Elda pisa fuerte y marca una nueva cifra récord de visitantes al Museo del Calzado

La entidad se convierte en uno de los motores del turismo de la localidad con unos números que superan en el mes de septiembre en un 60 % a las del mismo periodo del año anterior con visitantes llegados desde China, EE UU o Perú

Un grupo de turistas visitan las instalaciones del Museo del Calzado de Elda.

Un grupo de turistas visitan las instalaciones del Museo del Calzado de Elda. / ÁXEL ÁLVAREZ

Lydia Ferrándiz

Lydia Ferrándiz

Más de cien años de historia de una industria pionera para la ciudad de Elda se esconden entre las paredes del Museo del Calzado. Un espacio privilegiado por el que recorrer sin prisa la historia y el valor de un sector de incalculable valía histórica. Zapatos de tela y brocados del siglo XVIII, las primeras botas con las que alguien jugó al fútbol o los diseños más provocativos que los diseñadores de la zona se han atrevido a convertir en realidad componen un recorrido único por las vitrinas que copan esta singular galería. 

Los curiosos que se acercan a conocerlo cada año quedan asombrados por los tesoros que alberga. En este espacio no solo se pueden contemplar piezas significativas, sino que entre sus salas los visitantes llegan a conocer la evolución que llevó a las máquinas de coser a convertirse en el mejor aliado de las aparadoras, observar la transformación que las fábricas de la ciudad tuvieron durante el siglo XX y que las llevó a convertirse en un emblema o recorrer los archivos de revistas y documentos de moda que copan las paredes de una sala que en la que se respiran las memorias y aventuras de un sector en constante crecimiento. 

Un espacio cultural que cada año atrae a más visitantes y que sigue sin dejar indiferente a nadie que a él se aproxima. Cercanos o no a la industria zapatera, venidos de cerca o de lejos, los visitantes de este museo nunca quedan impasibles ante los tesoros que en este museo pueden encontrarse. «Este miércoles tuvimos un grupo de ocho mujeres llegadas desde Washington D. C. a las que les organizamos una visita privada para que conocieran en Museo», explica Loles Esteve, directora del Museo del Calzado de Elda.

Como este grupo llegado desde Estados Unidos este año han sido más de 2.730 personas las que han querido detenerse durante un momento en sus viajes para recalar en este Museo que guarda y atesora los recuerdos de una ciudad vinculada durante décadas a la industria zapatera. 

Una de las visitas que más disfrutan mayores y pequeños es la que se hace a través de las vitrinas que albergan la evolución del calzado a lo largo del siglo XX y en el que pueden encontrarse piezas que vienen de aún más lejos. Empezando a finales del siglo XIX donde los zapatos eran más pequeños y discretos, los ojos de los turistas pasan sin pestañear a la década a los «locos años 20» a los clásicos años 40 o 50 hasta perderse en una espiral de color y creatividad con los diseños más atrevidos de las décadas de los 70, 80 o 90. 

«Otra de las secciones que más llama la atención a los visitantes, sobre todo a los más pequeños, es la dedicada al calzado de deportistas, actores o cantantes famosos», asegura Esteve. Y es que entre estas paredes se pueden ver las botas de Iniesta, las deportivas de Rafa Nadal o algunos de los que utilizaron los Reyes de España, Juan Carlos y Sofía; la duquesa de Alba; el Papa Juan XXIII durante su proclamación en el Vaticano o del hermano de Napoleón, «Pepe Botella».  

Y es que para gustos, colores, y en este museo hay calzado para todos. «Siempre encuentras el tipo de zapato que combina con tus gustos, por ejemplo, si eres fan de la cocina puedes encontrar zapatos de auténticos chefs de estrella Michelin», señala la directora del Museo del Calzado. 

Esta variedad que ofrece la entidad cultural se ve reflejada en los buenos resultados de visitantes que mes a mes recorren sus pasillos. Solo este mes de septiembre ya se han superado un 60% el número de turistas respecto al mismo periodo del año anterior que acercan hasta estas instalaciones a conocer mejor una industria que ha llenado los armarios y los corazones de medio mundo con visitantes llegados principalmente de España, pero también de Reino Unido, Francia, Alemania Holanda, México, Finlandia, EEUU, Perú, China o Ecuador. 

«La verdad es que todo el mundo sale con las expectativas cumplidas porque de hecho así nos valoran cuando realizamos encuestas de satisfacción. Ahora también contamos con la «Q» de Calidad Turística con la que no cuentan ni el Museo del Prado ni el Thyssen y que nos aseguran que los visitantes están en un entorno seguro con creatividad y desarrollo». 

Ahora la historia y la cultura de la industria eldense continuará perpetuándose en este centro y dándose a conocer cada año a las miles de personas que se acercan a conocer de primera mano un pequeño trozo de un sector que marcó un antes y un después para Elda.