Entrevista |

«La terapia hormonal de algunos cánceres de mama induce a la menopausia»

MARIA TORRES PARTICIPÓ EN UNAS JORNADAS SOBRE ONCOLOGIA EN EL CEU

MARIA TORRES PARTICIPÓ EN UNAS JORNADAS SOBRE ONCOLOGIA EN EL CEU / Álex Domínguez

Unas cien personas acudían a estas jornadas del CEU, entre ellas pacientes con cáncer de mama, estudiantes y docentes del grado de Fisioterapia del CEU, así como otros profesionales. María Torres fue una de las siete expertas que tomaron la palabra ante el respetable en un acto también solidario, por cuanto el dinero que se ha recaudado mediante las inscripciones va destinado a la Asociación de Mujeres Afectadas por el Cáncer de Mama de Elche y Comarca (Amacmec).

Respecto al cáncer de mama ¿qué tipo de dolores o síntomas son los más frecuentes?

El dolor o los efectos secundarios dependen de los tratamientos que se estén llevando a cabo. Si nos centramos en el tratamiento quirúrgico será un dolor próximo a toda la zona operada. En el caso de las personas que padecen esta enfermedad, sentirán inflamación en la mama, en la axila y probablemente en el brazo, pues son áreas que se han visto afectadas por la cirugía. Sin embargo, con tratamientos más sistemáticos como la quimioterapia y el tratamiento hormonal, el dolor puede ser más generalizado. Con la quimioterapia pueden doler las articulaciones, las plantas de los pies y de las manos, y, en el caso de la terapia hormonal, también. Por otro lado, si hablamos de cánceres hormonodependientes, los estrógenos alimentan el tumor, por lo que la terapia hormonal tratará de inhibir los estrógenos y, por tanto, provocará una menopausia si la paciente no la tiene, con el fin de no generar más estrógenos. Aquellas que ya tenían la menopausia, volverán a tener síntomas propios de este periodo.

María Torres, durante su intervención en el CEU

María Torres, durante su intervención en el CEU / Álex Domínguez

¿Cómo tratan los fisioterapeutas el tratamiento de esta enfermedad?

Lo primero que hacemos es intentar adelantarnos a que los síntomas acontezcan. Siempre digo que la fisioterapia junto con otros profesionales sanitarios que necesariamente intervienen en el tratamiento de los procesos oncológicos, debe acompañar todos esos tratamientos. Debería empezar antes, tras el diagnóstico, para ver el estado de la persona y explicarles diferentes aspectos sobre el movimiento y el dolor que pueden aparecer por los tratamientos, para que sepan distinguirlos y acudir al profesional adecuado. Que conozcan que si el dolor se trata de movimiento, son los fisioterapeutas los que se encargan de remediarlo. Y además, adaptar todo el ejercicio terapéutico a esos problemas que podemos detectar.

La importancia del movimiento

¿Por qué es importante hacer énfasis en el diagnóstico?

Los fisioterapeutas nos dedicamos al movimiento y a la función. Si llegamos a conocer bien qué se puede ver afectado en relación con el movimiento y la función de todo tipo: respiratoria, pélvica o la musculoesquelética, sabemos lo que los tratamientos pueden aceptar y conocemos la fisiopatología con lo que se hace. Lo suyo es explicarlo para que lo entiendan y sepan que está relacionado con el tratamiento. De esta manera conseguimos adelantarnos a algún tipo de movimiento o función que necesariamente tendrán que practicar. También hay que ver si la paciente cuenta con algún problema previo, como otras enfermedades, pues hay otros procesos que de otra manera también te pueden condicionar la respuesta de la persona a esos tratamientos de una determinada manera y efectuar las adaptaciones con el fin de ayudar su movimiento para mejorar su calidad de vida.

¿Durante cuánto tiempo se trabaja con los pacientes en el ámbito terapéutico?

