El puente donde se multó a cien conductores en Elche vuelve a limitar la velocidad a 50 kilómetros/hora

Rectificar es de sabidos. Dos meses después de ser sancionados cerca de un centenar de conductores en el Pont del Bimil.lenari de Elche por exceso de velocidad, después de que se redujera el máximo permitido sobre la infraestructura, que era de 50 kilómetros por hora, a solo 30 kilómetros por hora, la Concejalía de Movilidad ha restituido el antiguo límite, según confirmó al diario el concejal responsable del área, José Claudio Guilabert.

Lo curioso del caso es que los vehículos que circulaban sobre el viaducto, igual que no se dieron cuenta de la reducción de velocidad el pasado mes de enero, tampoco se la han dado del aumento ahora experimentado porque siguen circulando a una velocidad extrañamente baja, tanto que prácticamente se forman colas. El motivo de algo tan extraño hay que buscarlo en un bulo, que nació en redes sociales, de que existía un radar fijo instalado en el Pont del Bimil.lenari y el miedo a la multa es importante porque lleva aparejado no solo la cuantía sino la pérdida de puntos.

Multas

De hecho, en enero las multas mínimas fueron de 300 euros y hubo un conductor al que se le denunció por un delito contra la seguridad vial porque iba a más de 108 kilómetros por hora en un tramo señalizado a 30 kilómetros por hora; es decir, multiplicando de largo la velocidad por tres.

El centenar de conductores no fueron sancionados por ir a 30 kilómetros por hora pues el radar se instaló a 51 kilómetros por hora, es decir, a 21 kilómetros más del límite fijado. Aún y así prácticamente cayeron todos los que pasaron durante los pocos minutos en los que se estableció el control

Sin borrar la señal horizontal de 30 kilómetros

El Ayuntamiento de Elche ha retirado las señales verticales de 30 kilómetros por hora, pero no ha borrado las que estaban sobre el asfalto. Esto da lugar a confusión porque ahora el conductor se encuentra con dos mensajes contradictorios: el de 50 kilómetros en la señalización vertical y el de 30 kilómetros que está pisando y ambos son válidos. Se podían haber borrado del asfalto, como se ha hecho en innumerables ocasiones para evitar la duda pero no ha sido así.

Es cierto que el conductor debe saber el orden de prevalencia de la señalización que se encuentra: primero atender a los agentes, que regulan el tráfico, luego están las señales circunstanciales y de balizamiento fijo, en tercer lugar están los semáforos y las señales verticales y finalmente, las señales horizontales o marcas viales. Pero otra cuestión es que en ese instante recuerde que lo que hay en el suelo es lo último en lo que debe fijarse.

¿Por qué se redujo a 30 kilómetros por hora? El diario no ha conseguido saber de quién partió la decisión, pero fue dentro del departamento de Movilidad y sin conocimiento del concejal. De motu propio por un técnico es la versión municipal. Tampoco lo sabía ni había tenido opinión la Policía Local que, de forma aleatoria pero no todos los días, procede a realizar controles de velocidad en Elche. Aquel día acudió la patrulla al Pont del Bimil.lenari, vio la nueva señalización, flamantemente estrenada, y se procedió a colocarse con el vehículo en un lugar estratégico desde donde observar el paso en ambos sentidos y disparar la cámara del radar si se infringía la velocidad máxima, como fue el caso y de forma automática.

Larga recta

El hecho de que la baranda metálica del Pont del Bimil.lenari se sustituyera unos días antes por otra que deja medio metro más de anchura en cada carril, dentro de un proyecto anunciando de puente inteligente que ya está instalado y en fase pruebas y el hecho de que se trate de una vía de dos calzadas por cada sentido, probablemente aconsejara reducir la velocidad en esa larga recta entre las dos rotondas sobre el río Vinalopó porque parece una larga pista y ancha.

Ahora bien, el tramo coincide con el diseño de la ronda norte de Elche que tiene su propio sentido de ser como vía rápida, concepto que choca frontalmente con las señales de 30 kilómetros por hora que se colocaron exclusivamente en este punto. El cambio de velocidad evidentemente supone un reconocimiento de un error, pero los conductores se quedarán con sus multas (de hasta 600 euros) y la pérdida de los puntos (hasta seis).