Estando ya jubilado voy con mi esposa a los mercadillos de: Benalúa o Babel; los jueves o los sábados. Ante la escalada descomunal de los precios que acompañan a los combustibles y las energías eléctricas; como un caballo desbocado y sin control
Voy a centrarme en frutas, verduras y hortalizas. Parece que con lo de Ucrania, todo viene de allí y es la excusa perfecta para el alza de los precios; por supuesto también por culpa del recibo de la luz y el repostaje del combustible.
Aunque en mi memoria me hace recordar una polka cantada por un grupo canario; la tierra de mi Madre y un poco mía también: con ironía y socarronería. Sí Los Sabandeños y la citada canción, sobre los intermediarios en esto del campo. Solo copio la parte final:
“¿Quién es ese potentado, quien es ese consejero? Es todo un intermediario en el negocio frutero.
¿Quiere darme cinco duros pa´ comer caballero? ¿Quién sos tú?”
“Yo soy un pobre del campo; agricultor platanero”.
Complementaría: “y yo un pobre cada día más y con menos dinero”.
Como se publicaba el lunes en el diario Información, los precios del campo al supermercado se multiplican por cinco, otros cinco y muy duros, para el agricultor y nosotros los consumidos consumidores. A este paso solo nos queda una salida la calle ante tanto abuso y desmadre. De las gasolinas y eléctrica solo cabe la intervención y la nacionalización, sino la revolución para la supervivencia.