Este jueves, 29 de septiembre, se celebra el Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, un problema creciente en los países occidentales. Según el índice de desperdicio de alimentos 2021 del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), cada año se desaprovechan 931 millones de toneladas de alimentos, un 17% del total de alimentos disponibles para los consumidores. Con esta cantidad se podría alimentar a más de dos mil millones de personas, es decir, el doble de la cantidad de personas que se encuentran en riesgo de desnutrición en el mundo.

El 17% de los alimentos disponibles en el mundo acaban siendo desperdiciados, según la ONU PEXELS

Los hogares son los responsables del 60% del desperdicio, por lo que nuestro papel y acciones como consumidores tienen un impacto importante en la lucha contra el desecho de alimentos. Pero, como consumidores... ¿cómo podemos atajar este problema y contribuir a equilibrar el desperdicio de alimentos en nuestros hogares?

En realidad, bastan algunos gestos muy sencillos para reducir, y tratar de evitar, el desperdicio de alimentos en nuestros hogares:

 Planificación

  • Antes de hacer la lista de la compra, revisar bien la nevera y despensa para solo incluir los productos necesarios en nuestra cesta de la compra.
  • Organizar un menú semanal para utilizar previamente los productos más perecederos. Además de evitar ese desperdicio, la realización de este menú nos permitirá organizar todos los grupos de alimentos para conseguir que nuestra dieta sea más equilibrada y nutritiva.

Organización

  • Una vez hecha la compra, distribuir siempre los alimentos más antiguos delante de los nuevos para así reducir las probabilidades de dejar que algún producto olvidado caduque o pierda sus propiedades.
  • Diferenciar la fecha de caducidad, que indica que ese producto no debería consumirse o no se aconsejaría consumir pasado ese día, y la de consumo preferente, que se aplica a productos bastante más duraderos y estables.

Consumo

  • Calcular adecuadamente las cantidades antes de cocinar. Este sencillo paso es muy útil para evitarnos cocinar más comida de la necesaria y que se eche a perder o acabe en la basura.
  • Aprovechar los alimentos sobrantes que ya han sido cocinados para elaborar otros platos.

Estas pequeñas, pero efectivas acciones, pueden ayudar a mejorar este problema que cada vez es más alarmante. Pero, no solo los consumidores debemos actuar. Las empresas de alimentación también deben dar un paso adelante y trabajar de manera conjunta para acabar con el problema.

El 17% de los alimentos disponibles en el mundo acaban siendo desperdiciados, según la ONU PEXELS

Para hacerse una idea del problema, el peso de los alimentos desperdiciados cada año equivale aproximadamente al de 23 millones de camiones de 40 toneladas completamente cargados, que circulando uno detrás del otro darían siete vueltas a la Tierra, según las cifras de la ONU.

«Reducir el desperdicio de alimentos reduciría a su vez las emisiones de gases de efecto invernadero, frenaría la destrucción de la naturaleza por la conversión de tierras y la contaminación, aumentaría la disponibilidad de alimentos y, por tanto, reduciría el hambre y ahorraría dinero en un momento de recesión mundial», destaca Inger Andersen, directora ejecutiva del PNUMA.

«Si queremos tomarnos en serio la lucha contra el cambio climático, la pérdida de la naturaleza y la biodiversidad, y la contaminación y los residuos, las empresas, los gobiernos y los ciudadanos de todo el mundo tienen que poner de su parte para reducir el desperdicio de alimentos”, dice Andersen.

Objetivo: reducir un 50% el desperdicio

El objetivo es ahora reducir en un 50% el desperdicio de alimentos de los consumidores en 2030. “Con 690 millones de personas afectadas por el hambre en 2019, una cifra que se espera que aumente considerablemente con el covid-19, y 3.000 millones de personas que no pueden permitirse una dieta saludable, los consumidores necesitan ayuda para reducir el desperdicio de alimentos en casa”, advierte la ONU.

Naciones Unidas aboga porque los estados aumenten su “ambición climática”, incluyendo los residuos de alimentos en las contribuciones determinadas a nivel nacional para el Acuerdo de París. Y que al mismo tiempo refuercen“la seguridad alimentaria” y reduzcan “los costes para los hogares”. Todo ello hace que la prevención del desperdicio de alimentos sea también “un área primordial para incluir en las estrategias de recuperación del covid-19”.

Las conclusiones del informe han venido a modificar la creencia de que el desperdicio de alimentos en el hogar era un problema importante sólo en los países desarrollados, y que en los países en desarrollo concentraban las pérdidas de producción, almacenamiento y transporte.

“Con la publicación del informe del Índice de Desperdicio de Alimentos, vemos que las cosas no están tan claras”, apunta Marcus Gover, director general de WRAP, que insiste en que la lucha contra el desperdicio de alimentos debe ser “una prioridad para los gobiernos, las organizaciones internacionales, las empresas y las fundaciones filantrópicas”.

Para aprovechar el informe, el PNUMA pondrá en marcha grupos de trabajo regionales que ayudarán a capacitar a los países para medir el desperdicio de alimentos para la próxima ronda de informes del ODS 12.3, a finales de 2022.

El grupo de trabajo también apoyará a las nacionesa progresar hacia el cumplimiento del objetivo de 2030, y a diseñar estrategias nacionales para prevenir el desperdicio de alimentos.

Informe sobre el desperdicio de alimentos (en inglés): https://wedocs.unep.org/bitstream/handle/20.500.11822/35280/FoodWaste.pdf

......

Contacto de la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es