En pocas palabras

Carlos Mazón y Chapí

Antonio Sempere

Antonio Sempere

El Palau de la Música de València se construyó entre 1984 y 1987. Las obras de rehabilitación que lo mantienen cerrado desde que se desprendió parte de la techumbre de su Sala Sinfónica están durando todavía más. Desastrosa la gestión de su Ayuntamiento. Nuestro flamante Auditorio de la Diputación, que se inauguró siendo presidente José Joaquín Ripoll, tardó dos décadas en llegar respecto al templo musical valenciano. Pero escuchando a la Mahler Chamber Orchestra, y viendo la extensa agenda del ADDA para enero, relativizo este agravio.

De lo que no me olvido es de la promesa que me hizo públicamente el presidente de la Diputación, Carlos Mazón, tras mi petición en Radio Alicante de que la Sala Sinfónica fuese bautizada con el nombre de Ruperto Chapí. Muy diligente, incluso tuvo el detalle de llamarme en persona para anunciarme que la idea no caía en saco roto y pronto se convertiría en realidad. Nunca dudé de su palabra. Pero la legislatura se agota y mi deseo no se ha cristalizado.

Aprovechando el recordatorio lo refuerzo con una sugerencia en la misma línea. ¿Por qué no se sustituye el desagradable aviso que suena por megafonía, tres minutos antes de que comience cada concierto, advirtiéndonos de que apaguemos los móviles, por las primeras notas del preludio de ‘La revoltosa’?

Les aseguro que otros coliseos y auditorios han aprovechado esta melodía para este menester con un resultado maravilloso. Musicólogos de fuste reconocen que ‘La revoltosa’ es un prodigio de composición. Icónico para la música española como pocas.

Espero que a Carlos Mazón no incomoden mis palabras. Seguro que le sería muy grato inaugurar la Sala Sinfónica Chapí. Los melómanos recibiremos la noticia si se oficializa con enorme alegría.