El Museo del Mar de Santa Pola dedicará una sala a la memoria de Miguel Cuervo

Miguel Cuervo-Arango, fallecido el pasado 15 de noviembre, tiene desde este miércoles una sala con su nombre en el Museo del Mar de Santa Pola. El recuerdo del que fue alcaide del Castillo Fortaleza de Santa Pola, amante del arte y en especial de la obra de Botticelli, sobrevive en la memoria de todos los que conocieron a este empresario irrepetible que fue director de las Salinas Bras del Port.

El acto de hoy parte de un compromiso que su amigo Rafael Beltrán Dupuy y el historiador del arte Valeriano Venneri adquirieron con Miguel Cuervo unos meses antes de su fallecimiento, explican desde el Ayuntamiento, "organizar una charla sobre Botticelli, que era uno de los artistas favoritos del alcaide del Castillo Fortaleza". La comparación de Miguel Cuervo, “un hombre gentil”, con la gentileza de Botticelli.

Excusando la ausencia de Rafael Beltrán por motivos de salud, Valeriano Venneri ofreció a los asistentes una disertación sobre la personalidad y la obra del pintor italiano, con el patrocinio de Fénix Yachts en lo que definió como un encuentro entre amigos.

Una sala en el Museo del Mar

La alcaldesa Loreto Serrano ensalzó la figura de Miguel Cuervo: “era una persona apreciada por todos, jamás he escuchado a nadie hablar mal de Miguel, sus trabajadores de las salinas y todo el pueblo de Santa Pola lo quisieron mucho. Como alcaide tuvo una gran implicación con el Castillo Fortaleza y el Museo del Mar, incluso nos dejó un gran legado con la restauración de la Torre Vigía del Tamarit”.

La primera edil anunció que “llevaremos al próximo pleno una propuesta para crear una sala del Museo del Mar con su nombre, en la que contaremos quién fue y todo lo que aportó a Santa Pola”. A continuación hizo entrega a su esposa Mari Carmen de dos láminas del artista Juan Ródenas Cerdá sobre las salinas.

Respirar el aire de Santa Pola

María del Carmen de Cachavera, acompañada al acto por su hijo Alfonso, reconoció su sorpresa: “yo venía a oír una conferencia que ha sido fantástica y me habéis sorprendido, os doy infinitas gracias. Todos sabéis lo muchísimo que Miguel quería a Santa Pola, su corazón latía a la vez que el de Santa Pola. Su mayor felicidad era respirar el aire de Santa Pola, abrazar a sus gentes. Muchas gracias por todas las atenciones que habéis tenido siempre con él y conmigo”.

Club Náutico

El Ayuntamiento de Santa Pola, durante el homenaje de esta tarde, ha recordado que fue una persona muy querida, "tanto en su faceta de empresario modelo como por su relación con la cultura, el deporte y la vida social de la villa que él consideró su casa, sin olvidar su origen asturiano". Durante muchos años también estuvo ligado al Club Náutico de Santa Pola donde los socios no lo olvidan, como su afición al remo. Como presidente de la entidad impulsó las competiciones de remo con falucho mediterráneo en la Comunidad Valenciana. En 2005 fue elegido pregonero de las fiestas patronales y nombrado Alcaide Vitalicio del Castillo Fortaleza de Santa Pola.