Hércules CF 2-1 At.Saguntino

El Hércules juguetea con el gran ridículo histórico

Un gol en el tiempo añadido fabricado entre Jean Paul y Toscano, suplentes de partida, impide que los alicantinos viajen a Ibiza jugándose la permanencia

Pedro Rojas

Pedro Rojas

Pasa poco, pero pasa. El destino también se equivoca. No es infalible. Te señala, te saca los colores, te estruja hasta que lloras y luego, cuando se te viene encima la peor de las tragedias, gira un poco la cabeza, se fija en otra presa y se olvida de ti. Hay algo tántrico en su malicia, en su forma de encajar las piezas que explican el universo. 

Todo parecía conjurado en contra del peor Hércules de la historia: el accidente de casa y los seguros a terceros, los futbolistas encogidos, cansados de estar cansados (rara vez de correr con un criterio táctico) y el entrenador, atribulado en un delirio sin fin. 

El silbido pavoroso del enésimo proyecto blanquiazul cayendo al vacío desde un rascacielos se escuchaba nítido en un campo casi vacío en el que se podía oír el zumbido de una mosca. Menos de un minuto para el desenlace y el equipo a un paso de la tragedia: acabar jugando el «play-off», el otro, el malo, el que no está pensado para clubes que gastan más de dos millones en un fútbol de alpargatas.

Los blanquiazules pelearán por clasificarse para la próxima Copa del Rey en su despedida del curso frente al CD Ibiza Islas Pitiusas

La risa sardónica de los descreídos se mezclaba –en el aire denso del mediodía– con la histérica de quienes aún se aferraban a la ciencia infusa. ¡No puede ser! ¿En serio? ¿Otra vez...? Faltó poco, poquísimo, el breve espacio de tiempo transcurrido entre que Moha no hallara rematador para su pase de la muerte y que el Rico Pérez celebrara un gol en el último estertor de la jornada 33, la penúltima de un ejercicio execrable.

Jean Paul le gana la partida a los hombres de cierre del Atlético Saguntino en la jugada que dio pie al tanto de Toscano en el tiempo añadido en un Rico Pérez casi vacío.

Jean Paul le gana la partida a los hombres de cierre del Atlético Saguntino en la jugada que dio pie al tanto de Toscano en el tiempo añadido en un Rico Pérez casi vacío. / HECTOR FUENTES

Minuto 93. Chabboura centra al corazón del área y el balón se topa con la pierna equivocada. Chacartegui lo recoge, levante la cabeza (por fin) y ve a Jean Paul lejos, en la frontera de los dos campos. Golpeo largo y el francés, con la posición perdida, se inmola contra los dos hombres que cierran atrás. Mete la cabeza, les priva del cuero a ambos, hace malabares sin dejar caer la pelota hasta que la acaba controlando con el pie. Mientras eso sucede, Toscano corre creyendo en la fortaleza del canterano, que finalmente observa de reojo al italiano persiguiendo el área.

Un penalti muy dudoso permite al conjunto de Lolo Escobar ponerse por delante antes de la expulsión de Luque Jr.

Asiste al mediocentro y este, volando a cámara lenta, se planta delante de Marcos Lavín y, con el último gramo de fuerza que le queda, bate por bajo al portero formado en la base del Real Madrid. Dos a uno. Minuto 94. Victoria en casa casi dos meses después. Permanencia asegurada. Aullido nervioso. Los pocos aficionados que siguen en la grada se miran con la angustia aún cosida a la garganta. Tiran con rabia el vaso de plástico contra el cemento. Saltan de rabia. Se libran de un yugo de pinchos oxidados y se gritan sin hablar: por los pelos, amigo mío... por los pelos.

Luque Júnior, minutos  antes de ver la segunda amarilla por protestar una falta a su favor.

Luque Júnior, minutos antes de ver la segunda amarilla por protestar una falta a su favor. / HECTOR FUENTES

El Hércules estará otra vez en la cuarta categoría del fútbol nacional. Necesitará otro intento. El cuarto ya después de tres cursos tragando más o menos agua en sus naufragios. Se salva de una debacle horrible, inefable, ignominiosa, y lo hace a pesar de su entrenador, que decidió que la de ayer, caminando sobre el abismo sin red, era una buena mañana para experimentos suicidas.

