Más vigilancia policial para aplacar las quejas en el exterior de un pub del centro de Elche

Más vigilancia policial y controles de alcoholemia y de seguridad. Es la respuesta que ha dado el Ayuntamiento de Elche a unos vecinos y comerciantes desesperados del centro de la ciudad por el ruido y el vandalismo de los usuarios de una discoteca.

Las molestias sufridas en las inmediaciones de las calles Luis Llorente y Jorge Juan llevaron a los afectados hasta el último pleno celebrado hace dos semanas para pedir una solución definitiva a un problema que lleva arrastrándose desde hace al menos cuatro años.

Tras aquello, representantes vecinales y de comercios fueron recibidos hace tan solo unos días en el Ayuntamiento por parte del alcalde Pablo Ruz, así como del edil de Seguridad Ciudadana, José Navarro y efectivos policiales para abordar una preocupación que no cesa. Y es que pese a la movilización de los agentes cada fin de semana con patrullas preventivas frente al pub, las quejas se han seguido sucediendo ante una problemática que está resultando compleja de atajar porque los altercados se originan en el exterior de un local que, por otra parte, lo tiene todo en regla.

Ante este escenario, la Policía Local optó por subir de nivel la vigilancia el pasado viernes y sábado con un dispositivo más intenso de los que se habían realizado hasta la fecha, según fuentes de la Jefatura. Eso acabó traduciéndose en una mayor presencia de efectivos sumado además a que estuvieron prácticamente toda la noche de vigilancia y a que se realizaron test de alcohol y controles de seguridad, lo que indiscutiblemente surtió efectos.

Más tranquilos.... de momento

«Ha sido un fin de semana tranquilo afortunadamente no como los anteriores», aseguró la propietaria de un establecimiento cercano, quien volvió a lamentar episodios ocurridos recientemente en la zona y que dan una idea de la intranquilidad que padecen. «La semana anterior mientras un pescatero descargaba el género de su camión se vio envuelto en un problema con la gente que salía de la discoteca», relató a este diario la residente.

La intención municipal es que se sigan desarrollando siempre que se pueda operativos de este tipo para aplacar las quejas ante el efecto disuasorio que produce el despliegue llevado a cabo el pasado fin de semana y que han agradecido vecinos y comerciantes.

«No queremos que cierre la discoteca, lo que queremos es que cambie el ambiente y que no tengamos que sufrir peleas, destrozos del mobiliario de nuestros establecimientos y otros actos incívicos», incidieron los afectados.

Hasta ahora, la unidad especializada de la Jefatura ha realizado inspecciones y seguimientos para garantizar que a nivel administrativo se respetan todas las exigencias a los locales de ocio. Entre ellas, el limitador de decibelios, la doble puerta de acceso, que un portero se encargue de mantener al menos uno de los accesos cerrado para que no salga el ruido al exterior, que no permita a ningún cliente que salga con bebida a la calle... además de comprobar que está en regla la documentación administrativa y el seguro de responsabilidad civil.

Por eso, pese a la lluvia de quejas que se han seguido produciendo mientras la Policía Local ha estado interviniendo, la discoteca continúa su actividad porque no hay incumplimiento que justifique la adopción de una medida cautelar, aseguraron desde la Jefatura.