Otra forma de conocer la ciudad

“No se puede hablar mejor. Tratemos pues, en primer lugar, de fundar con palabras la ciudad”. Platón, “La República”.

José Ramón Navarro Vera

José Ramón Navarro Vera

Recientemente ha tenido lugar en la Sede Universitaria de la UA en Alicante, dentro del programa “Aula de la Ciudad” que coordinamos el profesor Jorge Olcina y el autor de este artículo, un ciclo bajo el titulo de “La Ciudad Dual”. Durante tres tardes se ha reunido un foro ciudadano para debatir sobre las desigualdades y contradicciones sociales, urbanísticas y ambientales de esta ciudad, que debían de constituir un reto para el gobierno local que salga de las próximas elecciones locales de mayo. Pero la responsabilidad de su estado actual recae sobre quienes la han gobernado estos cuatro años, que parecen ignorar que una ciudad no avanza ni progresa si no lo hace como una sociedad socialmente cohesionada, integrada e inclusiva.

La ciudad también se habita con las palabras. Como las que escuchamos de los ciudadanos que han participado en estas jornadas. Hablan de su ciudad con palabras profundas, que nos transmiten tanto su experiencia en ella como su forma de pensarla y mirarla. Esas palabras nos han acompañado durante esos días en un recorrido por la ciudad que nos han ido mostrando diferentes asociaciones y plataformas ciudadanas: Plataforma contra la pobreza, la exclusión y la desigualdad de Alicante, Punto de información de denuncia y derechos civiles, Sindicato de Vivienda de Carolinas, AV Colonia Requena, Coordinadora Alicante Limpia, AV. Centro Tradicional, AV. Laderas del Benacantil, AV. El Templete-Benalúa, AV. Gran Vía Sur, AV. Parque del Mar y AV. San Gabriel.

A lo largo de las tres sesiones del ciclo de “La Ciudad Dual” se fueron exponiendo por los vecinos un “catálogo” de cuestiones y temas críticos que afectan a sus barrios, entre otros, promesas incumplidas, ausencia de políticas de atención y cuidados de los ciudadanos residentes en la áreas vulnerables , graves problemas de precariedad residencial, degradación ambiental, déficit de equipamientos sociales y comunitarios, en fin la lista es muy larga y se puede tener infamación más detallada en la grabación de las jornadas entrando en la Sede de la UA en Alicante (https://s.ua.es/es/sbCP)

Pero este ciclo ha constituido también una oportunidad para conocer de cerca una representación significativa de los protagonistas de los movimientos sociales en la ciudad. A continuación, se aporta una aproximación al perfil de estas asociaciones ciudadanas que constituyen un referente imprescindible para transformar la ciudad:

  1. Se tiene la impresión que la relación entre el gobierno local con los ciudadanos está muy deterioradas. Me refiero a los vecinos más críticos y comprometidos en la construcción de la ciudad y que trabajan desinteresadamente en ello. Además, en relación con esto último, no parece que desde el gobierno local se tenga el respeto que se merecen unos vecinos que emplean su tiempo y recursos en esa implicación generosa para cambiar su ciudad.
  2. En general, y en mi opinión, al movimiento ciudadano de Alicante le une más la defensa de su barrio como espacio de vida y de bienestar común, que posiciones políticas o ideológicas, aunque, en ocasiones, las agrupaciones vecinales están próximos a la oposición municipal de izquierdas por el apoyo que reciben de estas formaciones a sus reivindicaciones.
  3. Aunque las posiciones críticas de las asociaciones contienen demandas de otra manera de gestionar la ciudad, la carencia de una mirada al conjunto del territorio urbano, más allá del barrio, sigue estando presente en su tejido social. Las plataformas en temas de igualdad, limpieza, ruidos, movilidad, medio ambiente, suelen compartir una visión más global.
  4. Sin embargo, a pesar de lo que se apunta en el punto anterior, están emergiendo posiciones que expresan la necesidad de unir esfuerzos y voluntades en torno a una federación de asociaciones vecinales en la ciudad. En las jornadas escuchamos actitudes favorables a esta modalidad de organización que es habitual en otras ciudades. Una federación de asociaciones de vecinos, sólida y autónoma, podría sustituir a un Reglamento de Participación inoperante y obsoleto, como el vigente aprobado hace casi veinte años, en el que se plantea un modelo de participación paternalista en el que el ciudadano queda reducido a un papel puramente clientelar, cuando la finalidad de un documento de esta clase no es otro que fomentar y extender la práctica democrática en la ciudad, finalidad ausente del documento.
  5. Quisiera destacar el rigor con el que suelen presentarse las más recientes reivindicaciones y propuestas vecinales. El discurso vecinal sobre temas de desigualdad social, vivienda, ambientales y de degradación del paisaje urbano y equipamientos, en muchos casos, suele tener un contenido y análisis más lúcido y completo que el que tiene su origen en fuentes municipales. Un ejemplo: de la cuestión relevante de la ocupación de litoral sur por las vías del ferrocarril tenemos más y mejor información a través de las asociaciones de vecinos de esa zona que del Ayuntamiento. Lo mismo se puede decir de las cuestiones relacionadas con ruidos, residuos y limpieza.

Tras estas jornadas, cuando escuchamos algunas marcas o eslogan de la ciudad como “Alicante, City and Beach”, nos parecen una frivolidad; y no se sabe de qué ciudad se está hablando con lo de “Alicante, Ciudad Amable”. En esencia, el porvenir de una ciudad depende de la calidad de sus ciudadanos y de la visión de futuro de sus dirigentes, en la nuestra abunda la primera y estamos huérfanos de la segunda.