Así fue el primer ascenso del Rico Pérez hace 40 años

El Hércules de Carlos Jurado regresó a Primera en 1984 tras ganar 2-0 al Castellón

Bakero y Álvarez marcaron los tantos de la gloria

El herculano Mañuz busca el vestuario en medio de la invasión.

El herculano Mañuz busca el vestuario en medio de la invasión. / PERFECTO ARJONES

Ramón Pérez

Ramón Pérez

Rico Pérez, bajo los efectos de la benzodiacepina; las Belleas del Foc, aporreando la puerta del vestuario; un tipo con un paraguas blanquiazul en la grada. Mientras el presidente del Hércules le decía al periodista de INFORMACIÓN Miguel Hernández «estoy muy tranquilo, voy flotando y medio drogado por los Valium»; a las máximas representantes de las Hogueras les vetaban el paso porque «había futbolistas en paños menores». «Queremos saludar a los jugadores», se justificaban. Al final la puerta cedió. Era un caos, pero un caos perfecto. En el césped, invasión. Entre la muchedumbre aparecía el vicepresidente Torregrosa bañado de champán y el delantero Sanabria en calzoncillos, en una icónica foto que llena de nostalgia incluso para quienes no lo vivieron.

 La Bellea del Foc y sus damas, en el vestuario del Hércules en plena celebración. Ambientazo en la grada.  El técnico Carlos Jurado explota de júbilo. | PERFECTO ARJONES

El argentino Sanabria, sin camiseta, engullido por aficionados sobre el Rico Pérez / PERFECTO ARJONES

Las páginas de periódico del día siguiente (firmadas por Hernández, Lobo y Vicente Crespo) reflejan que el estadio jamás tuvo ese colorido. Tracas de 120 metros, papelinas, globos, banderas, incluso niños vestidos de la primera comunión. La peña El Bombo anima y la grada grita «gol, gol» antes de sacar cada córner. Un gol de Bakero encarrila lo que será un partido tranquilo, quién lo diría en un ascenso, y el árbitro para el juego. O se retiran los objetos del terreno de juego o no se reinicia. En el descanso Lassaletta, el alcalde, toma una copa en el palco; al mismo tiempo, hay quien le recrimina a Santiago Baños el estado del césped. En la reanudación Álvarez pone el 2-0 definitivo, el Hércules es de Primera. El rival, el Castellón, ha sido un espectador más. Estampida hacia el terreno de juego. Nadie se salva. Los fotógrafos de INFORMACIÓN disparan. Arjones, Carratalá, Vilaplana. Los más rápidos del lejano oeste.

 El argentino Sanabria, sin camiseta, engullido por aficionados sobre el Rico Pérez.

La Bellea del Foc y sus damas, en el vestuario del Hércules en plena celebración / PERFECTO ARJONES

Antes del encuentro Las Banderas, la Peña Herculana de Torrevieja y la Amigos del Hércules organizaron una caravana de coches ataviados con detalles blanquiazules que partió desde la plaza Manila. En la previa el técnico Jurado, un hombre siempre prudente, se salió del guion y dijo en rueda de prensa: «Ganaremos al Castellón aunque venga con Pelé y Maradona». Tras la consecución del ascenso, la celebración continuó con la calle San Fernando como punto neurálgico de la felicidad.

El primer ascenso del Rico Pérez

Ambientazo en la grada / PERFECTO ARJONES

Fue un caos, pero un caos perfecto. El nuevo estadio del Hércules se había engalanado para el primer ascenso de sus diez años de historia. Y no defraudó. El Rico Pérez, parido en años de bonanza, durante ocho años solamente conoció la sonrisa. Hasta la primavera de 1982, entonces vivió un descenso tras un empate contra el Valencia que culminaba una tendencia a la baja. Tras dos campañas en Segunda, el Hércules de Carlos Jurado regresaba ahora a Primera. Su retorno sería fugaz, apenas dos años más en la élite, marcados por el fichaje del astro argentino Mario Kempes y la apoteósica permanencia lograda en el Santiago Bernabéu.

El primer ascenso del Rico Pérez

El técnico Carlos Jurado explota de júbilo / PERFECTO ARJONES

A todo aquello le siguió una época oscura de la que aún no se ha recuperado. Después, el club apenas tendría dos presencias más en la élite, casi por generación espontánea en medio de unas gestiones nefastas y acuciado en más de una ocasión por serios problemas que pusieron en duda incluso la supervivencia de la entidad.

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