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Opinión

Miguel Hernández condenado a muerte por ser republicano, anticlerical y comunista

La viuda de Miguel Hernández, Josefina Manresa, y Pepe Belso cárcel de Benlúa. | JOAN PÀMIES

La viuda de Miguel Hernández, Josefina Manresa, y Pepe Belso cárcel de Benlúa. | JOAN PÀMIES

Paco Esteve, Pepe Belso y yo mismo, fundadores de muchas de las actividades y entidades hernandianas como la Asociación de Amigos, la Fundación o la Senda de Miguel Hernández nunca dejamos de reivindicar el pensamiento del poeta.

El pasado lunes en Orihuela compartí mesa de ponentes con mi sucesor en la dirección de la Fundación hernandiana en la que cada uno dio su conferencia y me alegró que Aitor Larrabide, al que introduje hace años en estos pasos, reivindicara para la Fundación el pensamiento comunista de Miguel Hernández y, al mismo tiempo, criticara el mal hacer de los gobernantes oriolanos intentando blanquear o manipular la vida y obra del poeta universal. Aitor, creemos que ese es el camino correcto de la Fundación que creamos y de la que fui el primer director. Como hernandianos, debemos defender los ideales de nuestro poeta frente a la manipulación del Gobierno municipal oriolano.

¿Miguel Hernández era comunista? Si leemos sus escritos: epistolario, poemas, teatro, artículos de prensa o prosa es fácil descubrir su pensamiento político.

El jueves 27 en Orihuela el grupo oriolano de teatro Expresión, muy bien dirigido por Manuela García, viuda de nuestro amigo desaparecido Atanasio Die, pondrá en escena El labrador de más aire.

Miguel publicó en noviembre de 1937 esta obra de teatro. En ella, el personaje Juan se enfrenta al amo de las tierras que él cultiva y también es el dueño de la casa en la que vive con su familia. Juan critica la resignación, la cobardía de los labradores y les alienta para que defiendan la tierra en la que habitan y trabajan para conseguir un mundo nuevo sin amos, sin explotadores. El texto de este drama se alimenta de los mismos principios revolucionarios que atraviesan su poemario Vientos del Pueblo y un ejemplo lo tenemos en su poema «Aceituneros»:

«Andaluces de Jaén / Aceituneros altivos / Pregunta mi alma, de quién / De quién son estos olivos

Jaén, levántate brava / Sobre tus piedras lunares / No vayas a ser esclava / Con todos tus olivares...».

En sus poemas sueltos encontramos el poema «Sonreídme» en el que critica el capitalismo, considerando que es un sistema económico que explota a los trabajadores. Es muy radical contra los dueños de los medios de producción y también contra la alienación religiosa y el poder de la jerarquía eclesiástica.

«Vengo muy satisfecho de librarme / de la serpiente de las múltiples cúpulas,

la serpiente escamada de casullas y cálices;...

Me libré de los templos, sonreídme, / donde me consumía con tristeza de lámpara...

Salta el capitalista de su cochino lujo, / huyen los arzobispos de sus mitras obscenas,

los notarios y los registradores de la propiedad / caen aplastados bajo furiosos protocolos,

los curas se deciden a ser hombres, / y abierta ya la jaula donde actúa de león...».

Miguel Hernández fue detenido en Moura (Portugal) el 30 de abril de 1939 y trasladado el 3 de mayo a Rosal de la Frontera en donde le obligaron a confesar. En esta primera confesión quiso pasar desapercibido y rechazó tener ideas políticas, pero tuvo la mala suerte de encontrar a un guardia civil, procedente de la Vega Baja, que lo conocía. Sufrió y sangró por el maltrato de los guardias. Se inició el primer sumarísimo de urgencia, el 21001, instruido por el alférez del cuerpo jurídico Antonio Luis Baena Tocón. (El hijo del instructor Baena Tocón ha demandado al catedrático e investigador Juan Antonio Ríos Carratalá, por vulnerar el derecho al honor y éste ha sido condenado por un tribunal gaditano. Esta sentencia, regresiva, condena el derecho a la investigación, a la verdad, a la justicia y a la reparación histórica. La memoria histórica y nuestro pasado es necesario para que hoy construyamos el futuro. Esperamos que esta sentencia no prospere pues es contraria a la vigente Ley de Memoria Democrática del Gobierno de coalición del presidente socialista Pedro Sánchez.)

El poeta fue liberado el 15 de septiembre y regresó a Cox. El 28 visitó a su familia y a la de Ramón Sijé en Orihuela y en la calle Mayor, fortuitamente, se encontró a José María Martínez «El Patagorda» y Manuel Morell Rogel, que lo detuvieron y encerraron en el retén municipal y el 29 lo trasladaron a la prisión del Seminario.

El 28 de septiembre, el fiscal jefe, Ramón de Orts, a la vista de la instrucción realizada por Baena propuso pena de muerte para Hernández. Se inició el procedimiento sumarísimo 4487.

El 1 de octubre de 1939, en Orihuela, declaró Miguel ante el juez militar que «en septiembre de 1936 se afilió al Partido Comunista que después pasó al Campesino, al frente de Pozuelo de Alarcón. Posteriormente estuvo en Propaganda del ejército rojo y de aquí fue a la 6° División...».

Miguel tiene dos procedimientos sumarísimos, el 21001 y el 4487. En este último se incluyen el aval positivo del falangista Juan Bellod Salmerón y las imputaciones contra el oriolano de sus paisanos: de Baldomero Giménez Giménez, de Hermenegildo Riquelme García y de Luis Tormo Fons.

El 4 de diciembre, el primer alcalde oriolano, franquista, Baldomero Giménez Giménez, envío al juez militar el siguiente informe: «Elemento de izquierdas, afiliado al Partido Comunista, Comisario de Brigada de la de ‘El Campesino’, ha hecho mucha propaganda roja en periódicos y folletos. Fue a Rusia comisionado por el Gobierno rojo y fue uno de los que arengó a las tropas rojas en el asalto al Santuario de la Virgen de la Cabeza».

El 18 de enero de 1940 la pena de muerte es ratificada por el Consejo de Guerra Permanente número 5, presidido por Pablo Alfaro Alfaro y los vocales Francisco Pérez Muñoz, Ignacio Díaz Aguilar y Miguel Caballer y Celis.

En los sumarios y en sus escritos se demuestra objetivamente que el poeta era defensor de un republicanismo contrario al régimen fascista de Franco y que sus ideas se apoyaban en el pensamiento comunista, deseando una sociedad socialista y sin explotación de los seres humanos, una sociedad solidaria y justa. Miguel fue condenado por sus escritos que estaban atravesados por estos pensamientos anticlericales y republicanos.

Por ello los hernandianos no podemos aceptar mirar para otro lado, como hizo el Gobierno municipal de Orihuela y debemos afirmar que la pena de muerte fue la consecuencia de toda una vida.

El 28 de marzo de 1942, el oriolano universal, Miguel Hernández, desatendido sanitariamente con premeditación y alevosía fue asesinado por omisión en la cárcel de Benalúa.

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