Lo suyo es que los fisioterapeutas estuviéramos antes y después de los tratamientos médicos. Si no pudiéramos estar antes, aunque a día de hoy ya se están produciendo intervenciones porque saben que luego las secuelas son menores o no son tan intensas, desde luego es imprescindible estar presentes después de la cirugía. Los pacientes se suelen quedar ingresados en el hospital entre tres y cinco días, y nosotros, los fisioterapeutas, si estamos en el ámbito hospitalario, ya visitamos a los pacientes para que nos cuenten qué tal están y prueben a hacer cualquier movimiento que puedan hacer. Si no es así, sería necesario que el paciente, después de la cirugía, comenzara con el fisioterapeuta para que recupere movimiento y para afrontar el dolor, ya no solo el quirúrgico, sino otros que necesariamente se han desarrollado a raíz de la cirugía, como el caso de alguna ablación, como el caso de los nódulos linfáticos que producirán unas secuelas en menor o mayor medida y, de esta manera, nos adelantamos. Para los pacientes a veces es difícil entender que el movimiento puede hacer que mejoren, cuando en realidad lo que les causa dolor es el propio movimiento. Hay que hacer mucha pedagogía en relación con el dolor y adelantarnos en coger el dolor lo antes posible.

En el área de la fisioterapia ¿qué necesidades requieren a día de hoy los pacientes que padecen cáncer de mama?

Los pacientes necesitan más educación e información en cuanto a los síntomas que se pueden desarrollar en el tratamiento de esta enfermedad. Que sepan reconocerlos y detectarlos para que acudan al personal adecuado. Algo que necesitarían es que la figura del fisioterapeuta esté presente a lo largo de todo su proceso. Todos los tratamientos tienen una repercusión mayor o menor en el movimiento de una persona.

Síntomas de golpe

En la ponencia de este lunes en el CEU de Elche se hablaba de la invisibilidad de la sexualidad respecto al tratamiento de esta enfermedad. ¿Cómo afecta?

Hay varios tratamientos que pueden inducir la menopausia, como la quimioterapia. Sin embargo, el 70% de los cánceres de mama son hormodependientes, por lo que un gran porcentaje de mujeres van a recibir una terapia hormonal, que induce a la menopausia para disminuir el nivel de estrógenos. La paciente tiene de golpe todos los síntomas de la menopausia. Los estrógenos son protectores cardiovasculares, ayudan a mantener la flora vaginal en unas condiciones óptimas, a que el esfínter urinario funcione bien, etcétera. Toda la zona de la pelvis es dependiente de los estrógenos, entonces aparece sequedad vaginal, la atrofia de la mucosa hace que disminuya el espacio y disminución de la líbido, siendo menos activa sexualmente. En cambio, para mantener esa zona del cuerpo de la mujer es necesaria la actividad sexual porque se necesita lubricar. Además, hay que conocer cómo funciona esa musculatura para relajarla cuando conviene.

María Torres, en el CEU de Elche

María Torres, en el CEU de Elche / Álex Domínguez

¿Se puede trabajar desde la fisioterapia estos aspectos?

Sí, y es necesario. La musculatura del suelo pélvico se puede controlar y relajar. Conociendo la zona, el papel de esa musculatura en las relaciones sexuales y cómo contraerla, la paciente puede llegar a ser capaz de relajarse. Al fin y al cabo la actividad sexual es movimiento, por lo que hay que saber qué tipo de posturas duelen más o no, porque hay algunas posiciones que mecánicamente pueden llegar a molestar más. Una de las especialidades que trabajamos en la fisioterapia es la salud pélvica, que es igual de importante que el resto.

¿Cuáles son las secuelas más frecuentes que permanecen después de un tratamiento de cáncer de mama?

Hasta hace poco tiempo parece que la única secuela que existía que podía tratar el fisioterapeuta era el linfedema. Eso es una de las secuelas. Hemos mejorado e investigado mucho en cómo podemos tratarlo, pero no es el único problema. También están el dolor y la disfunción sexual, que se tratan desde la fisioterapeuta. Es un abanico muy amplio.