La crisis del PP complica la posición de Mazón por su estrecha vinculación con Casado y García Egea

El alicantino es de los primeros líderes autonómicos que salen en defensa de la dirección nacional, después de que Génova pida cerrar filas frente a Ayuso - La guerra llega cuando aún quedan más de medio centenar de asambleas sin convocar en Alicante

Carlos Mazón y Teodoro García Egea, hace una semana en València. | GERMÁN CABALLERO / r.a.

La guerra fratricida entre la dirección nacional del PP, encabezada por Pablo Casado, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, complica la posición del jefe del partido en la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón. En la estrategia planificada para cincelar el liderazgo que lo acabó situando el pasado verano al frente de la sala de máquinas del PPCV, el secretario general del partido, Teodoro García Egea, actuó como su principal valedor. Desde entonces, Mazón, inmerso en una carrera de fondo por ganar visibilidad en la escena autonómica, se ha expuesto públicamente y sin cortapisas junto al número dos de Génova, en constante visita a la Comunidad Valenciana para ayudar a apuntalar la carrera política de su compañero de militancia y amigo. Pero ahora, en pleno divorcio público entre Ayuso y Casado, la figura de García Egea podría empezar a cotizar a la baja, si no ha empezado a hacerlo ya, y no es descabellado pensar que acabe cayendo en desgracia. Todo cuando el líder de los populares valencianos todavía no ha amarrado el control del partido en la Comunidad, hay más de medio centenar de asambleas locales aún sin convocar en la provincia, y mientras encara la recta final hacia las elecciones de 2023 con el objetivo de reunificar a la derecha y contener a Vox, con la ambición de recuperar el Palau.

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Vídeo: Agencia ATLAS | Foto: EP

Minutos después de las 17 horas de este jueves, Mazón dio un paso al frente para mostrar en redes sociales su apoyo a la dirección nacional del partido y, en concreto, a Pablo Casado. El alicantino defendió al líder nacional del PP como una «persona íntegra», dejó claro que lo conoce personalmente y que él quiere lo mejor para España, añadiendo que no se apartarán del camino para desalojar a Pedro Sánchez. Mazón fue así de los primeros líderes autonómicos en mostrar su apoyo, en este caso a través de Twitter, después de que Génova enviara un mensaje claro: había que cerrar filas de forma urgente en torno a Pablo Casado. No se pidió, en cambio, mostrar un apoyo tácito a García Egea, que fue quien, en definitiva, salió a replicar las duras acusaciones de Ayuso contra la dirección nacional por una trama aderezada en torno a un contrario millonario, comisiones que podrían ser irregulares y presuntos encargos de espionaje que evidencian las guerras de poder en el partido de la gaviota.

En el principal bastión de poder de los populares valencianos, que no es otro que la Diputación de Alicante, presidida por Mazón, crecía este jueves el nerviosismo al tiempo que se disparaba la escalada de tensión en el PP. No se hablaba de otra cosa. El presidente de los populares valencianos ha venido haciendo gala de su línea directa con Génova mientras su grupo parlamentario, encabezado por María José Catalá, ha venido alabando las políticas de Ayuso, situándola como el ejemplo a seguir dentro y fuera de las Cortes valencianas. Y aunque el cisma abierto entre la dirigente madrileña y Casado ha motivado que la dirección de los populares valencianos se haya situado ya en uno de los bandos, no toda la militancia lo ha hecho. Ayer, algunos perfiles en redes sociales como el de «Mazoners», que agrupa a seguidores de Mazón, se alineaban en contra del cierre de filas en torno a Casado para cuestionar el relato de García Egea frente a Ayuso. Mientras tanto, algunos militantes se sumaron a una plataforma para exigir la dimisión de Casado y otros difundían mensajes que llamaban a una concentración en Génova para reclamar la dimisión del presidente nacional del PP. Se abre la puerta, pues, a que pese al control militarizado que caracterizaba a los populares en este territorio, empiecen a visibilizarse públicamente voces críticas.

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Todo en un momento en el que Mazón todavía tiene por delante la celebración de medio centenar de asambleas en municipios alicantinos como Alcoy, Crevillent u Orihuela, donde se impuso una gestora. La crisis, a la sazón, llega a 15 meses de las elecciones locales y autonómicas, y en plena guerra abierta en el PSPV-PSOE en la provincia, lo que en determinados círculos populares se veía como una oportunidad de retener y, sobre todo, de recuperar el control de algunas instituciones. La situación, sin embargo, puede dar un giro ahora. Hasta el punto de que, conscientes de ello, desde los grupos que sustentan el Botànic no tardaron en salir en tromba para airear las vergüenzas del PP a través de las redes sociales. El síndic socialista en las Cortes, Manolo Mata destacaba que «sólo les queda una opción: decir ya que los que van a Génova a pedir la dimisión de Casado son comunistas, separatistas y sanchistas que quieren destruir España. A ver si así amaina». Su homóloga de Unides Podem, Pilar Lima, mientras, subrayaba que «el PP y la corrupción son inseparables». Por su parte, el diputado de Compromís, Joan Baldoví, hacía un llamamiento claro: «Que los giros de guion no os hagan pasar por alto lo verdaderamente importante», poniendo el acento en las presuntas comisiones. Escenificaban así que en la izquierda se estaban frotando las manos.

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