llegaba después de que desde el mismo centro educativo lanzaran la voz de alerta. En el escrito se dejaba constancia de que los servicios técnicos autonómicos habían supervisado la obra de retirada de fibrocemento impulsada en el verano de ese año, y que el propio director del colegio advirtió de la existencia de fisuras.

Algunas de las grietas que se aprecian en los voladizos de la fachada del centro.

Algunas de las grietas que se aprecian en los voladizos de la fachada del centro. / Áxel Álvarez

Fue así como desde la propia conselleria, entonces en manos de Compromís, se revisaron las instalaciones y se detectó que existían viguetas en el forjado sanitario que presentaban desprendimientos de hormigón, aunque estaban debidamente apuntaladas. Sin embargo, en una zona se observó que el forjado se estaba curvando, lo que había originado, según los servicios técnicos, la aparición de fisuras en la fachada y la tabiquería interior, así como la apertura longitudinal de una junta en el pavimento de las aulas.

Plan Edificant

Ante ello, desde el Consell consideraban que era necesario encargar un proyecto de reparación que incluyera el estudio de las patologías aparecidas y que contemplara la rehabilitación, y, a su vez, que el Ayuntamiento incluyera estas actuaciones en el Plan Edificant. Mientras tanto, para garantizar la seguridad en el colegio, pedía a la Administración local que instalara puntales en los voladizos de la fachada oeste, a ambos lados de la entrada principal.

Una de las fisuras localizadas en uno de los voladizos en la fachada principal.

Una de las fisuras localizadas en uno de los voladizos en la fachada principal. / Áxel Álvarez

Segundo aviso

Sin embargo, el Ayuntamiento no se lo debió tomar muy en serio. Más que nada porque el 18 de enero llegó una segunda notificación, en la que vuelve a alertar de las deficiencias del edificio y de la existencia de diversas patologías. Hasta el punto de que en ese mismo requerimiento se hace alusión a las grietas en la planta semisótano localizadas en las paredes de la zona del vestíbulo y los aseos; a las grietas de la fachada principal que afectan a varias aulas, la biblioteca y la vivienda del conserje; y a otros desperfectos que se tachan de menores y que se sitúan en tabiquerías y revestimientos en el área donde se localizó la junta de dilatación. 

Coste

Con estos puntos de partida, la Conselleria de Educación cifra en 300.000 euros el coste de la reparación de esas patologías existentes en los elementos estructurales y en tabiquerías y acabados. Ahora bien, alerta de que el proceso puede ser largo. Por eso, pide, por segunda vez, el apuntalamiento del voladizo de la fachada principal y que se controlen las grietas halladas en los aseos y en el resto de voladizos.

María Bonmatí indicó, en cualquier caso, que la comunidad educativa ya está informada de la situación y que en breve visitarán el centro los técnicos municipales para comenzar con la actuación de forma inminente.