María Luisa Rodríguez Barriada | Jefa provincial de la Unidad Adscrita de la Policía

«Todos tenemos el mismo derecho a desarrollar nuestro potencial en el trabajo y en la vida»

Leonesa de nacimiento, pero alicantina de corazón, dirige a cerca de un centenar de agentes en la provincia de lo que popularmente se conoce como Policía Autonómica. 

María Luisa Rodríguez Barriada, en su despacho en Alicante

María Luisa Rodríguez Barriada, en su despacho en Alicante / Alex Domínguez

M. Alarcón

M. Alarcón

Mujer franca en el trato y directa. Eligió entre lo que era su vocación (la investigación policial) y lo que en aquellos tiempos de finales de los años 80 hacían muchas otras mujeres jóvenes como salida profesional: estudiar Magisterio. No lo dice, pero se nota que era buena estudiante. Las circunstancias quisieron que el año que acabó sus estudios superiores no hubiera oposiciones a docentes en la Comunidad de Castilla y León. Optó por apuntarse a una academia que formaba a aspirantes a futuros policías nacionales y aprobó a la primera. En nada parece decepcionada con este giro de su vida. Hizo carrera en la práctica totalidad de departamentos policiales, ascendió a la escala superior en 1992, el año de los Juegos Olímpicos, y estuvo destinada en Barcelona, aunque siempre mirando hacia Alicante.

¿Cómo acabó siendo policía?

Yo soy de un pequeño pueblo de León y estudié de joven la carrera de Magisterio, aunque a mí siempre me había gustado ver las series policiacas; sobre todo, las de investigación y cómo se resolvían los crímenes. Me apunté a una academia que había abierto la matrícula para preparar las oposiciones de acceso al Cuerpo de la Policía Nacional.

¿Pero en aquellas series que veía no había mujeres como protagonistas, pero usted sí se identificó con el personaje?

Es cierto, pero nunca vi un problema en querer ser policía y a mí me gustaba ser investigadora. En la actualidad sí que hay muchas series de televisión donde hay mujeres investigadoras, series que sigo viendo porque me siguen gustando.

¿Recuerda cuántas mujeres eran en aquella promoción de la Academia de Policía de Ávila?

Aprobé aquel año a la primera. Fuimos 120 del total de 800 alumnos que superamos la fase de oposición, entonces no había tantas plazas como hay ahora. Eran dos años en el periodo de formación del que guardo muy buen recuerdo. Aquello era entonces mi principal motivación y fue un periodo muy feliz.

¿Tuvo en algún momento dudas por ser mujer en un mundo, el policial, dominado por los hombres entonces y ahora?

Nunca. Cuando tienes algo claro, y yo lo tenía, hay que apostar. Los que aprobamos aquella oposición éramos todos válidos para ejercer como policías. Es cierto que la mayoría de los alumnos eran hombres, pero como sigue sucediendo ahora, que las mujeres somos solo el 16 por ciento de los futuros policías que llegan cada año a la Academia de Ávila. A mí me gustó mucho por todo lo que supuso de oportunidad para aprender y en igualdad de condiciones. Nunca me sentí discriminada ni diferenciada.

Es leonesa, pero está enamorada de la provincia de Alicante y siempre ha estado ligado a esta tierra...

Es muy cierto. En todos mis destinos, desde que salí de la academia, elegía la provincia de Alicante. Mi familia, mis padres que están ya muy mayores, siguen allí, en León; pero yo estoy muy identificada con esta provincia y con la resolución de sus problemas desde el ámbito al que me dedico.

La responsable provincial de la Unidad Adscrita, en su despacho en Alicante

La responsable provincial de la Unidad Adscrita, en su despacho en Alicante / Alex Domínguez

«Las cosas han cambiado mucho desde que comencé a patrullar. Antes igual no entendían que pudieras estar en primera línea»

Me decía cuando concertamos la entrevista que nunca se había sentido excluida por ser mujer dentro de la Policía...

Es cierto. Eso sí, cuando eres joven y has acabado la formación y te dan un destino, al principio siempre te ponen a un agente digamos que más veterano como pareja. De aquella época sí que ves que te tratan o me trataron con una actitud que yo diría que era un tanto paternalista...

... Y eso no pasaba también si el policía joven fuera un hombre, tratándose de un compañero veterano...

Creo que no. No es nada que tuviera una mala intención, pero es algo que te das perfecta cuenta.

¿Y en la calle cómo las ven los ciudadanos? ¿Se tienen ustedes que hacer respetar más que un policía varón?

En la calle las cosas han cambiado mucho desde que comencé a patrullar. Antes igual no entendían los hombres que pudieras estar presente en primera línea de una manifestación, donde hay incidentes o en cualquier otro servicio habitual. Era como si el hecho de ser mujer fuera más consecuente con que te diera como destino el estar en un despacho, en una oficina de la Policía, pero todo esto de estar en la calle ahora choca mucho menos.

¿Pero cree que tienen que imponer más su autoridad que un hombre, en definitiva, hacerse respetar más ante cualquiera en la vía pública?

Al principio siempre te tienes que hacer respetar, que no piensen que por ser mujer te van a poder... como lo diría... dar la vuelta. Has de imponer tu autoridad porque están ante un policía y eso nunca lo deben de olvidar.

El 8M es un día para la reivindicación de la mujer, no es una fiesta. Es un día por nuestros derechos en esta sociedad

Entiendo entonces que la sociedad ha cambiado, que ha madurado sobre cómo ve ahora a las mujeres policías...

La sociedad está mucho más madura en este sentido y está más concienciada, pero siempre faltan cosas.

Y cómo ve la conmemoración del 8M, el Día Internacional de la Mujer. ¿En estos momentos es más una fiesta o una reivindicación?

Desde mi punto de vista, principalmente, es un día para la reivindicación de la mujer. No es una fiesta. Es un día para reivindicar nuestros derechos en esta sociedad y hacerlos valer.

¿Qué consejo la daría ahora a una mujer que, como a usted le pasó cuando decidió este futuro profesional, quisiera dedicarse a ser policía?

Si es lo que le gusta, lo que desea ser, tiene que luchar por ello con todas sus fuerzas. Todas las personas tienen un derecho para poder desarrollar todo su potencial en cualquier ámbito ya bien sea del trabajo o de la vida.

¿Por qué dio el salto a la Unidad Adscrita del Cuerpo Nacional de Policía?

Era una nueva etapa profesional en mi vida y vi una oportunidad de servir al ciudadano desde otros ámbitos que quizá no se conocen lo suficiente. En la Policía Nacional pasé por muchos. Desde la investigación terrorista en Navarra hasta el barrio Norte de Alicante, que fue el último destino. Esto es otra vertiente que se abre, con temas como el medio ambiente, el juego, grandes espectáculos, menores,... También hacemos el traslado de las mujeres maltratadas dentro del sistema VioGen. Pero también pienso en todas esas personas que viven en el campo o trabajan en él y sufren delitos y a los que tenemos que atender.

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