Bronca con golpe en la mesa por la liquidación del presupuesto en Elche

El edil de Hacienda informa visiblemente enfadado en el pleno de que las cuentas están actualizadas desde el viernes y descarta incumplimientos

La interpelación al concejal por parte del PSOE para pedir al alcalde que le retiren las competencias acaba en bronca

El edil de Estrategia Municipal, junto a la presidenta del Pleno, en imagen de archivo

El edil de Estrategia Municipal, junto a la presidenta del Pleno, en imagen de archivo / ANTONIO AMOROS

A. Fajardo

A. Fajardo

In extremis. El equipo de gobierno firmó la liquidación del presupuesto municipal de 2023 el pasado viernes, un trámite clave para poner al día las cuentas municipales del que no se supo nada hasta este lunes en el pleno. Y no porque PP y Vox dieran cuenta de esta operación, sino porque el edil de Hacienda, Francisco Soler se lo reprochó a los socialistas instantes después de que pidieran al alcalde que le retirara las competencias.

Con un evidente enfado que le llevó a dar un golpe en la mesa y tras dejar atrás una semana de críticas a su gestión del principal partido de la oposición, el edil popular defendió haber llegado a tiempo para realizar este trámite al no recibir ninguna penalización, negó retrasos en el pago a proveedores o en la petición del préstamo para acometer inversiones y acusó rotundamente al PSOE de mentir y de actuar de forma «malintencionada y maliciosa». Soler reconoció el retraso en firmarse el decreto 21 días después de lo que dice la ley de Haciendas Locales, pero se escudó en que la «literalidad de la norma fija en el 31 de marzo el plazo para tener aprobada la liquidación», con lo que defendió haber hecho los deberes.

Reproches

Por esta regla de tres, el concejal de Ruz aseguró que deberían de haber cesado a la socialista Patricia Maciá como edil de Hacienda porque «en 2019 y 2020 las liquidaciones se firmaron en abril», a quien responsabilizó de «hacernos perder 13 millones de los Edusi por su mala gestión». Rechazó así que le dieran lecciones y más tras la herencia recibida. La respuesta de Soler acabó con los aplausos de los populares y el cabreo monumental de los socialistas, quienes no dudaron en acusarle de mentir, de desorganización y de haberse quedado sin personal por sus decisiones.

La socialista afeó durante la interpelación al responsable de la gestión de las arcas municipales sus ausencias de reuniones, además de la falta de transparencia e información absoluta.

El colmo, para el PSOE, para pedir que le retiraran las competencias ha sido el "incumplimiento de la ley de Haciendas Locales" por el retraso en la liquidación, lo que implica "demorar la incorporación de partidas del año pasado, del remanente de tesorería y el bloqueo del préstamo más alto de la historia", alertó el PSOE.

La corporación municipal, durante el pleno

La corporación municipal, durante el pleno / Áxel Álvarez

Frente a los reproches por el "poco interés en Hacienda" por parte de los socialistas, Soler no ocultó su malestar y elevó el tono de su voz para defenderse.

"Cachondeo el suyo, miente y solo miente, el presupuesto está liquidado desde el pasado día 22 de marzo con un informe que confirma el retraso en firmarse el decreto, lo que no conlleva penalización del Ayuntamiento pero llega a tiempo porque la ley de Haciendas Locales fija en el 31 de marzo el tiempo máximo", aseguró.

Rechazó así retrasos en el pago de proveerdores, así como en la tramitación del préstamo, del cual advirtió de que el importe final dependerá del remanente de tesorería que quede y por ello de cómo el Gobierno central articule las reglas fiscales.

Bronca

La socialista Maciá le contestó diciendo que está siendo un mal concejal de Hacienda, que había mentido diciendo que falta personal en su departamento y que la organización en la Concejalía es la misma que cuando ella estaba. "Diga la verdad con la falta de piezas claves para elaborar el presupuesto y la liquidación. No nos da información. Podría haber dado todas estas explicaciones en el área de Hacienda", añadió.

El debate acabó convirtiéndose en una bronca política. La presidenta del pleno, Irene Ruiz, tuvo que pedir silencio en varias ocasiones ante las interrupciones de la bancada del PSOE, lo que acabó alargando la defensa de Soler cada vez más visiblemente enfadado. "Nos están haciendo perde el tiempo por la interpelación con todo el trabajo que hay en el Ayuntamiento", afeó, además de pedir respeto.