Las fiestas de Moros y Cristianos de Elda no serían lo que son sin sus extraordinarios cabos de escuadra.
Un "ejército" de mujeres y hombres que dirigen a los festeros de las nueve comparsas y arrancan los aplausos del público.
Los hay más pausados y solemnes -sobre todo en el bando moro- y más apasionados y vigorosos --especialmente en las comparsas Contrabandistas y Piratas- pero todos se entregan al máximo para lucir a sus escuadras.
Por término medio pierden dos kilos de peso en los cuatro kilómetros de recorrido de cada una de las Entradas Mora y Cristiana. Festejos que suelen durar una hora y cuarto desde que comienza el itinerario en la plaza Castelar hasta que finaliza en la calle Padre Manjón.
Dos actos a los que hay que añadir La Retreta de la madrugada del primer día de fiestas y la Procesión de San Antón con la que se despide la celebración.
En total los cabos de escuadra recorren más de 20 kilómetros en cuatro festejos y pierden entre tres y cuatro kilos en los cinco días que duran las fiestas de Moros y Cristianos de Elda.
Y no es un "oficio" fácil. Tienen que tener una buena forma física para aguantar el "tute", alimentarse bien y no trasnochar durante la celebración.
Además, muchos de ellos ensayan sus bailes y movimientos durante todo el año. Y ello con el objetivo compartido de arrancar los aplausos y levantar al público "soberano" de sus asientos durante los multitudinarios desfiles del fin de semana.