La teoría de la relatividad no es de Epstein

Luis Beltrán Gámir

Luis Beltrán Gámir

Recientemente saltó la noticia de la aparición de una lista del caso Epstein. "¿Ese es el de la teoría de la relatividad?" Pues no, mi joven amigo estudiante de la ESO, que pasas anualmente de curso con varios suspensos. Aunque, realmente, ambos eran mujeriegos, egoístas, judíos, de nacionalidad norteamericana, y extraordinariamente inteligentes. "Pero, entonces, ¿quién era ese? Nunca leo prensa, prefiero jugar a la Play escuchando reggaeton".

Jeffrey Epstein era un hombre de clase media, que, gracias a su inteligencia y encanto personal, consiguió ser multimillonario. Abusó sexualmente de docenas de niñas menores, en sus distintas mansiones. Su cómplice y presunta pareja, la aristócrata británica Ghislaine Maxwell, que era quién enseñaba a las jovencitas a masajear a los clientes pudientes, fue sentenciada a veinte años de prisión, declarada culpable de tráfico sexual de menores. El "Sr". Epstein murió en el 2019, ahorcado en su celda. Sospechoso suicidio, toda vez que ya había intentado quitarse la vida previamente, los guardias que le vigilaban se quedaron dormidos esa noche, y se incumplió la indicación del departamento de psicología para que tuviera otro preso en la misma celda. Parafraseando a Shakespeare, algo huele a podrido en la prisión federal de Manhattan.

Se rumorea de la existencia de vídeos que el magnate había grabado a ricos y famosos en sus mansiones, practicando sexo con niñas, que él les había suministrado. Esa "lista" no es una lista de clientes, sino de personas mencionadas en los documentos por haber tenido alguna clase de vínculo con el depredador sexual. Aparecen los nombres de Michael Jackson, David Copperfield, Stephen Hawking, Al Gore (amigo lector, reconoce que te ha costado acordarte de quién era) Bill Clinton, Donald Trump, Leonardo DiCaprio, Kevin Spacey, y Bruce Willis. También el príncipe Andrés, que desembolsó una elevadísima cantidad para evitar la prisión.

Creo que un exceso de millones, que te permite tener todo lo que desees y más, puede distorsionar tu realidad de manera exagerada. Necesitas tener una mente fuertemente estructurada para evitar que ese dineral afecte a tu pensamiento, y no adoptes una perspectiva superficial, buscando la felicidad a través de impulsos muy básicos. Si posees demasiado poder y riqueza, es posible que desarrolles una sensación de impunidad. Que constantemente te fotografíen y halaguen, podría alterar tu personalidad, haciéndote creer que todo, incluso el alma humana, está a la venta. Si quieres tener relaciones sexuales con menores, buscas al proveedor que te conecte con el artículo que buscas. Y es aquí cuándo aparecen Ghislaine (¡vaya nombrecito!) y Jeffrey. Lamentablemente, siempre existirán individuos dispuestos a humillarse por dinero. En nuestra sociedad occidental, las personas a menudo son valoradas únicamente por su riqueza. Aquellos que carecen de ella, son susceptibles de ser vendidos y comprados, tratados como mercancía transaccional.

Me resulta incomprensible que alguien pueda tener interés en una niña que aún no ha alcanzado la madurez. Pero, lo más grave es que sea tan basuuuuura, que le resulte indiferente el daño irreparable que provocará a esa chiquilla, al cumplir sus fantasías sexuales. El otro día escuchaba a los Beatles : “she was just seventeen, you know what I mean" (ella tenía sólo diecisiete, sabes a lo que me refiero), letra que roza la pedofilia. No puedes escudarte en que, en la antigua Grecia, era normal que un adulto se sintiese atraído por la belleza de una persona muy joven. De hecho, la palabra pederastía fue creada por los griegos, quiénes la consideraban como una forma de inserción de los adolescentes en la sociedad adulta. Ni procede decir que, desde que tienen la regla, ya pueden considerarse mujeres desarrolladas. ¿Te parece a ti que una niña de 13 años es una mujer hecha y derecha? ¡Me resulta repugnante!

Sr. millonetis, actúa como cualquier persona común. Si sientes que no puedes, dona la mitad de tu fortuna a ONGs como la alicantina Rafiki África, que hace una estupenda labor en Uganda. Con la movilización de estos multimillonarios, podríamos disminuir la pobreza global en un abrir y cerrar de ojos. Por si me lees, mientras ojeas INFORMACIÓN en el puerto de Alicante, gracias, Amancio Ortega.

Si puede demostrarse que estos ricachos pisaban la isla para relacionarse sexualmente con menores, evidentemente, deberían enfrentarse a un juicio para establecer su responsabilidad en la comisión de un delito de pedofilia. ¿Qué castigo propongo yo? La  castración química para crímenes sexuales contra menores. Vigente en siete estados de EEUU, Rusia, Polonia, Corea del Sur, Indonesia, Moldavia y Estonia. Y, para los reincidentes, quirúrgica. En vez de sacar violadores a la calle, ¿por qué, para variar, no dictamos una ley que desincentive importantemente estos delitos tan nauseabundos? Aunque siempre habrá algún político que use la frase que jamás dijo Einstein: “todo es relativo”.