La carretera de Elche a Santa Pola volverá a las obras en verano para duplicar el primero de los cuatro tramos que faltan

La Conselleria está tramitando las expropiaciones de las fincas colindantes como paso previo a iniciar los trabajos que se extenderán durante 15 meses a lo largo de un kilómetro

El último tramo de la carretera de Santa Pola que se ha desdoblado, cuyas obras se desarrollaron el pasado verano.

El último tramo de la carretera de Santa Pola que se ha desdoblado, cuyas obras se desarrollaron el pasado verano. / Áxel Álvarez

A. Fajardo

A. Fajardo

La carretera que une Elche y Santa Pola volverá a las obras el próximo verano para desdoblar el primero de los cuatro tramos que le quedan al vial para tener en su totalidad cuatro carriles de circulación y asemejarse a una Vía Parque. La Conselleria de Infraestructuras está tramitando el expediente de expropiaciones del punto kilométrico 5+500 hasta el 3+600 de la CV-865. Una vez finiquite esta fase de adquisición de los terrenos de chalés y fincas que lindan con la carretera, las máquinas empezarán a trabajar porque las obras ya se adjudicaron hace un año por 3,8 millones de euros con 15 meses de plazo de ejecución.

La previsión de la Administración autonómica es contar con el suelo necesario en el primer semestre de este 2024 para poder reanudar las obras, tal y como confirmaron desde el departamento de Salomé Pradas a este diario. Con ello, las estimaciones se cumplen y no hay imprevistos, el vial volverá a ponerse patas arriba en la temporada estival, cuando más tráfico soporta esta calzada porque los desplazamientos se multiplican entre ambas poblaciones, en parte por los ilicitanos que tienen segunda residencia en la villa marinera.

Ya ocurrió así con el anterior tramo, de hecho, el pasado agosto los trabajos tuvieron que interrumpirse varios días. Fue en noviembre, hace cuatro meses cuando concluyeron las obras tras más de un año en un tramo de 1,6 kilómetros, el siguiente al del acceso a Valverde, con 2,5 millones de euros de presupuesto. La intervención en ese espacio dio paso a la novedosa incorporación de farolas solares.

El último tramo desdoblado de la carretera de Elche a Santa Pola

El último tramo desdoblado de la carretera de Elche a Santa Pola / Áxel Álvarez

En estos momentos y de forma paralela a la reanudación de el desboblamiento, la Conselleria también ha fijado para mitad de año sacar a licitación la duplicación de carriles del siguiente tramo de poco más de un kilómetro (desde el punto kilométrico 3+600 al 2+700). De este intervalo, se ha redactado el proyecto y también se ha iniciado el expediente de expropiaciones, según fuentes del departamento autonómico.

Larga espera

A partir de ahí quedarían por completar hasta Elche dos tramos más, los más costosos porque la duplicación de carriles llevará aparejada la solución para las inundaciones por las avenidas de agua del barranco de San Antón. Infraestructuras está redactando el proyecto de construcción.

Serán los últimos 2,7 kilómetros para terminar una reivindicada obra en la que ya se ha invertido 16 millones de euros por parte de la Generalitat, pero que ha acabado eternizándose en el tiempo.

Como mínimo, hasta 2027 no se espera que pueda finalizar la duplicación de carriles en todo el vial. Y es que con un año dedicado a cada tramo y con el inconveniente de que las obras no se realizan de forma inmediata entre tramo y tramo, los tiempos están siendo muy largos.

Carretera de Elche a Santa Pola, con vallado provisional

Carretera de Elche a Santa Pola, con vallado provisional / Áxel Álvarez

De cualquier forma, el Consell ha consignado en sus presupuestos de este año 10,1 millones de euros para financiar los tres tramos siguientes al que está previsto intervenir este verano, que ya fue impulsado por el anterior gobierno del Botànic, durante el cual se ha ejecutado gran parte de todo el vial.

Accidentes

Acabar con los accidentes de tráfico mortales en una de las carreteras de la Generalitat Valenciana más peligrosas de la provincia es el objetivo de la transformación de este vial por donde pasan más de 15.000 vehículos diarios. Una infraestructura ha pasado de tener dos carriles y peligrosas isletas para cambiar de sentido a cuatro carriles de circulación separados por una mediana y rotondas para aumentar la seguridad en los giros y las intersecciones. La intervención ha supuesto, además, rebajar la velocidad a 70 kilómetros por hora cuando antes se podía circular a 90 kilómetros.

Las farolas solares incorporadas en la CV-865

Las farolas solares incorporadas en la CV-865 / Áxel Álvarez

Asimismo, las obras han incluido la construcción de una acera de 2,50 metros de ancho en la margen derecha y un carril mixto ciclo-peatonal de 3,50 metros en la margen izquierda, donde el desarrollo urbanístico está más consolidado.