Cáncer de mama: El Hospital del Vinalopó implanta en Elche una intervención menos dolorosa, con altas el mismo día y que respeta piel y pezón

Menos invasiva, menos dolorosa y minimizando la agresión sobre la imagen corporal de las pacientes. Estas son las tres claves de una técnica pionera en cirugía mamaria que ha puesto en marcha el Hospital Universitario del Vinalopó en Elche, público pero de gestión privada a través de una concesionaria, el grupo Ribera. Tres centímetros y en la axila para acabar con los tumores, se conoce como mastectomía endoscópica.

La técnica también se conoce como "cirugía endoscópica de mama" y acaba de ser implantada por el centro sanitario, que la califica de "novedosa y avanzada" para el tratamiento de cáncer de mama. ¿Cuáles son sus ventajas? Principalmente que es menos invasiva porque aborda el problema desde la axila con una incisión de solo tres centímetros. Para que se haga una idea, la mitad de lo que mide de promedio el dedo meñique de una mujer. A consecuencia de ello es menos dolorosa y, por qué no decirlo, también más estética para abordar el cáncer de mama y "con las mismas garantías", resaltan desde el gabinete de comunicación.

Con gas C02

¿Cómo se interviene? Según explica el coordinador quirúrgico del área de Mama del Grupo Ribera, Lorenzo Rabadán, a través de esa incisión se introduce un dispositivo que "permite expandir la mama con gas CO2 para crear un espacio de trabajo y, a través de una óptica, ver el tejido e introducir el instrumental quirúrgico". Desde el centro sanitario destacan que se trata de una nueva técnica de la cirugía oncoplástica y conservadora, "que permite conservar la piel y el pezón, extirpar el tejido mamario afectado a través de incisiones mucho más pequeñas y realizar la reconstrucción mamaria de una forma inmediata con una agresión mínima".

Dice el especialista que aún siendo una intervención menos invasiva, "dura el mismo tiempo que la cirugía tradicional, pero es muy poco dolorosa", mientras el jefe de Cirugía Plástica, Ariel Marshall añade que "durante la intervención, se minimiza el sangrado porque utilizamos unos dispositivos de energía específicos y la piel no sufre porque el gas utilizado es el que mantiene la mama estable y no se realizan tracciones”.

Visión perfecta

Todos estos factores permiten que la paciente reciba el alta incluso el mismo día de la intervención, con el apoyo de la Unidad de Hospitalización Domiciliaria, y que tenga una recuperación más rápida y con menos dolor. Además, el procedimiento también tiene ventajas para los propios cirujanos: “Nos permite una visión perfecta y tener un control absoluto de la cirugía en todas las partes de la mama a través de un monitor”.

Explican desde el Hospital del Vinalopó que la técnica se ha mostrado efectiva para pacientes con diferentes tipos, tamaños y etapas del cáncer de mama porque permite adaptarse a la forma de la mama de la paciente. “En el caso de que haya que elevar la mama porque está muy caída habría que recurrir a otra técnica quirúrgica porque, aunque estamos avanzando en este aspecto, de momento no podría elevarse por endoscopia”. Además de conseguir el resultado oncológico, con las cirugías de mama buscamos un fin estético para minimizar la agresión sobre la imagen corporal y que puedan tener una vida social, familiar, laboral y sexual plenamente normal durante el resto de su vida”.