Trump, el condenado candidato procesado

Trump publica su histórica fotografía policial tomada en Georgia

Europa Press

Antonio Balibrea

Antonio Balibrea

Joe Biden no debe menospreciar la candidatura de Donald Trump a la presidencia en 2024. Esta es la recomendación que dio el presidente Obama a su sucesor actual durante una cena en la Casa Blanca en que se ofreció a colaborar en la próxima campaña presidencial. La fortaleza de Trump, según analizó Obama, se basa: en primer lugar en el apoyo de las bases del partido republicano; en el ecosistema mediático que le respalda; en el control férreo que todavía tiene del partido; y que están en un país polarizado.

Trump ha sido procesado cuatro veces: por comprar el silencio de una actriz porno, por guardar en su casa documentos secretos que ponían en peligro la seguridad nacional y de conspirar para alterar el resultado de las elecciones y socavar la confianza general en el sistema democrático. La cuarta acusación de Donald Trump en cinco meses, esta vez por tratar de anular los resultados de las elecciones en Georgia presionando a los legisladores estatales, ayudando a crear electores falsos y afirmando falsamente que hubo un fraude generalizado, tiene potencialmente enormes implicaciones legales y políticas. Esta acusación es la que le ha llevado a ser fichado por la policía esta semana. Las tres primeras son por delitos federales, y esta por un delito contra las leyes estatales- la dirige una fiscal del estado de Georgia- en las que el gobierno federal no puede intervenir, ni el presidente actual o futuro indultar o autoindultarse.

Según las manifestaciones de Donald Trump en las redes, las denuncias le fortalecen ante sus electores. Al menos eso cree él a juzgar por las amenazas que ha lanzado a los fiscales. Los datos publicados recientemente en el Washington Post (Oliver Knox, 2 de agosto 2023) no concuerdan con las declaraciones de Trump ni las que vienen realizando algunos de los miembros de su equipo ni con las del “ecosistema mediático” que encabeza la Fox. Según esos datos el año pasado Trump había recaudado más de 100 millones de dólares para su reelección, de los que actualmente le quedarían tan solo 4 porque solo en el primer semestre del año actual se ha gastado más de 40 en gastos legales y pagos a sus colaboradores. Tras formalizarse la primera acusación recaudó más de 4 millones de dólares de 80.000 donantes; tras la segunda la acusación la recaudación ha sido de 1,3 millones de 35.000 donantes. La red de donantes y grupos activistas (American for Prosperity) liderada por el multimillonario conservador Charles Koch, dueño de una multinacional de empresas auxiliares del automóvil,-una tiene sucursal en Ibi- se opondrá a Donald Trump para la nominación republicana de 2024, lo que representa un desafío directo a la campaña del expresidente.

Si bien la mayoría de los republicanos, el 74 %, dice que lo apoyaría en noviembre de 2024, el 53 % de los estadounidenses dice que definitivamente no lo apoyaría si es el candidato. Es una advertencia crucial para el expresidente y sus simpatizantes, Trump enfrenta vulnerabilidades flagrantes de cara a las elecciones generales, con muchos estadounidenses fuertemente atrincherados en su contra. La percepción de los votantes republicanos de que Biden es débil e inepto ha perjudicado a los candidatos que no se llaman Trump, En el reciente, y primer debate, de ocho candidatos republicanos, casi todos se mostraron dispuestos a apoyar a Trump. Pocos republicanos se atreven a enfrentarse con Trump por el respaldo que todavía tiene entre sus votantes. Neutralizar a Donald Trump lo confían a la justicia

Dos destacados académicos conservadores escribieron que la Sección 3 de la Enmienda 14, que se adoptó después de la Guerra Civil norteamericana de Secesión para prohibir que ex funcionarios federales que se unieron a la Confederación vuelvan a ocupar cargos, se aplica ampliamente a cualquier "insurrección o rebelión" contra los Estados Unidos. El ataque del 6 de enero al Capitolio fue una insurrección en el sentido de esta cláusula. Es difícil, sin embargo, que antes de las elecciones pueda haber una sentencia firme que inhabilite su candidatura. De momento, puede ser candidato presidencial, aunque estuviera condenado y en la cárcel, salvo que los tribunales le apliquen la Enmienda 14.

Tiene un control férreo del partido y respaldan su candidatura tres de cada cuatro votantes republicanos; o lo que es lo mismo una cuarta parte no le respalda. El condenado- “endemoniado, perverso, nocivo” (Diccionario RAE)- Donald Trump está procesado, pero excepto su exvicepresidente Pence, nadie se le enfrentará porque temen quemarse en el intento.