Por cambiar, Lolo Escobar cambió hasta al portero, que es lo único que de verdad le funcionaba. Cinco caras nuevas de inicio, permutas que antes denostaba, un doble pivote defensivo y un futbolista que no había dado desde diciembre «el mínimo profesional» en la punta del ataque, sin fondo físico ni ritmo de juego, todo junto bajo un sol devastador.

La doble amarilla al canterano del Eldense a la media hora dejó a los locales a merced de un Saguntino muy superior

Los alicantinos, sin tener la pelota, achicando ataques de exherculanos sin parar, se encontraron con el 1-0 gracias a un penalti en escala flagrante de grises. Lavín acertó la dirección, pero el chut de Raúl Ruiz, que se arrogó la responsabilidad de tirarlo antes de que el vasco hiciera el ademán de reclamar su condición de «nueve», pasó fugaz por debajo de la mano del guardameta del Saguntino.

Adelantarse no cambió nada, al revés. Envalentonó a Luque Júnior más de la cuenta y el árbitro le acabó expulsando por doble amonestación. Al jugador le dio por protestar a voces, sin mesura, una falta a su favor diez minutos después «de haber cortado con la mano un ataque prometedor».

Pánico sin disimulos

En inferioridad, el pánico ya no se disimuló. Todos atrás hasta que Pedro Torres conectó un derechazo desde fuera del área al que Iván Martínez no pudo responder. El empate antes del descanso acabó con la farsa de Lolo Escobar, que dejó en la ducha a Ander Vitoria. Después retiró al capitán, de nuevo útil como extremo, y apostó por Eimil. Y remató la rotación con Toscano en lugar de Artiles.

Raúl Ruiz celebra el 1-0 anotado desde el punto de penalti en la primera parte.

Raúl Ruiz celebra el 1-0 anotado desde el punto de penalti en la primera parte. / HECTOR FUENTES

El dominio no cambió de manos. El conjunto romano, aferrado a la plaza para la Copa del Rey con la que saltó al césped, lo siguió intentando una y otra vez hasta que Moha, libre de marca, armó la pierna dentro del área y se topó con la mano dura abajo del suplente de Carlos Abad, reivindicando su pasado internacional en las categorías inferiores de la selección.

Salvó Iván, y luego suturaron la herida entre Jean Paul y Toscano a escasos segundos de la conclusión, dos de los sospechosos habituales en las ruedas de prensa del preparador. Victoria en casa el Día de la Madre. La anterior fue en el del Padre, podría decirse que a este Hércules triste le gusta honrar las fiestas. Falta asegurar la Copa del Rey, denle ese gusto al presidente Luis Castillo, que le encantan... 

FICHA TÉCNICA

HÉRCULES: Iván Martínez, Diego Jiménez, Roger Riera, Mario Gómez, Chacartegui, César Moreno, Maxi Ribero, Artiles (Sandro Toscano, 75’), Luque Jr., Raúl Ruiz (Víctor Eimil, 68’) y Ander Vitoria (Jean Paul, 46’).

SAGUNTINO: Marcos Lavín, Kike Torrent, Juanma García, Carlos David (Roan Riera, 54’), Javi Pérez, Luis Navarro (Chabboura, 65’), Sana N’Diaye (Ato, 54’), Pedro Torres, Juanma Acevedo (Carlos Esteve, 84’), Kalvin Ketu (Jorge Domingo, 65’) y Nacho Ramón.

GOLES: 1-0, Min. 27: Raúl Ruiz (penalti). 1-1, Min. 43: Pedro Torres. 2-1, Min. 94: Sandro Toscano.

ÁRBITRO:  Gamaliel Escobar Pérez (Las Palmas) T. Amarillas: a Raúl Ruiz, Chacartegui, Maxi Ribero y Jean Paul, del Hércules, y a Carlos David, Javi Pérez, Nacho Ramón, Esteve, Sana y Ketu, del Atlético Saguntino. T. Rojas: Expulsó por doble amarilla a Luque Jr. (18’ y 35’), del Hércules.

ESTADIO: Rico Pérez, con menos de un millar de espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria del exentrenador del Hércules Arsenio Iglesias, fallecido el pasado viernes.