La pinada de La Marina agoniza

Los vecinos denuncian que la zona está peor, con presencia de plásticos, sin plantas que fijen ya las dunas, y ramas secas, maleza y basura en el pinar

El Consell sostiene que la actuación de regeneración ambiental finalizó en febrero y el PSPV-PSOE pide el expediente de los trabajos realizados

Este es el estado actual de la pinada de La Marina

Áxel Álvarez

María Pomares

María Pomares

Noviembre de 2020. La entonces consellera de Medio Ambiente, la ilicitana Mireia Mollà (Compromís), y el alcalde de Elche, Carlos González (PSOE), visitaban la pinada de La Marina para poner en valor la actuación que, con una inversión de 900.000 euros y un plazo de ejecución de 39 meses, se centraba en la restauración y revegetación del pinar y las dunas. Mayo de 2024. Han pasado tres años y medio, y la situación, lejos de mejorar, ha ido a peor, con ramas secas, maleza y basura entres los pinos, con el consiguiente riesgo de incendio, entre otras muchas cosas; sin vegetación que fije el sistema dunar y captadores de arena de mimbre campando a sus anchas; y con los plásticos que cubrían las especies invasoras retiradas hasta que se secaran prácticamente desechos y camino de convertirse en microplásticos, con el riesgo de contaminación para la zona. 

A las Cortes

De hecho, los vecinos llevan prácticamente dos años denunciando esta situación, la última vez el pasado 3 de abril en este periódico, entre Lunes de Mona y Lunes de Mona, lo que provocó que sólo un día después el PSPV-PSOE, a través de sus diputados autonómicos Ramón Abad y Rosario Navalón, preguntaran a la consellera de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio, Salomé Pradas, por la fase en la que se encontraba el proyecto de regeneración ambiental de la pinada y cuándo se iba a acometer una limpieza de choque

La respuesta de Pradas ha llegado esta misma semana en unos términos que han encendido más si cabe los ánimos entre los residentes de la pedanía. De un lado, los trabajos terminaron en febrero -se preveía que acabaran en 2022-; de otro, la inversión se quedó en 188.534 euros, IVA incluido. Todo eso en el marco de una actuación que, según la contestación de la consellera, incluyó el apeo de 3.645 pinos muertos y la gestión de sus restos para evitar la propagación de plagas forestales, así como la permanencia de restos de madera muerta en el medio; 22.830 plantas autóctonas arbustivas para diversificar la vegetación; y la erradicación de plantas exóticas. En concreto, la eliminación de 1.730 metros cuadrados de opuntias; 6,43 hectáreas de carpobrotus, también conocida como uña de gato o cuchilla; y 1,1 hectáreas de piteras.

Un dictamen -el del departamento de Medio Ambiente- que no ha dejado satisfecho a nadie. En particular, a los vecinos, que llevan lustros y lustros de lucha sin mucho éxito hasta la fecha. Hasta el punto de que la presidenta de la Asociación Pinomar de La Marina, Isabel Valentín, no puede ser más contundente: «No sólo no se ha hecho nada de lo que dijeron, sino que ahora la pinada y las dunas están mucho peor que antes, con plásticos que se van a convertir en microplásticos y contaminan la playa y la pinada», sentencia. 

Teoría y práctica

Es más, considera demasiado elevada la cifra para lo que se ha hecho en ese entorno. Un plan que en la práctica se ha limitado a arrancar los pinos, incluso algunos sanos, y las plantas invasoras de las dunas. Nada de replantar nuevos ejemplares junto a los senderos y tampoco las plantas autóctonas arbustivas -que la conselleria cifra en más de 22.000-, y mucho menos acometer los riegos de socorro a los que se comprometieron en su día. A ello se suma que los capatadores de arena han acabado volándose sin que haya nada que sujete las dunas, y están los plásticos. «Una cosa es la teoría y otra la práctica. Por eso, invito a los responsables políticos a que vengan a ver con sus propios ojos qué se ha hecho y qué se ha dejado de hacer. Queremos que nos digan en la cara que ya se ha hecho todo lo que se tenía que hacer, porque se puede comprobar que no se ha hecho nada», subraya.

La cuchilla que se ha  dejado secar, con el plástico desintegrándose.

La cuchilla que se ha dejado secar, con el plástico desintegrándose. / Áxel Álvarez

Por su parte, el diputado ilicitano Ramón Abad admite que los trabajos comenzaron con el Botànic y con un ejecutivo local también de izquierdas, pero sostiene que «las certificaciones las hace la actual conselleria y debe corroborar que todo está en condiciones, algo que a la vista salta que no es así, por lo que o nos están mintiendo o alguien no ha hecho bien su trabajo». Por eso mismo, el siguiente paso ha sido solicitar a Pradas en un nuevo escrito registrado en las Cortes Valencianas el acceso al expediente de los trabajos de limpieza y regeneración ambiental de la pinada, matizando, además, que se trata de actuaciones «finalizadas por su conselleria el pasado mes de febrero». En paralelo, Abad asegura que se van a mantener reuniones con vecinos y colectivos ecologistas

Los captadores de arena de mimbre totalmente  destrozados y sin cumplir  su cometido.

Los captadores de arena de mimbre totalmente destrozados y sin cumplir su cometido. / Áxel Álvarez

Dejadez

Mientras tanto, la presidenta de la Asociación Pinomar se ratifica en lo que lleva manteniendo desde hace años: «Es dejadez. A nadie le importa la pinada de La Marina, da igual que sea un partido u otro. Solo la utilizan de vez en cuando en las campañas electorales, pero luego se olvidan pronto», puntualiza. Una indignación que le lleva a cuestionar qué ocurrió con ese dinero, con esos plantones que contemplaba el proyecto, con esos riegos de socorro que podrían ayudar a que los pinos no estén cada día más y más debilitados en un espacio natural que poco a poco va agonizando.

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