El mal estado de la ermita de San Crispín de Elda impide celebrar la romería con sus patronos

La capilla sufre desde hace años problemas de goteras, vandalismo y daños en el techo lo que impide guardar a las figuras en su interior durante el año

El Ayuntamiento eldense es el dueño del templo y, a pesar de las quejas reiteradas de la Asociación de Veteranos, aún no ha llevado a cabo los arreglos prometidos

Lydia Ferrándiz

Lydia Ferrándiz

Un jardín poblado de pinos y mesas de pícnic esconde en el barrio de La Torreta de Elda una ermita blanca y amarilla. En la puerta una placa y una inscripción dejan intuir que se trata de la Ermita de San Crispín y San Crispiniano, patronos de los zapateros. Un lugar de culto que en los últimos años ha sufrido varios episodios vandálicos que han dejado pintadas en la parte central de su fachada y cristales rotos en la ventana semicircular de su parte alta.

Estos desperfectos, los visibles desde fuera, no son todos los que allí se encuentran. En su interior son las goteras y los daños en la cubierta y en el tejado los que dejan ver el deterioro de un templo de propiedad municipal que durante más de 70 años ha sido el hogar de las imágenes de los patronos San Crispín y San Crispiniano. Allí estas figuras pasan el año, de octubre a septiembre, cuando la romería de la Junta Central de Fallas las lleva hasta la iglesia de la Inmaculada donde esperan, de septiembre a octubre, a ser devueltos en romería por los Veteranos de San Crispín de nuevo a su casa, la ermita blanca y amarilla del barrio de la Torre.

Sin embargo, desde hace más de dos años, esta costumbre no puede llevarse a cabo debido al mal estado en el que se encuentra el templo. La humedad y las goteras hacen inhabitable este espacio para las figuras de ambos patronos que, para no sufrir las inclemencias meteorológicas, pasan desde 2022 el tiempo a buen recaudo en la iglesia de la Inmaculada en la que ya tienen su hueco.

El presidente de la Asociación, José Sánchez, ostenta este cargo desde ya cuatro años, pero entre la pandemia que mantuvo suspendida la romería durante 2020 y 2021, y los dos años que lleva inhabilitado este inmueble, aún no ha podido vivir junto a sus patronos un día tan importante. "En 2022 fue cuando descubrimos cómo se encontraba la ermita por dentro. Comenzó a tener goteras, había trozos de escayola y piedras en el suelo y tuvimos que apilar los bancos para que no sufrieran daños. Fuimos al Ayuntamiento a quejarnos y al mes vinieron unos operarios que demostraron la escayola del techo y nos dijeron que había que cambiar la cubierta porque con el paso de los años estaba en mal estado", explica Sánchez.

A tan solo tres semanas de la romería del año pasado, y sin soluciones a la vista, los Veteranos de San Crispín decidieron poner en marcha esta romería alternativa, dejando a los patronos en la iglesia de la Inmaculada y haciendo la romería con un portaestandarte. "El año pasado nos dijeron desde el Ayuntamiento que no había presupuesto y parece que este año tampoco había presupuesto, el alcalde estuvo el año pasado en la asociación y nos dijo que el día que lo arreglaran haríamos aquí una fiesta, el caso es que aún seguimos esperando".

Por este motivo los Veteranos de San Crispín dejarán a sus patronos en la iglesia de la Inmaculada por segundo año consecutivo y saldrán en romería hasta la ermita llevando solo un portaestandarte. "La ermita sigue igual, el tejado está igual de mal y nos dicen que solo la arreglarán si hay presupuesto, que si no nada. Si fuera por nosotros ya nos habríamos puesto manos a la obra, pero al ser propiedad municipal no podemos", explica José Sánchez.

Antes de que se inicie el camino, eso sí, los más fieles a San Crispín y San Crispiniano, comenzarán el día con su tradicional chocolatada en la sede de su asociación a las 9.00 horas de la mañana. Posteriormente, se realizará una misa en la iglesia de la Inmaculada a las 11.00 horas junto a sus patronos, a los que esperan poder llevar pronto a casa, y a las 12.00 horas comenzará el camino que lleva a los peregrinos desde la Inmaculada hasta la ermita de San Crispín. Una vez arriba se hará la tradicional entrega de vino y altramuces y los participantes que lo deseen podrán quedarse a pasar el día comiendo en la pinada.

La ermita fue erigida en honor de San Crispín y Crispiniano, patronos de los zapateros, oficio de un gran porcentaje de la población eldense. Por el Sindicato Local de la Piel, en 1951 se puso la primera piedra de la ermita y bendecida la imagen de los Santos Crispín y Crispiniano. En el plazo de un año se construyó la ermita y el 25 de octubre de 1952 fue bendecida por el obispo de la diócesis don José García Goldaraz.