Aguirre llama a proteger a los agricultores frente al "fanatismo climático" y la "Agenda 2030"

José Luis Aguirre ha subido este jueves de nuevo a la tribuna de las Cortes aunque en esta ocasión, tras cuatro años de diputado en Vox en el parlamento autonómico, lo ha hecho como máximo responsable de Agricultura del Gobierno valenciano. En la tercera ronda de comparecencias de los consellers, Aguirre ha desglosado las actuaciones previstas por su departamento para los próximos cuatro años con el "fanatismo climático", la "perversa" Agenda 2030 y los "pseudoecologistas" como piedras en el camino.

"Vox es el partido del campo", ha empezado su intervención, una de las más cortas de la ronda de comparecencias dejándose al final tanto de su primera exposición como de su turno de réplica casi 8 minutos. En esta, Aguirre ha confrontado su compromiso al "mil por cien" con este sector frente a quienes les importa más "el fanatismo climático que las cosas de comer, el pacto verde más que los pescadores, la Agenda 2030 que el mundo rural y los animalistas más que nuestros ganaderos" y ha señalado al Gobierno de España por "parecer un enemigo" más que un "aliado".

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Así, ha insistido que "frente al fanatismo climático, la demagogia, el animalismo o la perversa Agenda 2030”, su departamento luchará para que los agricultores, ganaderos y pescadores “se sientan arropados” y tengan voz en Europa. “La perversa Agenda 2030 amenaza nuestro campo, nuestra industria y el progreso de todos los españoles”, ha resaltado. Estas menciones han provocado las críticas de la oposición reprochándole su negacionismo del cambio climático que afecta al campo. "No vamos a normalizar que esté Vox en el gobierno ni su discurso negacionista del cambio climático", ha replicado Paula Espinosa, de Compromís.

Ha sido de los debates más calmados de lo que se lleva de comparecencia. El perfil de Aguirre y el tema, mucho más técnico, ha evitado escenas como las vistas la semana pasada. La imagen del pleno con entrada de dos tercios y sin apenas presencia del resto de consellers, solo ha acudido Vicente Barrera, máximo representante de la ultraderecha en el Ejecutivo autonómico evidenciaba esta bajada de expectación que la vista en la primera sesión, protagonizada precisamente por el vicepresidente primero y conseller de Cultura.

Entre las prioridades de la legislatura, Aguirre ha anunciado la reforma y el desarrollo de la ley de Estructuras Agrarias para “evitar el abandono de tierras agrarias, luchar contra el despoblamiento, y conseguir relevo generacional, que permita la reactivación y la subsistencia del sector”, facilitando el acceso a la titularidad de los jóvenes agricultores y ganaderos, que aseguren la renovación generacional “tan necesaria en este sector”. Para esta, también ha apuntado el beneficio de la reforma del Impuesto de Sucesiones y Donaciones.

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Asimismo, ha mencionado sectores que están en situación de extrema gravedad en nuestra comunidad, como son el sector cunícola, el lechero, el apícola y el de las reses bravas, al que se excluyó explícitamente de las ayudas durante la crisis del covid y al que apoyará “específicamente” por ser el que “mayor tradición cultural representa”. Este anuncio supone un complemento dentro de la propuesta que hizo el lunes Vicente Barrera de subvencionar a los bous al carrer.

Otro de los puntos que se le ha reprochado a Aguirre ha sido el nombramiento de su directora general Leticia Sanchiz Becquet como responsable de Producción Agrícola y Ganadera. Sanchiz es propietaria y forma parte del equipo directivo del Grupo Sanchiz, una empresa dedicada a la actividad ganadera, gestión de residuos, plantas de biogás y fotovoltaicas, que ha sido sancionada por vertidos en una de sus granjas. "Si tuviera que renunciar algún cargo, lo hará, pero estamos en tiempo de hacer las gestiones que sean necesarias", ha replicado Aguirre.